«Alpha», un retrato de la cara humana de los bajos fondos

Más allá de realizar una película de acción con matones y criminales, Joan Cutrina lo que buscaba era analizar la parte emotiva y personal de los protagonistas del hampa común. Como buen documentalista, indagaba desde hace años en el funcionamiento de las bandas organizadas dedicadas al narcotráfico en España, hasta que, al entrevistarse con personas vinculadas a este mundo, encontró que la mejor forma de llevar adelante su proyecto era cambiar de formato y producir un guión para una historia de ficción. «Quería hacer un documental que explicara los alcances del negocio de la droga, pero al ver grandes producciones como "Heat", "Colateral", "Ronin", "Donnie Brasco", "Carlito's Way"o "El Padrino", cambié de opinión. Estas películas tienen algo en común y explican la historia del crimen desde una perspectiva interna moral de los personajes, por lo que puede haber una empatía real con el público», afirma Cutrina.

«Alpha» relata la historia de tres amigos que deben separarse en un momento de sus vidas por causas de un golpe frustrado. Ocho años más tarde, el destino los vuelve a unir tras tomar caminos muy distintos. Eric, interpretado por Miquel Fernández, sale de prisión e intenta enderezar su camino alejándose del mundo de la droga. Por su parte, Toni (Alex Barahona) se convierte en policía y Tom (Juan Carlos Vellido) es el capo de una banda de criminales que actúa con la Policía corrupta de la ciudad.

El vicio y la ética

«Haciendo documentales me di cuenta de que dentro de este mundo del tráfico de drogas existen valores universales como la lealtad y la ética, y eso llama mucho la atención», argumenta, e incluso asegura que, «en muchos casos, el comportamiento de los criminales no se aleja de ciertos perfiles reconocibles dentro del mundo de las leyes, la política o la gran empresa». Para Cutrina el único valor diferencial es la violencia. El denominador común es el poder y el dinero. Se trata entonces de una película de acción en la que se demuestra que la ley de la oferta y la demanda, y obviamente el vicio, es uno de los negocios más rentables del mundo. «El ser humano es débil y los vicios existirán siempre. Y también las personas que lo suministran y las que lo impiden», asegura.