Gastronomía
Un recorrido por los deliciosos sabores de Aranjuez
La gastronomía de esta ciudad es, junto a su Paisaje Cultural, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco, uno de sus grandes tesoros
A orillas del río Tajo y del río Jarama, a solo 40 minutos del centro de la capital de España, Aranjuez aguarda a los turistas con un impresionante patrimonio histórico y natural. Declarado Patrimonio Mundial por la Unesco en el año 2001, el Paisaje Cultural de esta ciudad es realmente impresionante. Su majestuoso Palacio Real, construido en el siglo XVI, resulta característico del clasicismo de los Austrias con alternancia de piedra blanca y ladrillo, y cuenta con estancias célebres, como el Tocador de la Reina, el Salón de Baile, el Gabinete Árabe, el Chinesco o el de Porcelana. Mención especial merece la enigmática Sala de los Espejos (o pieza de vestir del Rey), una cámara de Carlos II que, como su nombre indica, destaca por sus grandes espejos, decorados con piezas de orfebrería.
Y qué decir de sus jardines, los mayores del sur de Europa, con más de 111 hectáreas visitables… Los Jardines del Príncipe, de la Isla, del Parterre y de Isabel II son algunos de los espacios naturales por donde paseaba la realeza durante su estancia en este «Real Sitio»; enclaves bucólicos, de gran belleza paisajística, perfectos para respirar aire puro. El visitante puede recorrer sus imponentes fuentes históricas, entre las que destacan la Fuente de Hércules, la de Ceres, la de Hércules e Hidra, la del Reloj o la del Niño de la Espina.
Es innegable que Aranjuez cuenta con un incalculable valor artístico, cultural y ecológico, ofreciendo infinitas posibilidades a los amantes de la historia, pero estos no son ni mucho menos sus únicos atractivos de este lugar. Además, cuenta con una rica gastronomía local, que invita a reponer fuerzas después de una jornada turística cargada de emociones.
La oferta culinaria de este destino se distingue por el uso de productos frescos y de proximidad, cultivados en la fértil vega del río Tajo. La huerta es el corazón de la gastronomía de Aranjuez. De hecho, el turista tiene la posibilidad de visitar alguna de ellas para descubrir todo lo que tiene que ofrecer. Los espárragos, las fresas y los tomates son algunos de sus productos estrella. Estos ingredientes no solo son frescos y sabrosos, sino que también reflejan el compromiso de la ciudad con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente.
Todos estos productos están muy presentes en los fogones de los restaurantes más representativos de la localidad. Casa Pablo, Casa José, Aguatinta, Carême, Casa Delapio y A Terra Delapio son algunos de los establecimientos que otorgan gran relevancia a los deliciosos productos recolectados en las huertas cercanas.
Los amantes del vino también están de suerte. Aranjuez también ofrece experiencias enológicas únicas que permiten a los visitantes sumergirse en el mundo del vino. La bodega Real Cortijo de Carlos III, situada a pocos kilómetros de la ciudad, ofrece visitas guiadas y catas de vinos en un entorno histórico. Aquí, se puede aprender sobre el proceso de vinificación y disfrutar de maridajes con quesos locales.
Otra opción es visitar las bodegas de El Regajal, donde se pueden degustar vinos de alta calidad y conocer la tradición vitivinícola de la región. Estas experiencias no solo enriquecen la visita a Aranjuez, sino que también permiten a los visitantes llevarse un pedacito de la ciudad en forma de vino.
Una vez que el paladar y el estómago estén satisfechos, el visitante puede aprovechar para disfrutar de otros atractivos turísticos de la ciudad. Perderse por el centro histórico para descubrir lugares tan emblemáticos como el Teatro Real Carlos III, la Plaza de la Iglesia de San Antonio, el Palacio de Godoy, el Real Convento de San Pascual o el Mercado de Abastos es una buena alternativa. Otra buena opción puede ser hacer una parada en el Museo de Falúas Reales. Ubicado en los jardines del Palacio Real, alberga una impresionante colección de embarcaciones fluviales utilizadas por la realeza española. Una parada obligada para los amantes de la navegación.
Subirse al Tren de la Fresa es otra experiencia memorable. Este ferrocarril turístico que opera desde 1984, ofrece un viaje pintoresco desde Madrid hasta Aranjuez, recreando la forma en que se viajaba en el siglo XIX. Es una excelente forma de comenzar o terminar una visita a la ciudad, combinando historia y diversión.
Si desea disfrutar de una experiencia única, completa y enriquecedora, no puede dejar escapar esta joya del sur de Madrid. Ya sea paseando por sus majestuosos jardines, degustando platos elaborados con productos locales o disfrutando de una cata de vinos, Aranjuez ofrece una experiencia inolvidable para los sentidos.
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