41º Congreso PSOE
«Hay que revitalizar el partido, lo que pasa es que no funciona»
El PSOE cierra filas ante el ruido judicial y mediático
Cierre de filas y bunkerización ante el ruido judicial y mediático. Esta es la consigna que lanza la dirección socialista y que la militancia asume sin titubeos. «No somos la resistencia, somos la revuelta. Nos van a tener enfrente», decía en los pasillos una alcaldesa socialista catalana en un juego de palabras que haría las delicias de Broncano. En la misma línea un viejo militante socialista de Alcalá de Guadaira que había militado en sus años mozos en el PSUC señaló que «hay que revitalizar el partido. Hay mucho ruido pero no en el partido, lo que pasa es que el partido no funciona. En Andalucía no funciona. Nos hemos de dar vigor. Eso nos hace falta».
Por la mañana toda la atención se centraba en Madrid. En la declaración de Juan Lobato en el Tribunal Supremo. María Jesús Montero, sonrisa en ristre, fue la encargada de capear el temporal y pasó al ataque flanqueada por las caras de palo de Santos Cerdán y Juan Espadas. “Estamos muy tranquilos. Hay que dejar trabajar a la justicia. No pueden desviar la atención del congreso”, y añadió “pero lo importante es preguntarse por qué Isabel Díaz Ayuso sigue viviendo en un ático financiado a través de fraude fiscal”. No frenó tras señalar a la presidenta madrileña y se lanzó al contraataque para contrarrestar “la manipulación de la justicia por parte de la derecha y la extrema derecha” señalando al PP: “Su único objetivo político es tumbar a Pedro Sánchez. De presidente y de secretario general. Feijóo tiene un proyecto golpista, no es democrático porque no acepta las mayorías”. El malestar, y la preocupación, en el PSOE, de forma oficiosa, se plasmaba de otra manera “Lobato es citado a declarar en dos días, coincidiendo con el congreso del PSOE. El novio de Ayuso no hay forma que vaya a declarar y eso que tiene una querella aceptada presentada por Más Madrid y Partido Socialista.
Como ariete para contrarrestar la preocupación, Montero entró en el cuerpo a cuerpo con Feijóo -Santos Cerdán dijo que el líder del PP tiene tanta credibilidad como Aldama- con un claro objetivo: cerrar filas en torno a Pedro Sánchez. No le hizo falta mucho esfuerzo. El presidente del PSC y embajador de España en la Unesco, Miquel Iceta, se encargó de apuntar la ida “el congreso será el de la reafirmación de Sánchez”. Fue de los pocos líderes que se dejó ver durante el día. Ander Gil, expresidente del Senado, llegó por la tarde después de tres días pedaleando desde la calle Ferraz, y Gómez de Celis se dejó querer haciéndose múltiples fotos y haciéndose el encontradizo con Cerdán, Montero y Espadas. El triunvirato matutino solo se pararon a saludar de forma ostentosa a Enma López, la figura emergente que apunta como nueva portavoz y tras el “lío Lobato” -si salpica a Óscar López- como posible nueva líder del Partido Socialista de Madrid. “Lo único que está claro es que en Madrid el líder será López”, decía con guasa un militante de Getafe.
El alcalde más joven de Europa, Gael Rodriguez, primer edil de Portbou con solo 19 años era escéptico. “Ruido, Madrid es ruido. Aquí lo tenemos claro”. Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado y exministro con Zapatero lo asumía con normalidad “el encanallamiento ha llegado de la mano del PP a Bruselas, que hasta ahora estaba exenta”.
El bucle se rompió con el primer debate, sobre vivienda, con la ministra Isabel Rodríguez. Un paréntesis en un congreso “extraño”, en esta apreciación había quorum que solo se animaba en el exterior con otro tema de actualidad: la DANA. Militantes valencianos se agolpaban alrededor de Ximo Puig, el expresidente de la Comunidad, que sentenció: “No sé lo que hubiera pasado, pero igual no hubiera sido”.
Silencio con la nueva Ejecutiva
Santos Cerdán no daba crédito a lo que oía. Nadie habla en público de la nueva ejecutiva. Pero Montero lo hizo. Su cara era un poema. Montero se mostró muy a favor de su continuidad como secretario de Organización, calificándolo como “uno de los mejores de la historia” del partido. “Espero que continúe muchos años. Trabaja de forma anónima y tiene mi voto”. “Es un extraordinario secretario de organización”, finalizó. Acto seguido, Cerdán se desdijo. Preguntado si el comunicado de Juan Lobato del domingo por la noche estaba consensuado dijo lacónicamente: sí. El lunes dijo justo lo contrario afirmando desconocerlo.