Historia

Los otros usos desconocidos del albero sevillano

Se popularizó a partir de la Exposición de 1929 y no solo se usa para cubrir el pavimento de ferias y parques

El característico albero que le da su identidad a la Feria de Sevilla
El característico albero que le da su identidad a la Feria de Sevilla Agencia EFE

La calcarenita o albero es una roca muy común en localidades de la provincia de Sevilla como Estepa, Osuna y en la comarca de Los Alcores, que comprende los municipios de Carmona, El Viso del Alcor, Mairena del Alcor y Alcalá de Guadaíra. Geológicamente, su formación se remonta a cinco millones de años durante la transición del periodo geológico desde el Mioceno al Plioceno, cuando este sector de la Cuenca del Guadalquivir era una plataforma marina poco profunda sobre las que se formaron playas con sedimentos arenosos y abundantes restos de animales.

Desde el punto de vista etimológico, la palabra albero proviene del latín albus, que significa de color claro, en alusión al tono de este material. Sin embargo, desde una perspectiva geológica, la palabra albero hace referencia a la roca sedimentaria llamada calcarenita

El albero se popularizó en el siglo XX con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929. Desde entonces, esta roca ha tenido múltiples aplicaciones a lo largo de la historia.

Esta calcarenita de origen marino es la que da color al acerado de albero de la Feria de Sevilla y de otras de la provincia, sobre todo de la comarca de los Alcores. Pero no solo eso. También se usa para cubrir ruedos taurinos en todo el mundo. El albero de los Alcores es llevado en barcos a Sudamérica y tapiza las lejanas plazas de toros de Lima, México, etc. para hacerlas más luminosas.

Se usa además como firme de carretera porque compacta muy bien, y para fabricar cemento que, por la calidad de este material, es un cemento único en España. Esto se debe a que por sus propiedades químicas y resistencias a los sulfatos y álcalis se hace necesario para construir en agua del mar, pantanos y centrales nucleares.

Su uso más importante en el siglo XX ha sido como cal hidráulica en las caleras de Alcalá y, algo menos, en Los Alcores.