Entrevista

"Un mediocre que sepa venderse puede acabar triunfando"

Noelia Tomoshige es una sevillana de ascendencia japonesa que triunfa en el mundo de la respostería fusión

La pastelera Noelia Tomoshige
La pastelera Noelia TomoshigeLa Razón

Noelia Tomoshige es una sevillana por los «cuatro costaos» que triunfa en el mundo de la repostería. Nadadora de alta competición y vendedora en las casas de moda más importantes de la milla de oro madrileña, un día decidió iniciar un curso de repostería en Japón sin saber ni siquiera cómo se hacía un bizcocho. Pero con disciplina y pasión ha llegado incluso a ser la pastelera revelación de Madrid Fusión en 2023. Y todo esto le ha sucedido por una razón, el flamenco.

¿Conoce algún español que haya sido becado en Japón para aprender Hanayagi, la danza tradicional japonesa?

(Risa nerviosa, de vaya manera de empezar una entrevista) La verdad es que no.

Tampoco era muy normal lo que les pasó a tus padres, ¿no?

Ahora comprendo (risa menos nerviosa). Nací en Sevilla por el amor de mi padre y mi madre al flamenco, él como guitarrista y ella como bailaora. Ganaron un concurso de flamenco organizado por la embajada española en Tokio. El premio era una beca de estudios de flamenco aquí en Sevilla. Llegaron iniciada la década de los ochenta, sin duda la época dorada del flamenco en España. De un rasgueo de guitarra y unas castañuelas nací yo.

Una fiesta flamenca.

He crecido en una casa en la que se respiraba flamenco siempre. Mi padre me despertaba a las cinco de la mañana tocando la guitarra … incluso todavía lo hace cuando me quedo dormir en su casa. Cada vez que escucho esta música abrazo a mis raíces.

El flamenco ha dado lugar a «grandes restaurantes» y «Estrellas Michelín». Fíjese en el Potaje de Utrera, Tomatito, el cante de Juan Moneo «El Torta», Juan Habichuela …

Casi ná, un plato de buen gusto. Al final, he heredado el talento de mis padres por el flamenco, aunque en mi caso he orientado la vena artística hacia la repostería. Encontré mi camino gracias a que el duende te busca y yo no paré hasta encontrarlo. Se juntaron el hambre con las ganas de comer.

Has tenido la oportunidad también de formarte en un centro puntero en Japón. Hiciste el camino inverso a tu familia, un «cante de ida y vuelta».

Quise cambiar de vida pero no sabía a qué dedicarme. En uno de mis viajes a Japón me apunté a un curso de dos semanas de pastelería japonesa y aprendí la base. No sabía ni hacer un bizcocho.

Y llegas a ser la pastelera revelación del Madrid Fusión 2023.

Con determinación, fuerza y dedicación. Un método que se puede aplicar en cualquier trabajo. Tengo claro que la disciplina es más importante que la motivación.

También un poco de arte a la hora de vender.

Estuve diez años trabajando en el sector del retail de marcas de lujo. Aprendí que hay que ser buena vendedora, incluso de ti misma. Fíjese lo que le digo, es más probable que un pastelero mediocre, pero buen vendedor, tenga más éxito, que un pastelero bueno que no sabe vender. Ambas cosas que van de la mano.

¿Cómo lo haces?

Desayunando en Tifannys … con mis dulces! Es broma (risas). Captar primero la mirada de la gente, que entre por los ojos. Luego anticiparte al gusto del cliente y más tarde llegar al corazón antes que al estómago.

En cierto sentido, aplicar el arte de la seducción. Como Marilyn, en quien te inspiras para «Monroebakes».

La sigo desde que tenía cinco años. Mi madre siempre decía que era muy raro que a una niña tan pequeña le gustara un personaje así. Era su aura. No sé, siempre la he tenido presente. Tenía mucho «ángel», muy flamenca.

"Creo firmemente que todo en la vida sucede por una razón”. ¿A qué te lleva esta frase de ella?

A que tienes que incluir los mejores ingredientes para cocinar a tu gusto el pastel de tu vida, trabajar para poner la guinda a la elaboración de un sueño. Alimentando la disciplina con creatividad, el talento con esfuerzo. Hasta conseguir, aunque sea en el postre, la razón de lo que un día fue la promesa de una motivación.

Pues nada. Me voy al Instituto Cervantes que voy a ver si encuentro algún curso de Hanayagi, que igual se me da bien.

Suerte.