Entrevista
Alexandre Rodrigues: «Esto es real, nací en la favela y así se vive»
22 años después, el brasileño retoma el papel que interpretó en «Ciudad de Dios» en «La lucha sigue», la cruda serie de Max
La icónica película “Ciudad de Dios” marcó un antes y un después en la historia del cine brasileño, y ahora, más de dos décadas después, Alexandre Rodrigues regresa al personaje que le catapultó a la fama: Buscapé. En la nueva serie “Ciudad de Dios: La lucha sigue”, disponible en Max, el actor se sumerge de nuevo en las favelas de Río de Janeiro, explorando una faceta más madura y compleja de su personaje. Conversamos con él sobre este emocionante regreso y lo que significa volver a un papel tan emblemático.
Después de 22 años, vuelve Buscapé. ¿Cómo fue tomar esa decisión?
Al principio tuve miedo, lo confieso. Volver a interpretar un personaje tan icónico como Buscapé, con todo lo que representó en su momento, no fue una decisión fácil. Durante años me preguntaron cuándo haríamos una secuela de “Ciudad de Dios”, y yo no tenía una respuesta clara. Sin embargo, una vez que leí el guion de “La lucha sigue”, todo cobró sentido. Pensé, "¡ahora sí!". El enfoque de la serie, que se centra en la fuerza de la comunidad, fue lo que me hizo decir sí definitivamente.
¿Qué fue lo más difícil de retomar el papel?
La mayor dificultad fue conectar con un personaje que ya conocía, pero que, al mismo tiempo, ha cambiado tanto como yo en estos años. Cuando interpreté a Buscapé por primera vez, era un joven tratando de entender el mundo que lo rodeaba, y ahora es un hombre que ha vivido, que ha sufrido, pero que también ha crecido. Explorar sus frustraciones, sus miedos y cómo ha evolucionado fue un desafío muy interesante. Ahora podemos entender mejor sus sentimientos y pensamientos. Eso me dio la confianza para reencontrarme con él.
La serie sigue el legado de la película original, que fue muy realista. ¿Cómo ha sido mantener esa autenticidad, ahora que, evidentemente, hay una trama más trabajada desde la ficción?
La autenticidad es clave, tanto en la película como en la serie. Recuerdo que “Ciudad de Dios” fue tan impactante porque muchos de los actores teníamos una convivencia con ese mundo. No veníamos de la actuación tradicional, sino de proyectos sociales y comunitarios. El director, Fernando Meirelles, decidió trabajar con actores que conocieran la realidad de las favelas, y eso dio un carácter único a la película. En la serie, esa esencia sigue viva. Muchos de los actores volvimos y otros también provienen de comunidades como Cidade de Deus, Vidigal o Mangueira, y eso aporta un realismo brutal porque esto es real, nací en la favela y así se vive aquí.
¿Qué siente al volver a trabajar con ese enfoque comunitario?
Es algo que me enorgullece mucho. Gran parte de mi carrera la construí gracias a los cursos de teatro en mi comunidad. Ver cómo estos proyectos han crecido después de la película y ahora forman parte de esta serie me llena de alegría. Para mí, el trabajo comunitario es un faro, una guía para que podamos desarrollar todo nuestro potencial. Así que volver a este enfoque en la serie es cerrar un círculo, no solo en mi carrera, sino también en mi vida personal.
¿Qué novedades aporta la serie respecto a la película?
Una de las cosas que más me atrajo del guion es que ahora la historia se centra completamente en el poder de la comunidad. En la película, el foco estaba más en la lucha individual de los personajes, pero ahora, veinte años después, vemos cómo esa comunidad ha evolucionado. La serie se ambienta en el nuevo milenio, pero los problemas siguen siendo los mismos: narcotráfico, milicias, autoridades corruptas... La diferencia es que ahora hay un proyecto local para enfrentar estos problemas, y eso crea una narrativa muy poderosa.
¿Qué impacto cree que tendrá esta serie en los espectadores?
Estoy seguro de que, al igual que la película, la serie conectará con mucha gente. Es una historia universal. En todos lados hay periferias, y todas se conectan con lo que contamos en “Ciudad de Dios”. Lo que pasa en Río de Janeiro es un reflejo de muchas otras realidades en el mundo. La serie tiene el potencial de insertar a los espectadores nuevamente en este universo, pero con un enfoque renovado. Creo que la historia es tan relevante hoy como lo era antes.
¿Qué significa para usted este regreso?
Es un cierre de ciclo en muchos sentidos. “Ciudad de Dios” fue un proyecto que me presentó al mundo y que, de alguna manera, definió mi carrera. Volver a Buscapé con una mirada más madura y con una historia tan bien contada es algo que no me esperaba, pero lo agradezco. Esta serie no es solo una continuación, es un homenaje a todo lo que representó la película, y para mí, es un honor poder ser parte de este legado una vez más.
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