Ronda
Paco Ojeda: «No torear estos dos festivales es un jarro de agua fría muy grande»
El torero y rejoneador, que tiene «fuertes dolores e inflamación» en la espalda, asegura que su regreso «no fue tan bonito como se pintó»
Paco Ojeda no podrá actuar finalmente en el festival de este domingo en La Puebla del Río en el que tenía previsto volver a torear a pie años después al resentirse de su espalda en la que tiene «fuertes dolores e inflamación», contratiempo que supone un «jarro de agua fría muy grande» para el torero.
«Estaba deseando que llegara el domingo y esta recaída me rompe ilusión, porque estaba convencido de que iba a pegarle 10 o 12 muletazos de los míos de antes al novillo y ahora esos pases se quedan directos en el baúl, así que me apena mucho no poder compartirlos con los aficionados», comenta Paco Ojeda, que definió lo que viene por delante como otro «chaparroncito».
Con su habitual humor explicó que está «averiado». «Lo he intentado con todo el amor de mi corazón, pero no hay manera, porque no puedo ni tan siquiera coger la muleta y sostenerla... Casi era mejor no saber lo que tenía, porque ahora que me lo han explicado bien a conciencia estoy más preocupado de verdad», reconoce el matador de toros y rejoneador gaditano que no oculta su decepción tras probarse en el campo.
«Después de superar un momento tan complicado con la enfermedad, me vi muy bien y creía que podía hacer más cosas de las que mi cuerpo me permite, he encadenado tres tentaderos seguidos y la espalda ha dicho basta para un buen tiempo... Por lo menos, hasta ver cómo me encuentro después de la operación», supedita un Ojeda que también se perderá el festival de Beaucaire (Francia), donde también tenía previsto actuar a pie.
El maestro de Sanlúcar se encuentra en reposo absoluto después de ser examinado por el doctor Trujillo, el mismo que le operó años atrás de su grave lesión medular. En las próximas semanas, desaparecida la inflamación, será sometido a una nueva operación para proteger los músculos y colocar una placa que cubra la parte de vértebra que le fue retirado en la anterior intervención.
«Estaba deseando torear estos dos festivales porque era algo más alegre, más bonito, y sin la exigencia que tenían Ronda y Nimes, ideal para sentirme, por eso quería desquitarme y estaba convencido de que podía disfrutar hasta que disfrutara el público conmigo, porque la aventura de volver en esos dos carteles, sin querer entrar ahora en lamentaciones ni penas, no fue tan bonita como se pintó...», reflexionó Ojeda en voz alta.
Y es que el diestro lamentó «la presión y la celeridad» que tuvo que soportar antes de sus dos actuaciones, ya que esperaba dos tardes mucho más «agradables». «A estas alturas yo no busco reivindicarme para lograr diez o veinte contratos más, no lo ambiciono, sólo busco saborear mi profesión desde la experiencia que puedo aportar con el toreo que he vivido todos estos años, el poso que deja tantas temporadas y, por desgracia, hubo cosas que no salieron como pensaba», lamentó.
«Para estos otros dos paseíllos he tenido más tiempo, el compromiso es también más festivo y he tenido margen para preparar siete u ocho caballos de casa que me hacía ilusión probar en la plaza», añadió disgustado. «En Ronda, por ejemplo, no pude utilizarlos; es más, el caballo que use para dar muerte a los tres toros del mano a mano lo conocí ese mismo día en el patio de caballos: ni lo había probado ni sabía como se llamaba siquiera...», habla sobre «Treintaytres», montura utilizada en la Goyesca en el último tercio.
Su lugar en el festival de La Puebla del Río será ocupado por la joven amazona gala Lea Vicens, mientras que Julio Aparicio hará lo propio en el de Beaucaire en tierras francesas.