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¿Por qué Pepa Romero ha llorado en 'Y ahora Sonsoles'?
La comunicadora está sustituyendo a Sonsoles Ónega en el programa de Antena 3 hasta vuelva de sus vacaciones
En el periodo veraniego es habitual que los medios de comunicación, ante la falta de noticias de calado, apuesten por contar con emotivos testimonios o conmovedoras historias que calen en los corazones de sus espectadores. Un ejemplo de ello se ha vivido recientemente en el programa 'YAS Verano' de Antena 3, donde Pepa Romero, presentadora sustituta de Sonsoles Ónega, no pudo contener las lágrimas ante la emotiva historia del reencuentro entre un padre y su hijo, separados durante 23 años.
El programa, que sigue la estela de 'Y ahora Sonsoles', ha estado ofreciendo historias personales que capturan la atención del público. En este caso, la abuela de Antonio, un joven de 23 años, acudió al programa con la esperanza de reunir a su nieto con su padre, Sadie, a quien no había visto desde su nacimiento. Según contó Sadie en el plató, aunque estuvo presente al final del embarazo, la madre de Antonio decidió que no formara parte de la crianza, lo que le llevó a perder todo contacto con su hijo.
Sadie explicó que había intentado en el pasado acercarse a Antonio, incluso recurriendo a un amigo para localizar a la madre, pero sus esfuerzos fueron en vano. Sin embargo, la abuela de Antonio, arrepentida de que su nieto creciera sin su padre, decidió buscar ayuda a través de la televisión para propiciar el encuentro. Cuando llegó el momento, Pepa Romero salió del plató para acompañar a Antonio, quien estaba visiblemente nervioso y emocionado. El joven admitió sentirse algo "enfadado", ya que había acordado con su abuela que, si llegaba el momento de conocer a su padre, no sería en un plató de televisión. A pesar de sus negativas, accedió a conocerlo y fue llevado al plató.
El encuentro fue profundamente emotivo. Padre e hijo se abrazaron, y las primeras palabras de Sadie fueron de apoyo incondicional: “Aquí estamos para lo que haga falta”. Este momento tan cargado de emoción sobrepasó a la presentadora, quien no pudo evitar las lágrimas. “Perdón, yo también me emociono”, dijo Romero, disculpándose mientras expresaba lo que muchos de los espectadores también sentían. Ya más relajado, Antonio reconoció que no conocer a su padre siempre "le había afectado" y que, a pesar de las circunstancias, sentía que quería "establecer una relación con él". La abuela, que había hecho posible el encuentro, también entró al plató y se unió al emotivo abrazo familiar, visiblemente emocionada por el resultado.