Estreno

“Asalto al Banco Central”: Crónica de un jaque al Estado

Sí, se trata de un robo a un banco, pero esta vez la apuesta de Netflix es por la historia, por un hecho que marcó un momento sensible del pasado reciente de España

“Asalto al Banco Central”: Crónica de un jaque al Estado
“Asalto al Banco Central”: Crónica de un jaque al EstadoNetflix

Basta con leer que se trata de una serie sobre un atraco bancario protagonizada por Miguel Herrán, María Pedraza y Hovik Keuchkerian bajo el sello de Netflix, para que el cerebro te lleve indefectiblemente a “La Casa de Papel”. Es inevitable. Como un Déjà vu. Son demasiados puntos en común como para no caer en la trampa. Sin embargo, solo hace falta exponerse unos minutos a la trama de “Asalto al Banco Central” para entrar en otra dimensión. Cuando te quieres dar cuenta ya estás en aquellos años ochenta, sientes la tensión de una recién estrenada y aún frágil democracia, todo huele a tabaco y el espíritu reaccionario te invade un poco. Entonces el Déjà vu se ha roto y has caído en las redes que te tiende la obra de Daniel Calparsoro, que firma una dirección soberbia.

No es fácil conseguir ese efecto, y ese es el primer triunfo de esta miniserie del gigante del streaming que se estrena hoy. Son solo cinco capítulos de poco más de media hora que reviven uno de los capítulos históricos de la nueva España, que sacudieron al país en su momento y que todavía genera más interrogantes que certezas.

Si aún no conoce la historia (no se preocupe, tampoco Miguel Herrán ni María Pedraza sabían que esto había pasado, según confesaron a LA RAZÓN), “Asalto al Banco Central” le hará vivirla en primera persona de una forma tan fiel que, por momentos, llega a parecer un documental, pues concede muy pocas licencias dramáticas, de esas que hacen que este tipo de guiones sean digeribles para el gran público. No le hacen falta, la historia es lo suficientemente sólida como para soportar todo el peso.

Y si todavía no sabe qué pasó aquel 23 de mayo de 1981, este es el meollo del asunto: ese fue el día en que once hombres encapuchados tomaron la sede del Banco Central de Barcelona. Solo habían transcurrido tres meses desde el intento de golpe de estado en el Congreso cuando estos asaltantes irrumpieron en el banco, transformando lo que parecía ser un simple atraco en un auténtico pulso contra la joven democracia española. Con más de 200 rehenes bajo su control, los secuestradores lanzaron una amenaza directa al gobierno: si no liberaban al coronel Tejero y a otros tres implicados en el 23F, empezarían a ejecutar a los rehenes.

Con esto, la tensión está garantizada desde el primer momento, y el equipo liderado por Calparsoro no escatima en detalles. El director comentó a LA RAZÓN que el interés de recrear este hecho histórico recayó en lo único y delicado del contexto: “Nos encontramos en una España que empieza a abrirse hacia la libertad, pero en la que todavía se percibe la posibilidad de perderla. Todo el país está en un momento de celebración, de deseo de vivir la democracia, pero esa euforia se ve amenazada en cualquier momento”. En ese clima de inseguridad y temores latentes, la historia recrea no solo los hechos, sino una época de mucha fragilidad para el país.

El papel de Miguel Herrán, el “Número 1” del atraco, aporta la dosis de misterio y carisma necesarios para mantener el interés sin forzar la empatía del espectador. “Aunque mi personaje sea protagonista, creo que aquí el verdadero protagonista es la historia en sí”, señaló Herrán. Esta perspectiva da un enfoque distinto al típico retrato del héroe o antihéroe; en este caso, lo que más importa es el contexto y la historia colectiva que llevó al asalto.

Por otro lado, los personajes ficticios de Maider y Berni, interpretados por María Pedraza y Hovik Keuchkerian, son dos periodistas que intentan cubrir el caso en plena tensión social y política. Pedraza comentó sobre su personaje que “se trata de alguien muy fuerte, valiente, con un trauma en su pasado que intenta ocultar su fragilidad”, un papel que le permitió explorar aspectos poco comunes de su actuación.Keuchkerian, a su vez, logra transmitir la experiencia y el cansancio de un periodista experimentado que vuelve a la acción en medio de una crisis, sumergiendo al espectador en sus propias contradicciones.

La serie recurre también a una banda sonora que juega con temas icónicos de la cultura pop española de la época, lo que aporta una capa de realismo nostálgico sin caer en el exceso. Todo esto, sumado al cuidado detalle de la ambientación ochentera, crea una atmósfera que logra capturar una esencia histórica que rara vez se explora en las ficciones nacionales. Además, la serie es valiente y se atreve a plantear preguntas sobre el estado de la democracia y la amnistía en España. La serie es una excelente manera de conocer nuestra historia, saber de donde venimos, al tiempo que logra su principal cometido: entretener.

Miguel Herrán: "Gracias a la serie conocí la historia"

En declaraciones a LA RAZÓN, el protagonista de “Asalto al Banco Central”, Miguel Herrán, confesó que solo conoció este hecho histórico "leyendo el guion", y agregó: "es triste que no tengamos una educación que nos enseñe de dónde venimos, que nos obligue a conocernos. Se trata de ese asalto al Banco Central, esa época de cambios, el cierre de una etapa histórica en España y el inicio de otra. Este momento marcó el camino hacia donde estamos hoy como sociedad. Todo parte de ahí, y aunque no se trata de juzgar si estamos mejor o peor, es interesante y necesario ver cómo empezó todo".