Un conjunto de magníficos edificios históricos conforman (además de un cuidadísimo jardín que parece envolver este idílico espacio urbano) uno de los grandes hoteles boutique de lujo de la capital portuguesa.

Los que conozcan Lisboa saben que esta cosmopolita urbe tiene la particularidad de su singular orografía debido al número de elevaciones existentes. Por esta razón, es conocida como “A Cidade das Sete Colinas”. Esto nos permite disfrutar de espectaculares “miradouros” como el de Torel.

Es aquí donde descubrimos este impresionante hotel que parece dominar con la vista parte de la ciudad de Lisboa.

Esta inmejorable ubicación, la multitud de prestaciones que ofrece y un muy esmerado servicio logran hacer de Torel Palace Lisboa un verdadero embajador en el arte de recibir y hospedar. Un perfecto anfitrión que despliega lo mejor de sí para disfrute del huésped.

Completamente reformado y con todo tipo de comodidades, ha sabido respetar, recordar y homenajear la historia de estas paredes. Cada habitación tiene su propia identidad contando con una decoración diferencial que la hace única y especial.

Casi cuarenta habitaciones (entre suites, apartamentos y una villa) en los que reyes, reinas e infantes de diferentes periodos de la historia de Portugal están presentes dando nombre a muchas estancias. Por citar un ejemplo, los reyes, en el edificio azul, y las reinas, en el edificio rosa.

Torel Palace Lisboa enamora a primera vista. Causa un rápido idilio con el huésped que se va afianzando a medida que conoce rincones, estancias y experiencias. Más que un hotel, un emblema en el lujo, en la exclusividad y en la elegancia.

Otra de las grandes virtudes de este cinco estrellas, además de sus pocas habitaciones (lo que permite un trato más cercano), son sus vistas. Al erigirse en una de las zonas altas de la capital, regala unas panorámicas sin igual. Mires por donde mires.

¿Imaginan el privilegio que supone levantarse, abrir la ventana y disfrutar de Lisboa como fondo de este preciso “óleo urbano”?

Cuando utilizamos la palabra prestigio, hacemos referencia a una buena reputación o a una valoración positiva de algo. Pues bien, trascurridos más de diez años desde su inauguración, allá por el 2013, es totalmente acertado decir que este “prestigioso” hotel está asentado en el pódium de los grandes de Lisboa. Los argumentos, como voy describiendo, son muchos y contundentes.

Buen servicio, una sobresaliente apuesta gastronómica a través de sus dos restaurantes (Black Pavillon y 2Monkeys), bar/terraza, dos piscinas exteriores, cuidado jardín, tienda, aparcamiento, servicio de masajes, sala privada para reuniones y eventos, impresionante desayuno buffet, un entorno mágico y con historia, una muy estudiada decoración que no pasa desapercibida, atención personalizada, amenities de primer nivel, amabilidad del personal, el regalo de unas magníficas vistas o un excelente emplazamiento son algunos de los pilares para garantizar una experiencia inolvidable en un oasis de tranquilidad en medio de la bulliciosa Lisboa.

Reitero que la ubicación es envidiable. Apenas cinco minutos, si utilizamos el elevador de Lavra (el más antiguo de la ciudad), y estamos en la céntrica “avenida da Liberdade”.

Tan excepcional hotel y tan incuestionables prestaciones lo ha hecho acreedor, entre otros premios, del Haute Grandeur 2023 Global Awards.

Imposible, pues, resistirse a la tentadora exclusividad y encanto de un hotel con carácter propio. De los que dejan huella. Algo más que las cinco estrellas al uso

En definitiva, reúne todos los requisitos para una estancia de ensueño.

Todo un descubrimiento y un envite seguro para quienes busquen la inigualable atmósfera que se respira en un hotel boutique de lujo donde, hasta el más mínimo detalle, ha sido estudiado.

Web: www.torelpalacelisbon.com