Estreno
«Tripulación perdida»: infancia recuperada
Disney+ estrena hoy esta nueva serie del universo Star Wars con tintes ochenteros y en la que los protagonistas son niños
Cada vez que Disney+ anuncia una nueva serie del expansivo universo de la franquicia Star Wars, los fanes se estremecen. Unos lo hacen por la ilusión de volver a ver una ficción con todos los detalles indispensables, viajes interestelares, razas extrañas y peleas con sables láser, mientras otros temen que sus expectativas se queden en solo eso. Y estrenos anteriores han tenido distintos destinos, y mientras «The Mandalorian» y «Andor» han convencido a crítica y público, «Obi-Wan» y «Ahsoka» han conseguido pasar sin destacar, la penúltima, «The Acolyte», no renovará después de una temporada. La factoría estrena hoy la última incorporación «Skeleton Crew» («Tripulación perdida») la nueva serie de acción real de Lucasfilm, creada por Christopher Ford, Jon Watts y con ni más ni menos que Amblin detrás.
Por si fuera poco esta presentación, «Tripulación perdida está protagonizada por Jude Law, y cuenta con un reparto de jóvenes promesas como Ravi Cabot-Conyers, Ryan Kiera Armstrong, Kyriana Kratter, y Robert Timothy Smith, y veteranos como Tunde Adebimpe, Kerry Condon y Nick Frost. La razón de este «pequeño» reparto es que, por primera vez, una historia de Star Wars tendrá como protagonistas absolutos a niños, con el intento de recordarnos la maravillosa «Los Goonies» de 1985. La trama sigue el viaje de cuatro niños que hacen un misterioso descubrimiento en su planeta natal, aparentemente seguro, y luego se pierden en una galaxia extraña y peligrosa. Encontrar el camino a casa y encontrarse con aliados y enemigos inesperados será una aventura mejor de lo que jamás imaginaron. Después de ver tres episodios, podemos afirmar que mantiene en vilo al espectador, que ya conoce la época en la que se desarrollan los acontecimientos, en la línea de «The Mandalorian» y «Ashoka» y un poco después de «El retorno del Jedi», pero en un mundo completamente aislado de guerras y revoluciones, y por supuesto el Imperio. Tras una vida normal, con clases y obligaciones, se encuentra el afán de exploración y aventura que crearon grandes historias en el cine de los años 80. Si a eso le sumamos el despliegue de efectos especiales propio del universo Star Wars, estamos ante una gran apuesta en la que niños con roles muy marcados emprenden un viaje plagado de piratas, y en el que conocen a un personaje (Law) que parece conocer el camino de la fuerza.
Tampoco hay que olvidar que son niños perdidos, y una parte de la trama, de momento monótona, nos devuelve al planeta, considerado por el resto del espacio como un mito, y guardián de un tesoro, para ponernos los pies en la tierra y recordarnos que irse de casa sin permiso nunca es una buena idea. Nuevas naves, piratas muy malos, y una historia de redención nos transporta a puertos espaciales increíbles en los que veremos cómo se desarrollan tanto los niños más luchadores como los temerosos, o los biónicamente mejorados. Cada personaje aportará su granito de arena para que sea una experiencia inolvidable. Destacar que uno de los personajes, Neel (que no es Rebo ni de su especie), aporta con su miedosa actitud algo de aquel gordi de los muelles de Goon, mientras Jude Law, en el papel de Jod Na Nawood, irá de chulito en un as situaciones en la que los niños están al mando, mientras huye de su pasado. Por supuesto que siempre hay un componente robótico necesario como aliado de la historia principal, y ese es en «Tripulación perdida» SM-33 (Frost), un droide averiado, cascarrabias y casi «Terminator» que aporta humor y protección a las aventuras. Dispersos por el universo, nuestros jóvenes protagonistas conocerán a personajes que les ayudarán, y otros que intentarán matarles para conseguir localizar antes su planeta, pero siempre sin perder la sensación de una aventura en busca de un tesoro, que tan felices hizo a los niños de hace 40 años. Ya avisamos que hay razas, lásers, peleas y mucho humor infantil, y un punto de vista de normalidad en la vida en el planeta que contrasta totalmente con lo que se encontrarán más allá de la barrera. Que nadie se equivoque, «Tripulación perdida» es una serie de niños, pero no es para niños, o sí para aquellos que quieran volver a sentirse así después de cuatro décadas. Quizá algunos un poco más jóvenes consigan acercarse al universo Star Wars con esta serie sin necesidad de verse todas las trilogías en cualquier orden. Confiemos en que cuaje y podamos repetir aquello de que un goonie,nunca dice muerto.
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