Giro en el caso

Barbate: el día después

Tras la sorpresa por el cambio de guión en el caso de los dos guardias civiles asesinados, los vecinos reclaman que «vayan a por los culpables y los metan entre rejas»

Los vecinos de Barbate muestran su hartazgo por la criminalización constante del pueblo
Los vecinos de Barbate muestran su hartazgo por la criminalización constante del puebloEPEP

Ocho y media de la mañana y Barbate se despierta con una de esas levanteras que, como dicen por estos lares, «te deja la cabeza loca». En las calles es difícil mantenerse en pie y los más pequeños se dirigen a los colegios entre la euforia del triunfo del Real Madrid (por esta comarca hay mucho madridista) en la Liga de Campeones y la desgana que supone ir a clase en un día tan desapacible.

En los bares el pulso del desayuno va cobrando fuerza y muchos barbateños, la mayoría, aún son ajenos a la última noticia en torno al asesinato que, aquel inolvidable 9 de febrero, en aguas del puerto de Barbate, acabó de la forma más trágica y cruel posible con las vidas de Miguel Ángel González, de 39 años, miembro el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y natural de San Fernando, y de David Pérez Carracedo, de 43 años, destinado en el Grupo de Acción Rápida.

Es una de esas jornadas que acobardan a los pilotos de las narcolanchas y a los petaqueros, que hacen que se lo piensen dos veces antes de mover droga por aguas del Estrecho y su entorno y que, de hacerlo, el temporal como sucedió aquella noche, les obligará a buscar refugio en algún entrante del litoral gaditano.

Barbate –se respira en el ambiente– ya está harta; herida de tanta tragedia y señalamiento generalizado y, aunque la no culpabilidad del «Cabra» y del resto de detenidos en los asesinatos la haga saltar de nuevo a los medios, prefiere refugiarse en el éxito de una Semana Gastronómica del Atún Rojo que ha servido de bálsamo y refuerzo de su autoestima.

«¡Otra vez con lo mismo!», exclama a disgusto uno de esos hombres de manos curtidas y piel tostada al que «asaltamos» en la barra de uno de los muchos bares que se reparten en su avenida principal. Esa que, bajo el lema «Por la dignidad de Barbate», fue escenario principal de la manifestación que convocó la ciudadanía y representantes políticos el pasado 25 de febrero. Respuesta, en gran medida justificada, que atrae la mirada de unos pocos.

«No es que no queramos responder ni que estemos contra nadie. Lo que sucede es que ya estamos hartos de que se criminalice al pueblo un día y otro por culpa de unos pocos». «La noticia nos ha sorprendido –reconoce– pero si la investigación así lo apunta, lo que queremos y decimos los barbateños es que vayan a por los culpables y los metan entre rejas. Ni más ni menos, que caiga sobre ellos todo el peso de la justicia y punto».

Justicia que, en la vecina localidad de San Fernando, a 50 kilómetros de Barbate, volvía a reclamar Francisca María Gómez, madre del Guardia Civil isleño asesinado; confiada en que los detenidos no sean puestos en libertad. «¿Qué ser humano no va a entender y acompañar el dolor de esas madres, hermanas e hijos?», pregunta.

«Barbate ya dejó claro que estaba y estará con ellos, con su dolor, contra los asesinos, contra los narcos y por la justicia. No te puedo decir más y estoy seguro que todo al que preguntes te va a decir lo mismo». Es normal que se den esas reacciones. «Los barbateños, como le sucede también a los linenses, padecen de una forma muy especial la lacra de la droga y el dolor de las familias desde hace décadas», comenta Paqui Guerrero, presidenta de la Federación Andaluza Redes.

«A nosotros, en lo últimos días, nos habían llegado algunos rumores de que, a raíz de lo que se desprendía de vídeos que estaban circulando por ahí, en la calle se decía que los autores de los asesinatos podrían no ser los detenidos».

«Rumores que, como tantos otros, no han sido más que eso hasta que ahora la investigación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Policía Judicial de la Comandancia de Cádiz así lo ha señalado».

Hija de Guardia Civil, destaca que este giro en el caso «demuestra la profesionalidad y la dignidad» de un «cuerpo que, obviamente, no actúa por venganza». «Lo importante es que, según parece, ya se sabe quién pilotaba la narcolancha que cometió los asesinatos y quiénes le acompañaban. Así que, más tarde o más temprano –aunque estén en Marruecos, volverán a actuar–, serán apresados y puestos a disposición de la justicia».

Sentimiento de reconocimiento a la Guardia Civil que compartía Francisco Mena, presidente de la coordinadora antidroga Alternativas del Campo de Gibraltar. «La noticia nos ha sorprendido, pero lo importante es que la investigación, de extraordinaria complejidad, sigue su camino para conocer quiénes son los presuntos autores y dónde se encuentran».