Economía

La «paz social» llega al campo almeriense

El nuevo convenio, fruto del «entendimiento» garantiza «estabilidad y claridad» en un sector clave para la economía

Los productores almerienses defienden los invernaderos, un «vergel debajo del plástico»
Imagen de un invernaderoLa Razón

El nuevo convenio del campo almeriense supondrá para más de 55.000 trabajadores subidas salariales pactadas para los próximos dos años, con incrementos del 2,5% en 2025 y del 2% en 2026, además de una mayor seguridad y transparencia en las contrataciones, con una nueva regulación de la figura del fijo-discontinuo. «Este acuerdo es positivo porque supone un punto de inflexión en la normalización de la negociación colectiva en la provincia, para un sector productivo que es motor de la economía», valoró Antonio Valdivieso, secretario provincial del sindicato Comisiones Obreras en Almería y tras una firma que cierra siete años de tiras y aflojas entre la patronal y los sindicatos. «Lo más destacado son los avances en subidas salariales, que podrían superar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) los dos próximos años, además de protocolos de llamamiento más claros y menos interpretables», explicó el responsable sindical, tras un acuerdo que beneficiará a empleados tanto de los invernaderos como de los cultivos de extensivo repartidos por la provincia almeriense.

Hay avances significativos en nuevos complementos de especialización para trabajadores con más de cuatro años de antigüedad, en sustitución del anterior absorbido por el SMI. Se implementa también un plus de transporte similar al vigente en el convenio del manipulado, con una compensación de unos dos euros diarios por empleado. Logros importantes porque, «ha cambiado la normativa laboral en nuestro país y teníamos que actualizar el texto previo de 2013-2015», como refirió Antonio Carmona, secretario de acción sindical de FICA-UGT Almería. «Con este convenio nos ajustamos a la normativa laboral, cambiando asuntos como los permisos, las categorías y el equipamiento para adaptarnos a los nuevos tiempos», manifestó, incidiendo en la necesidad de «ir metiendo mejoras en permisos retribuidos y conciliación laboraL» en los próximos años, para atender las demandas de un personal eminentemente extranjero cuyas condiciones laborales y salariales han sido cuestionadas en más de una ocasión, la mayoría de veces por intereses competitivos extranjeros.

No ayudaba a alejar esas críticas el bloqueo del convenio y por ello su aprobación supone un «hito significativo» y un «avance decisivo» también a ojos de la parte empresarial, como manifestaron conjuntamente desde la asociación Asempal Agricultura, junto con las organizaciones agrarias ASAJA y COAG. Un entendimiento que garantiza «estabilidad y claridad» en la regulación de las relaciones laborales, según la patronal y «en un sector clave para la economía almeriense». En este sentido, el acuerdo habría consolidado un texto «claro» y «bien definido» que evitará la «inseguridad jurídica del reglamento anterior», reflejando la «voluntad de colaboración entre los representantes empresariales y sindicales» pese al llamativo retraso para la rúbrica.

Sin embargo, la presidenta de ASAJA en Almería, Adoración Blanque, precisó que «llevábamos mucho tiempo intentando renovar este convenio y no siempre se han dado las bases para poder alcanzarlo», aludiendo a «injerencias políticas» en el «entorno» que habrían catapultado «muchas veces» la negociación, incluso cuando «parecía inminente» la firma del nuevo acuerdo. «Nosotros siempre hemos estado por el diálogo social, siempre hemos cumplido con el marco actual de protección al trabajador», apreció Blanque, considerando que «no se puede legislar a golpe de decreto» y que se «ha llegado al mejor acuerdo que podíamos llegar en la situación actual», aunque «todas las partes nos hayamos tenido que dejar algo en el camino». «Nosotros debemos mirar por la rentabilidad de las explotaciones y lo vendamos a 10 céntimos o a dos euros, siempre cumpliremos con lo que corresponde al trabajador», manifestó la presidenta de ASAJA en Almería.

«Uno de los logros más importantes es que reconoce lo singular que es el campo en Almería en relación con que nuestros trabajadores son en su mayoría inmigrantes, estableciendo una regulación clara en cuestiones como los desplazamientos», interpretó Andrés Góngora, secretario provincial de la organización agraria COAG en Almería. «Hay avances en la prevención de los riesgos laborales, algo también esencial en la relación que debemos tener con los empleados para una correcta estabilidad», precisó Góngora, reconociendo que «nos sentimos bastante satisfechos de haber conseguido este convenio».

De esta forma, se ha establecido un protocolo de llamamientos más claro y menos interpretable, tanto para los fijos ordinarios como para los fijos discontinuos, de forma que debe garantizar el día completo al trabajador y no podrá reclamarse para unas horas.

Asimismo, se incluyen nuevas categorías profesionales más adaptadas a la actualidad, ampliando las categorías de peón o auxiliar de campo y reconociendo otros puestos como regaderas/os y tractoristas. No obstante, los sindicatos apuntan que aún quedarían pendientes mejoras como la estabilidad de las campañas, incrementos salariales y reducción de jornada, así como un desarrollo mayor de los derechos en permisos y licencias.