El voto rural se convierte en un campo electoral prioritario en Andalucía

Miguel Delibes retrató en «El disputado voto del señor Cayo» el proceso de búsqueda del voto en una villa rural de tres habitantes. Eran las primeras elecciones democráticas a la muerte de Franco y cada sufragio resultaba vital. Casi medio siglo después, en el contexto del malestar rural ante la España vacía, la importancia de cada papeleta del campo cotiza al alza. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, en la anterior campaña de las andaluzas ya se retrató junto a una vaca, con la que bromeó susurrándole si le votaría. Moreno acabó de presidente. Ahora, ante la tormenta perfecta desatada por el ministro de Consumo con las declaraciones a la prensa internacional sobre la calidad de la carne española, el líder del PP-A, entre ganado ovino en Las Gabias (Granada), exigió al Gobierno que rectifique su «ataque a los ganaderos» e incremente las ayudas al sector. Andalucía, destacó, es la tercera comunidad en producción cárnica y la primera en carne ecológica (67%).

El PP ha reforzado su cercanía al mundo rural con sus últimas decisiones. Por un lado, el partido ha presentado una iniciativa en el Parlamento de apoyo al sector en Doñana, con un importante problema con el regadío. El movimiento estratégico del llamado plan de la fresa levantó a ecologistas y a Unidas Podemos, pero su calado ha hecho que el PSOE se ponga de perfil. El secretario general de los populares andaluces, Teodoro García Egea, participó este fin de semana en el congreso del partido en Almonte (Huelva) y, por videoconferencia al final, rechazó una España vacía. Por otro lado, el primer Consejo de Gobierno del año por parte de la Junta se celebró el martes en Almería, otra provincia eminentemente agrícola. Moreno recordó que es el presidente andaluz que más veces ha visitado la provincia como tal. El PP trata de cortar terreno a Vox, que busca la calle (la propia Macarena Olona hoy mismo estuvo en la provincia almeriense y ya ha pasado por Lepe), y al PSOE, muy afianzado en el ámbito de los pueblos incluso años después de que los populares se fueran haciendo con las alcaldías de las principales ciudades. En las últimas elecciones generales, Vox se impuso a los populares en la mitad de las provincias de Andalucía: Almería, Cádiz, Sevilla y Huelva.

La Andalucía vacía copa ya la agenda política. Un total de 421 municipios andaluces ha perdido 175.000 habitantes desde 2001. La provincia de Jaén es la más afectada, según el padrón del Instituto Nacional de Estadística (INE). Por provincias han perdido habitantes los siguientes municipios: en Almería 51 y 6.740 habitantes; en Cádiz, 17 y 30.492, la mayoría de la capital (-23.727 habitantes, -17,2 %); en Córdoba, 58 y 21.595; en Granada, 98 y 43.132, uno de ellos más de la mitad de su población, Arenas del Rey (-67,79 %); en Huelva, 38 y 4.005; en Jaén, 81 de sus 97 municipios han perdido 34.591 vecinos; en Málaga, 42 y 8.180; y en Sevilla, 33 y 26.965, más de dos tercios de la propia capital, según recogió Efe.

La situación del sector cárnico tras las declaraciones del ministro Alberto Garzón ha abierto un caladero electoral antes de lo previsto, ya que la intención del Gobierno andaluz es la de apurar lo máximo posible la legislatura. El presidente de la Junta rechazó desde el área metropolitana de Granada, junto a una explotación extensiva de ovino, el «ataque a los ganaderos» del ministro de Consumo, Alberto Garzón. «Las palabras claramente impropias de Garzón no sólo erosionan la marca España, sino también la marca Andalucía», explicó, reclamando que de manera clara y contundente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, impugne esas palabras y la actitud de una parte de su Ejecutivo. Por su parte, a medio gas desde San Telmo tras su percance antes del pasado Consejo de Gobierno, el vicepresidente Marín señaló que Garzón debería llevar ya «dos años en la calle», pero Sánchez no lo cesa para mantener el «sillón en la Moncloa».

El debate sobre el mundo rural, en cualquier caso, no es nuevo y hace más de una década que el PP disputa el voto rural al PSOE. En 2018, Juanma Moreno animaba a derribar el «mito» del voto rural «propiedad» del PSOE-A. Ahora hay un tercer actor, como Vox, y una variante, los movimientos rurales que plantean presentarse a las elecciones y, sobre todo en las generales, pueden alterar significativamente el escenario.

La agricultura, la ganadería, la pesca, la caza y los toros, así como las infraestructuras, ganan peso hasta el final del mandato. «Al elector sólo hay que decirle tres cosas, así de fácil: primera, que vote. Segunda, que no tenga miedo. Y tercera, que lo haga en conciencia», escribió Delibes en «El disputado voto del señor Cayo». El 30% del voto está en el mundo rural.