Viajes

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe

Es el destino ideal para aquellos viajeros que busquen el relax, combinando visitas culturales con playas y calas de ensueño. Pocos lugares en España desprenden tanta magia e intimidad como esta isla

El sur de Menorca se caracteriza por sus acantilados, barrancos cubiertos de pinos y calas de arena dorada
El sur de Menorca se caracteriza por sus acantilados, barrancos cubiertos de pinos y calas de arena doradalarazon

Menorca es sin duda la isla más bonita de las Baleares. Calas de ensueño, monumentos culturales, una biodiversidad ambiental envidiable y puestas de sol mágicas son algunos de los atractivos que ofrece esta isla del Mediterráneo al turista.

Se trata del destino ideal para aquellos viajeros que quieren descansar combinando visitas culturales con playas que poco tienen que envidiar al Caribe. Pocos lugares en España desprenden la magia y la intimidad que se respira en los rincones más románticos de Menorca. Además, si te gusta la acción, también puedes disfrutar de alguna de sus múltiples rutas de senderismo, cicloturismo y submarinismo.

Puerto deportivo de Ciudadela
Puerto deportivo de CiudadelaDreamstimeLa Razón

Menorca mantiene intacta toda la magia heredada por sus antepasados. Las piedras que cubren gran parte de la isla, sus construcciones megalíticas y sus fortificaciones aún a día de hoy cautivan a todo el que se acerca a conocer los entresijos de una isla que es un auténtico museo al aire libre. A través de sus monumentos podemos viajar al pasado y descubrir un vasto patrimonio histórico que cuenta con más de mil monumentos prehistóricos, cuevas artificiales, restos de la época romana y vestigios del periodo islámico, así como estructuras de iglesias paleocristianas.

Sorprende que, en sus escasos 700 km² de extensión, la isla albergue una representación de casi todos los hábitats propios del Mediterráneo: barrancos, cuevas, zonas húmedas integradas por charcas, lagunas y marismas, islotes…La región norte, la más agreste, ofrece playas de arena rojiza y paisajes de gran belleza, mientras que al sur el relieve es mucho más suave y la costa aparece recortada por acantilados, barrancos cubiertos de pinos y calas de arena dorada. Una mezcla de contrastes que agrada a cualquier visitante.

¿Qué ver?

• Binibeca

Nos encontramos ante uno de los lugares más turísticos de la isla. Este pueblo de pescadores fue construido en 1972. Sus calles estrechas y sus casas encaladas (que parecen sacadas de una postal) forman un laberinto en el que desearéis perderos durante un buen rato.

Binibeca
BinibecaDreamstimeLa Razón

• Cova d’en Xoroi

Es la cueva más visitada de Menorca. Es un lugar lleno de misterio y de leyendas que fue el antiguo refugio de un pirata superviviente de un naufragio y que actualmente se ha convertido en la discoteca mas famosa de la isla.

Cova d’en Xoroi
Cova d’en XoroiDreamstimeLa Razón

Cuenta con varias terrazas y miradores a diversas alturas. Su situación privilegiada junto a un acantilado, las mágicas puestas de sol del mediterráneo y la música chill out hacen que el atardecer sea el mejor momento para visitarlo.

• Ciudadela

Recorrer las calles estrechas del casco histórico de Ciudadela evoca pasión y sensualidad, pasear por el puerto hasta el Castillo de San Nicolás, hacer un alto en el camino y tomar una cerveza en la Plaza del Borne o en la Plaza de Ses Voltes, son algunas de las cosas que podrás hacer en Ciudadela.

Ciudadela
CiudadelaDreamstimeLa Razón

• Monte Toro

Es el punto más alto de Menorca con 358 metros. Desde allí se puede divisar todo el contorno de la isla y, si el día es favorable, se puede llegar a ver Mallorca. Aquí encontraréis el Santuario de la Virgen de Monte Toro, construido en el siglo XVII sobre una iglesia gótica. Dentro del santuario se encuentra una estatua de la Virgen tallada en madera.

Monte Toro
Monte ToroDreamstimeLa Razón

• Fornells

Es un pueblo de pescadores al norte de Menorca. Cuenta con un puerto tradicional y una gran bahía de más de 3 kilómetros de longitud. Además, se trata del único lugar de la isla donde degustar caldereta de langosta, uno de los platos típicos de Menorca por excelencia. Cerca de Fornells encontraréis calas muy conocidas como Pregonda y Cavalleria.

Fornells
FornellsDreamstimeLa Razón

• Cova des Coloms

Se trata de una enorme gruta natural de 24 metros de altura, 110 de longitud y 15 de anchura, un tamaño totalmente equiparable al de una gran catedral. Los primeros pobladores de la isla de Menorca escogieron esta impresionante cavidad natural como lugar sagrado. La cueva está situada en el barranco de Binigaus, a 1,6 kilómetros de Es Migjorn Gran, y su acceso es totalmente gratuito.

