Un vuelo de la aerolínea Ryanair con destino a Tenerife desde Edimburgo se vio envuelto en caos y violencia cuando un grupo de pasajeros inició una pelea que escaló rápidamente hasta convertirse en una confrontación física a bordo. Testigos informan que la situación se tornó aún más alarmante cuando algunos individuos comenzaron a usar botellas como armas improvisadas.

La tripulación de Ryanair, a pesar de sus esfuerzos, no pudo contener la situación, lo que llevó al piloto a tomar la decisión de desviar el avión hacia el aeropuerto de Oporto, en Portugal, para realizar un aterrizaje de emergencia. Una vez en tierra, las autoridades portuguesas intervinieron rápidamente y detuvieron a varios implicados en la pelea.

Este no es el primer caso de violencia registrado en este trayecto. Tan solo días antes, otro vuelo en la misma ruta se vio afectado por una pelea entre dos pasajeros, lo que también requirió la intervención de las autoridades. A pesar de estos contratiempos, el vuelo pudo finalmente continuar hacia su destino final, Tenerife, aunque con un retraso considerable y con pasajeros perturbados por la experiencia vivida a bordo.