Melilla
Melilla, mucho más que una tarde de toros
La empresa Reservatauro y la Ciudad Autónoma de Melilla han organizado un mano a mano al alcance de todos para el próximo jueves, que celebra el 70 aniversario de la «Mezquita del Toreo»
Ahora que la identidad nacional está puesta interesadamente en el ojo del huracán, y que parece que sólo se pueda manifestar un orgullo de boca pequeña, fuera de nuestra península, en el aparentemente ajeno continente africano, van y lucen la bandera española sin ningún tipo de complejo.
Y es que en la Comunidad Autónoma de Melilla se han propuesto este año convertirse por al menos un día en la capital del toreo. La plaza bautizada por el cronista Gregorio Corrochano como la «Mezquita del Toreo» acoge en su setenta aniversario un cartel que no puede ser más
atractivo, con una historia que contar.
El 7 de septiembre se lidiarán allí toros de Manuel Blázquez en un mano a mano entre Juan Mora y Antonio Ferrera, dos toreros de enorme verdad, que después de haber pasado por momentos duros, serán los protagonistas de una tarde que irá mucho más allá de una corrida de toros, en el
último reducto taurino del vecino continente africano. La ciudad de Melilla está volcada con esta cita, un evento único que su población ya espera con gran emoción. El día en que disfrutan de su fiesta nacional y abren sus puertas al resto de España y mundo taurino, para que todos puedan descubrir esta singular ciudad enclavada en el norte de África.
Hablamos con el promotor de esta original iniciativa, el matador de toros rondeño Rafael Tejada y con el Presidente de la Ciudad Autónoma de
Melilla Juan José Imbroda. Ambos nos explican con entusiasmo cómo surgió la propuesta y las expectativas que tienen sobre ella. El empresario de Reservatauro se encuentra muy expectante, a tan sólo algunos días de uno de los acontecimientos taurinos de la temporada, especialmente al ser este festejo el primero que su empresa gestiona. El diestro justifica por qué se atrevió a dar el salto a gestionar este coso tan particular: «Contaba con la ventaja de conocer la ciudad desde hace más de 20 años, de hecho, he actuado allí en los tres escalafones. Además siempre me he involucrado mucho con su actividad taurina, ya que creo que debemos reconocer el gran esfuerzo que las instituciones de allí hacen por mantener viva la llama de la tauromaquia». Este mano a mano tan especial no es el pimer hito de este coso. Su camino comenzó el 6 de septiembre de 1947 de la mano de Domingo Ortega, «Gitanillo de Triana», Luis Miguel «Dominguín» y Parrita, que fueron los encargados de inaugurar esta plaza catalogada como de segunda categoría y con capacidad para 8.000 asistentes. Aunque pocos saben que el malogrado torero Manolete era originalmente el destinado a dar la apertura, tan sólo unos días después de que el miura «Islero» lo impidiese hace siete décadas en la Plaza de Toros de Linares. A esta lista se suman otros grandes toreros de la talla de Paquirri, El Cordobés, Palomo Linares, Cristina Sánchez, o el primer indulto en esta plaza, por El Fandi en 2013. Todos ellos ayudaron a escribir en blanco y oro la historia de este singular escenario.
También revela cómo vive esta doble faceta de empresario y matador de toros en activo: «Algunos pensarían que aprovecharía esta oportunidad para anunciarme en el cartel, pero nunca se me pasó por la cabeza. El festejo que hemos diseñado fue la primera y única idea, ya que me parecía la propuesta ideal para esta plaza y su afición.
Sin duda, esta nueva empresa gestora ha supuesto un gran cambio en la dirección de la plaza, ahora se persigue la meta de convertir una iniciativa local en una repercusión global. «El proyecto con el que inauguramos nuestra gestión, es más peculiar y ambicioso que nunca, intentando atraer a todo el público taurino más allá de nuestras estrechas fronteras. Abrimos nuestras puertas al resto de la afición taurina, para que el festejo también signifique una promoción de Melilla, con proyección nacional e internacional». El Presidente de la Comunidad Autónoma asegura que tanto la empresa como ellos, han hecho un gran esfuerzo para que los precios no sean un problema, ya que está demostrado que cuando se ofrecen iniciativas asequibles la afición taurina responde muy agradecidamente. «Con este festejo nuestra prioridad no es ganar dinero, por ello hemos puesto unos precios muy populares, ya que entendemos la fiesta como un espectáculo de interés cultural del que debe poder disfrutar todo el que lo desee».
A pesar de la gran ilusión que tenían desde Reservatauro por este estreno en la dirección de una plaza, eran conscientes de que el hecho de ser noveles en esta disciplina, podía suponer un obstáculo. Sin embargo, la respuesta del público no sólo ha cumplido, sino que ha superado sus expectativas. «Lo que más nos ha asombrado es la gran cantidad de gente desde fuera de Melilla, incluso desde Francia y Portugal, que está solicitando los paquetes turísticos que sacamos desde 167 euros, un precio asequible para cualquier bolsillo. Incluso algunas de estas atractivas ofertas están agotadas desde hace tiempo. Estoy convencido de que la plaza va a presentar una entrada muy cercana al lleno».
De la misma forma, desde la organización del evento fueron conscientes de que la lejanía, el transporte y el precio final podían ser los otros grandes inconvenientes de este proyecto. Por eso se ha convertido su tradicional corrida de toros en un acontecimiento taurino y cultural a todos los niveles. «Es evidente que no sólo estamos ofreciendo un festejo taurino, sino un viaje, una experiencia en la que conocer esta región de España incomparable, y disfrutar de una gente y un clima excepcionales. No sólo es ver una corrida de toros».
Para la ciudadanía melillense esta es una de las citas más importantes del calendario, ya que el toreo es uno de los aspectos que hace que el
estrecho que le separa del resto de España sea todavía más delgado. De hecho, cada año celebran al menos dos festejos taurinos, que suelen ser una novillada y una corrida de toros, aunque esta vez el mano a mano irá acompañado de un festejo popular. Juan José Imbroda confirma este gran vínculo entre la cultura taurina y Melilla, que se remonta al siglo XIX, cuando contaban con dos plazas de toros. «Aquí siempre se han celebrado corridas de toros, vivimos el toreo como nuestra fiesta, y desde las instituciones haremos todo lo posible por cuidarla y fomentarla. No podemos permitir que perdamos un elemento tan identitario e inalienable de nuestra cultura como la tauromaquia».
Juan Mora y Antonio Ferrera serán de los pocos diestros que puedan decir haber toreado en tres continentes distintos, mientras los toros seguirán haciendo su anual viaje en barco a la «Mezquita del Toreo».
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