Cova des Coloms
Cova des ColomsDreamstimeLa Razón

• Cala en Brut

Nuestra cala preferida de Menorca. Situada al oeste de la isla, a pocos minutos de Ciudadela, el principal rasgo característico de este lugar es la ausencia de arena, algo que no le resta belleza. Se trata de una de las calas de rocas más bonitas y especiales de la isla, con aguas tan transparentes y profundas: bañarse en ella es prácticamente como estar flotando en una piscina natural.

Cala en Brut
Cala en BrutDreamstimeLa Razón

Cala en Brut, además de ser el paraíso para hacer snorkel por la gran cantidad de peces que hay, es ideal para aquellas personas que no soportan la arena de la playa y también para los que les gusta saltar desde los acantilados.

• Cala Turqueta

Se trata de una cala virgen de agua turquesa que poco tiene que envidiar a las playas caribeñas. Cala Turqueta se encuentra escondida entre pinos. Para llegar hay que ir en coche y aparcar en el parking del que dispone. Una vez allí tendréis que caminar unos diez minutos para llegar a otro de los paraísos de Menorca.

Cala Turqueta
Cala TurquetaDreamstimeLa Razón

El nombre de Cala Turqueta no fue elegido al azar. Sus aguas azules y su fina arena hacen que el nombre sea un reflejo de la realidad que se esconde en este lugar. Pese a ser una cala virgen, hay baños cerca y socorrista, así como también hay un pequeño chiringuito en el aparcamiento.

¿Dónde dormir?

Si buscas el lugar perfecto para disfrutar del sol del Mediterráneo y de la pura naturaleza de Menorca, tu sitio está en el sur de la isla, concretamente en el Paradis Blau Hotel, cuya decoración entre blancos y azules te invitarán a relajarte en primera línea de la prestigiosa urbanización de Cala en Porter, una idílica playa de aguas cristalinas conocida por la variedad de actividades acuáticas que uno puede disfrutar aquí y por ser la zona con más cuevas marinas de toda la isla.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al CaribeLa RazónLa Razón

Este hotel de 4 estrellas reformado en 2018 goza de una inmejorable ubicación. Dispone de 3 plantas con alrededor de 60 habitaciones dobles, algunas de ellas con vistas al mar, y provistas de aire acondicionado, televisor, baño y un balcón privado por donde dejar pasar la suave brisa que se respira en Menorca, joya indiscutible del mar Mediterráneo.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
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Dentro del Paradis Blau puedes darte un buen chapuzón en su piscina exterior ubicada en la azotea del hotel con servicio de snack-bar, solarium y estupendas vistas de la cala, todo lo que necesitas para olvidarte del estrés acumulado del día a día.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
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El restaurante de este alojamiento ofrece varios servicios de regímenes: podrás saborear un rico y variado desayuno bufé cada mañana con las mejores vistas de Cala’n Porter, incluso añadir la media pensión o pensión completa para degustar sus exquisitos platos frescos, fusionando lo mejor de la cocina mediterránea y local. María y Silvia, encargadas del comedor, nos trataron de forma muy respetuosa pero cercana a la vez. También si lo deseas tienes la posibilidad de disfrutar de un momento distendido en el bar o en la zona chill-out.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
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Por otro lado, si necesitas ayuda turística, el personal del Paradis Blau estará encantado de ayudarte. León, uno de sus recepcionistas de por la mañana, hizo que nuestra estancia fuera de diez, nos robó el corazón. Como menorquín está enamorado y orgulloso de la isla y es muy buen conocedor de toda su historia y sus rincones.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
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Cada día nos preparaba rutas para que no nos fuéramos de Menorca sin conocer todo lo principal y nos aconsejaba hasta dónde comer y en qué lugares ver las puestas del sol más espectaculares.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
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• Kayaks al atardecer

El último día buscábamos despedirnos a lo grande de la isla, así que optamos por coger unos kayaks con la empresa Menorca Xperience, cuyo local está ubicado justo debajo del hotel Paradis Blau. Con ellos disfrutamos de una puesta de sol única e inolvidable junto a la famosa Cova d’en Xoroi.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
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Cuando nos deslizamos sobre el mar a través del kayak lo vimos todo de manera diferente: las formas de la costa, el agua cristalina, las calas que esperan escondidas y la propia caída del sol que nos envolvió lentamente. Era como si se detuviera el tiempo por un instante. Surcando Menorca en kayak uno se integra en el paisaje y pasa a formar parte de la naturaleza.

Menorca, la isla que tiene poco que envidiar al Caribe
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Sin duda, se trata de una experiencia inolvidable a muy buen precio con la que descubrir otra cara de Menorca. Dar las gracias a Ricard, el monitor que cuidó de nosotros durante la realización de la actividad, por la paciencia y la amabilidad que tuvo con nosotros.