Los virus respiratorios están tensionando los servicios de salud de toda España, con una curva de contagios que todavía no ha tocado techo. Los efectos de las reuniones sociales y familiares en las Navidades se notarán en pocos días, pero Andalucía parte de una situación más ventajosa que el resto de comunidades: su incidencia es la más baja del país, de 504 casos por cada 100.000 habitantes, según el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), dependiente del Instituto Carlos III, cuando la media se sitúa en los 952.

Castilla-la Mancha es la región con la incidencia más alta, llegando a superar los 1.700 casos por cada 100.000. Le sigue la Comunidad Valenciana, con 1.500, y después Asturias, Canarias, Melilla y Castilla y León, con una tasa de 1.200. En torno a los 1.000 se encuentran Navarra y Cataluña, y en los 500 Galicia, Ceuta y Andalucía.

Según los datos de SiVIRA, la incidencia en Andalucía de virus respiratorios bajó en la última semana del año (la del 25 al 31 de diciembre) bajó ligeramente respecto a la anterior, que fue de 527, aunque se espera que vuelva a subir.

En la comunidad andaluza la gripe y el Covid circulan de forma pareja, con una positividad ambas del 10,2%, en línea con la media estatal. Por su parte, la positividad del Virus Respiratorio Sincital (VRS)es superior a la media del país, que es del 7,9% frente al 8,5% en territorio andaluz.

Plan de alta frecuentación

Ante este escenario, la comunidad tiene activado el plan de alta frecuentación y monitoriza cada centro de salud y hospital para adoptar "las medidas necesarias" si sube la incidencia, a nivel de recursos personales y técnicos, según ha explicado el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernánez-Pacheco, en rueda de prensa.

Andalucía ha exigido este lunes al Ministerio de Sanidad que los criterios técnicos de la Ponencia de Alertas y en la Comisión de Salud Pública estén recogidos antes del próximo Consejo Interterritorial para el uso obligatorio de la mascarilla en los centros de salud, residencias y farmacias, sobre lo que apela de momento a la recomendación.

Fernández-Pacheco ha explicado que "evidentemente" la Junta no está en contra de la mascarilla, ya que lleva recomendando su uso desde verano en algunas circunstancias, pero sí quiere que su obligatoriedad se decida "en base a criterios técnicos y objetivos".

Los técnicos, según el Ejecutivo andaluz, son los que deben decidir a partir de qué incidencia, en qué sitios y para qué personas se obliga al uso de mascarilla.

Ha recordado que en Andalucía también cada centro de salud puede adoptar la medida, por medicina preventiva.

La Junta considera que ante la disparidad de incidencia de los virus en el país, con comunidades que han llegado a un gran pico y otras como Andalucía muy por debajo, es necesario atender a criterios técnicos, como se hizo en la época de la pandemia de coronavirus.

Fernández-Pacheco espera que la ministra de Sanidad, Mónica García, "recapacite" y aporte esos criterios objetivos antes de la próxima reunión, aunque ha dicho que les ha dado "la sensación de cierto desconocimiento acerca de cuál es la realidad del Ministerio que tiene que dirigir".

El portavoz ha detallado que en el Consejo Interterritorial de este lunes la consejera andaluza, Catalina García, ha recibido el documento que se quería aprobar cuando ya iban 15 minutos de reunión, algo que no les parece serio.