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Bakú, a todo gas
El deporte es la excusa para descubrir una ciudad del futuro que no pierde sus raíces.
El deporte es la excusa para descubrir una ciudad del futuro que no pierde sus raíces.
Hay maneras y maneras de situarse en el mapa. Azerbaiyán, cuyas dos terceras partes del territorio son yacimientos de gas y petróleo, ha encontrado en el deporte el vehículo ideal para trascender en todo el mundo años después de haber dejado de ser una de las Repúblicas Socialistas Soviéticas. Independiente desde el 30 de agosto de 1991, fue en su origen (1918) la primera república democrática del mundo islámico; hoy es una república presidencialista bajo el manto de Ilham Aliyev, que sucedió a su padre, Heydar, al frente del Gobierno.
La capital es Baku, «la perla del Mar Caspio», con cerca de dos millones y medio de habitantes y un presente y un futuro ligados íntimamente al deporte, gracias a su riqueza energética.
En un país donde el litro de gasolina oscila entre los 20 y los 30 céntimos de euro y falta poco para que salga gas por el grifo –en la periferia de la ciudad es tan fácil encontrar una máquina extractora de gas o de petróleo pegada a la vivienda como un pozo de agua en el ámbito rural español– el dinero es el maná, en realidad, el manat azerí, que así se llama la moneda local, que al cambio viene a ser como el euro. Con todas esas posibilidades, infinitas, Baku va a ser, entre el 12 y el 28 de junio de 2015, sede de los primeros Juegos Europeos; acontecimiento deportivo que no alcanza el nivel de unos Juegos Olímpicos, pero sí que supera a los del Mediterráneo, por ejemplo. En diciembre de 2012, la ciudad fue designada para organizarlos y en un tiempo récord (28 meses) los va a poner en marcha. Montar unos JJ OO exige un periodo no inferior a siete años para edificarlos, comercializarlos y organizarlos. Cada día nos llegan noticias de las dificultades de Río para sacar adelante los de 2016. Atrasos considerables y aquel paraíso que vendió, muy bien, por cierto, Lula da Silva en Copenhague (2009), hoy está más próximo a la utopía que a la realidad. La capital de Azerbaiyán es todo lo contrario, hasta tal punto de que en sus rincones y avenidas ya se respiran los Juegos.
Circulan por las calles de Baku 1.500 taxis que son un calco de los de Londres, porque así lo quiso la primera dama, señora de Aliyed, que los importó de China, todos pintados de morado con el logotipo de los Juegos Europeos dibujado en los laterales. No es un capricho baladí. Todo forma parte de la imagen que esta urbe quiere ofrecer al mundo y de un país que da pasos agigantados para acercarse a Europa y a Occidente; aunque en algunos aspectos ya está a la altura –precios similares a España en alimentación y ropa, por ejemplo– y en otros, como en el fútbol, muy lejos: la entrada para ver un partido del Neftchi en Liga de Campeones cuesta ¡2 euros!
Las instalaciones para acoger los primeros Juegos de Europa están o muy avanzadas o prácticamente terminadas. Llama la atención que teniendo un estadio tan coqueto y aparente como el Tofiq Behramov –nombre del juez de línea que en la final del Mundial del 66 concedió el gol fantasma de Hurst e Inglaterra se impuso 3-2 a Alemania–, con capacidad para 30.000 espectadores, estén construyendo el Estadio Nacional para 68.000 almas. También a estrenar, el National Gymnastics Arena (un lujazo), el Centro Acuático, el Velódromo BMX y el Centro de Tiro. El Palacio de Cristal, donde se celebró el festival de Eurovisión en 2012, también acogerá diversos deportes y están levantando instalaciones temporales para otros.
Para 17 días de competición, en Baku habrá una veintena de deportes representados (25 especialidades), 16 de ellos, olímpicos, y nueve de éstos servirán para obtener plaza en Río (tiro con arco, atletismo, ciclismo –BMX, mountain bike y carretera–, tiro olímpico, natación –con waterpolo, saltos y sincronizada–, tenis de mesa, taekwondo, triatlón y voleibol). El resto, bádminton, baloncesto 3x3, fútbol playa, boxeo, piragüismo, esgrima, judo, karate, lucha (libre y grecorromana), sambo, y gimnasia (artística y rítmica). La previsión de atletas es de 6.076, más 3.038 técnicos, a quienes se añaden un millar de jueces internacionales, 650 árbitros locales, 750 periodistas y otras 800 personas encargadas de la producción televisiva para la difusión del acontecimiento. La Villa Olímpica es nueva, 13 de edificios de entre 10 y 15 plantas, 1.042 apartamentos de 190 metros cuadrados cada uno con dormitorios de 22 m2. Total: 7.718 camas. La Villa de Medios dispondrá de 1.464 dormitorios. La habitación doble, 65 euros; la individual, 50; ambas, con desayuno incluido. El menú, entre 8 y 10 euros. Los hoteles, entre 48 y 155 euros. Los transportes públicos, gratuitos, como las conexiones a internet. Habrá wifi en autobuses y los taxistas recibirán, de aquí al 12 de junio, clases de inglés avanzado, lo imprescindible para que el visitante encuentre su destino y sepa lo que tiene que pagar. Por cierto, el precio medio por carrera en la ciudad es de dos euros.
En un país con casi diez millones de habitantes, con un paro irrelevante en torno al 1/2%, que ha creado miles de puestos de trabajo en la construcción de infraestructuras de Baku, llama la atención, por ejemplo, que el BMW Serie 5 sea el automóvil que utiliza la Policía. Y así como viejos Ladas de la época soviética circulan todavía milagrosamente, lo que se abre paso es un parque móvil emergente con vehículos de alta gama. En la Avenida Neftchikar, la más importante de la ciudad, se suceden las tiendas de lujo, donde se mezclan las de Ferrari y Bentley con las firmas más exclusivas y punteras de la moda.
Baku avanza repleta de fondos –se calcula que la inversión para organizar estos Juegos ronda los 11.000 millones de euros–, a todo gas e imparable. Organizará en 2016 el Mundial de Ajedrez, acogerá sendos Grandes Premios de Fórmula Uno en los tres próximos años; y los Juegos Islámicos, y será una de las sedes de la Eurocopa 2020. En 2009 se presentó para los JJ OO de 2016 y no pasó el corte. Lo va a seguir intentando para 2024 y si es necesario, para 2028.
En este país de contrastes, en la «Tierra de Fuego» que anuncia el Atlético de Madrid en la camiseta, aunque la rosa del Madrid se vende como churros, el ministro del ramo exige en los locales cerrados donde se demanda su presencia una temperatura de 18 grados. El éxito de estos primeros Juegos Europeos parece garantizado. De la organización se encarga la empresa norteamericana Broad Stone Group, que tiene a 250 empleados altamente cualificados en Baku para poner en marcha el proyecto y enseñar el camino a 750 azeríes.
Datos prácticos
► Cómo llegar: desde España lo más cómodo es volar hasta Estambul. Desde la capital turca algunas aerolíneas tienen conexión directa con Baku.
► Dónde dormir: una de las tres Flames Towers alberga el hotel Fairmont, un lujoso alojamiento de cinco estrellas que hace las delicias del viajero.
► Más información: en la página web www.baku2015.com.
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