Rincón vuelve a Madrid

Concha Velasco sale a escena, pero esta vez escaleras abajo. No se abre el telón, demasiado pronto para una función. Apenas pasan las doce de la mañana. El mediodía. Concha pisa el patio de butacas de un teatro del Canal, en Madrid, y lo hace en compañía. A su lado, en ese descenso de escaleras que les lleve al escenario donde sólo están las estrellas es el maestro César Rincón acompañante y guía. Un paseíllo con compás. Han venido hasta aquí, centro de Madrid, tierra de todos, para recoger premios. Los que otorga la Comunidad de Madrid a la Cultura. No van solos. Diez son los premiados. Nueve en distintas categorías artísticas y uno, un referente musical capaz de traspasar la frontera generacional, recogerá la Medalla Internacional de las Artes: Raphael. Sobran las presentaciones. Punto y aparte. Punto y seguido hoy. El teatro está a rebosar de público. Comienza el espectáculo. Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid, y Ana Isabel Mariña, consejera de Empleo y Turismo, ejercen de anfitriones. Un paso más allá están ellos: los premiados. Abre cartel Concha Velasco, que recoge su premio en la categoría de Teatro. Toda una vida dedicada a él lo merece. Y estrena el evento con un discurso brillante, con chispa y un guiño a todos y cada uno de los compañeros premiados. Sin pasar por alto a Santiago Segura, a quien vuelve a pedir ser «madre de Torrente» o a Raphael, a quien dedica cómplices palabras. Por el mismo atril pasarán Antonio Najarro a recoger su galardón por Danza y quien reivindica «la danza española capaz de llenar teatros por todo el mundo». Pablo Heras-Casado recibe el Premio Música 2013. «No somos un arte de masas y necesitamos visibilidad», apuntó al recogerlo. De Madrid habló Lorenzo Silva, premio Literatura, «Madrid es un lugar que merece la pena contarse». Fuertes ovaciones también recibieron Juan Uslé, que recogió su galardón en la categoría de Artes Plásticas; Javier Campano, por Fotografía y Juan Luis Arsuaga por Patrimonio Histórico. A Santiago Segura, que subió al escenario por su faceta cinematográfica, le hizo falta tres segundos para sacar las primeras sonrisas al público. A pesar de su inconfundible tono, argumentó que «la Cultura es lo que nos diferencia de los animales, y de los ultras». El maestro colombiano César Rincón subió a recoger el de Tauromaquia por su trayectoria en los ruedos y su apabullante paso por la Monunental de Las Ventas con un hecho arrollador: cuatro Puertas Grandes consecutivas por la Puerta Grande. «Yo también soy madrileño, aunque sea emigrante. Me acuerdo de que una vez le preguntaron a Pepe Dominguín por lo de Rincón en Las Ventas y respondió que eso era como hablar con Dios y que te contestara». El torero no se olvidó de los novilleros colombianos, que se han puesto en huelga de hambre para salvar la plaza bogotana: «Han sido capaces de despertarnos la sensación de pertenencia. Nos pertenece la libertad de vivir los sueños”, concluyó el torero.

Poco le quedaba al acto. Pero en el tramo final, antes de que las luces se apagaran, la dilatadísima carrera de Raphael recogió la Medalla Internacional de las Artes. «No formo parte del pasado, formo parte del futuro», dijo el artista.

El presidente de la Comunidad de Madrid fue el encargado de cerrar el acto. No sin antes hacer un guiño a la situación que atraviesa el sector: «El IVA es injusto y contraproducente para la Cultura. Una fiscalidad más reducida haría que los resultados mejorasen», concluyó. Era el fin, sin gala, de los reconocimientos. Los premios al año 2013 quedaban atrás a pocos días de que el 2015 se nos venga encima.