Un mapa «dinámico» de titulaciones universitarias en Andalucía

Con el objetivo de conseguir una mayor empleabilidad e internacionalización, la Junta de Andalucía comienza a poner las bases que guiarán la política universitaria de los próximos cinco años. El Consejo de Gobierno aprobó los primeros pasos de la Estrategia Universitaria de Andalucía que contempla, entre otras acciones, un mapa «dinámico» de titulaciones basado en criterios de «oportunidad, capacidad, demanda y territorialidad», según aseguró el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos. El consejero criticó que «no podemos tener una acuerdo como el de 2010 entre universidades y Junta y que sea inamovible hasta 2023, cuando esté el nuevo decreto de ordenación de enseñanza». En este sentido, abogó por una oferta más vinculada a los nuevos nichos de mercado, sin obviar carreras tradicionales que, aunque no tengan demasiados alumnos, su permanencia se justifica por motivos académicos. Gómez Villamandos señaló que este mapa deberá revisarse cada dos o tres años, contando siempre con las aportaciones de las universidades. «No podemos estar sometidos a pactos de sangre, ya que perdemos competitividad», lamentó.

Ya en la pasada legislatura el exconsejero Rogelio Velasco abogó por un nuevo mapa de titulaciones universitarias que se ajustara a criterios de eficiencia «evitando la duplicidad de costes». Con esta estrategia, que se formulará en un año mediante un decreto, Andalucía será pionera porque será la primera comunidad autónoma que regulará la enseñanza superior, toda vez que a comienzos de este año la Comisión Europea diera luz verde a la Estrategia Europea para las Universidades.

«Queremos desarrollar todo el potencial de estas instituciones académicas como agentes del desarrollo territorial y social», remarcó el consejero, calificando a las universidades como «palancas de transformación social».

En el plano académico, la estrategia fomentará la incorporación de la formación dual en los grados y másteres «con el fin de acercar más la oferta a la demanda». Con respecto a la internacionalización, se propiciará la movilidad estudiantil con medidas como la mejora del complemento autonómico del programa Erasmus Plus, que aumentará un 10%. Junto a ello, se creará una marca única que identifique la educación superior universitaria de Andalucía «con la excelencia y el acogimiento» y se potenciará la fórmula de los Campus Europeos, una figura que permite estudiar en diferentes universidades de Europa y obtener un título conjunto, facilitando tanto la movilidad de los alumnos como de los profesores.

La estrategia pondrá el foco en la estabilidad profesional y laboral del profesorado universitario, «teniendo en cuenta que las condiciones de trabajo y la cualificación de la plantilla son la clave de la calidad de la enseñanza y la investigación». Entre otras medidas, perseguirá limitar al máximo en las plantillas la figura del profesor sustituto interino, que tiene un carácter temporal y «debe usarse solo para circunstancias coyunturales». El departamento de Gómez Villamandos aboga por sustituirla por los ayudantes a doctores, personas que están desarrollando su carrera docente e investigadora integradas en la propia estructura de la universidad en condiciones de mayor estabilidad.

La marcha de investigadores a otros países es una realidad por las mejores condiciones laborales. La Junta quiere retener el talento en la comunidad autónoma mediante líneas de incentivos para la contratación predoctoral y posdoctoral. Con esta apuesta «se persigue potenciar la excelencia de la carrera investigadora y captar perfiles capaces de realizar aportaciones valiosas».

Rechazo al Estatuto del Becario

El consejero de Universidad, José Carlos Gómez Villamandos, criticó que el Estatuto del Becario se ha elaborado «sin diálogo con el agente principal, las propias universidades», y advirtió de que «hay muchos problemas» a la hora de su aplicación. «Nos alineamos con el sentido común», señaló, no sin antes remarcar que «no solo la CEOE y la CEA están en contra de esta regulación, sino también todos los rectores españoles e incluso la representación estudiantil de las universidades públicas». Gómez Villamandos advirtió además de que el Estatuto del Becario «también pone en grave peligro toda la formación que se hace desde la FP».