Karlos Arguiñano, la imbatible «Cocina abierta» de Antena 3

Es el cocinero más popular de la televisión. Si por algo se le conoce a Karlos Arguiñano, que lleva la friolera de catorce años consecutivos en Antena 3 enseñándonos a cocinar incluso a los que somos profanos es por traspasar la pantalla y meterse en casa. La espontaneidad, la diversión y hacer lo que le viene en gana en cada momento fue y ha sido su máxima, un gancho con la audiencia que lejos de abandonarle, se mantiene fiel temporada tras temporada. Pasada la década y de camino a los quince, son ya varias generaciones las que han aprendido a desenvolverse entre fogones con su «Cocina abierta». A pesar de llevar tantos años acompañándonos, esta ha sido su mejor temporada y ha hecho historia al llegar a un 18%, lo que supone 877.000 espectadores de media y 1.328.000 espectadores únicos y cierra la temporada a +5,1 puntos de su competidor directo, la cadena de Mediaset, Telecinco, siendo esta su mayor distancia histórica.

La receta del éxito

De hecho, para los locos de los datos, su minuto de oro lo logró el viernes 19 de enero con 1.404.000 espectadores medios, pero, ¿cuál sería la receta que le llevó al éxito? Nada menos que un suquet de rape pasadas ya las fechas navideñas para hacer en ese programa un 19,2% y 1.124.000 espectadores. En cambio, la receta con mayor cuota de temporada e histórica fue el arroz a la zamorana del 5 de abril de este año, en cuota 22,7%. Y así lo valora a LA RAZÓN Carmen Ferreiro, la Directora de Programas de Entretenimiento de Atresmedia: «Los resultados que sigue consiguiendo el programa de Karlos son impresionantes, después de tantos años en emisión. Eso demuestra el cariño y fidelidad del público y que él y todo su equipo saben conectar con los espectadores, con un estilo único y muy cercano. Para nosotros, es una alegría poder contar con él y con todos los que forman parte de ‘Cocina abierta’ porque, más allá de sus estupendos datos y liderazgo de audiencia, llevan a cabo un programa de mucha calidad».

La despedida

Y así es, más allá de las cifras, lo que no ha perdido Karlos es la frescura ni la capacidad para sorprender ni alegrar a la audiencia que le sigue esperando en cada cita. Ya nos avisó el propio Karlos en pasado 2 de julio cuando se emitió el cierre: «Último programa de la temporada, porque en septiembre estamos aquí otra vez», sin alejarse de su habitual tono de humor, cantarín y festivo, como siempre, y casi como una amenaza. Eso sí, después de dejar sobre el plato cocinado su mítico perejil, quiso tener un mensaje para la audiencia de cierre de ciclo: «Me voy a despedir de todos vosotros, no hasta mañana, hasta mediados de septiembre. Si en algún momento alguien se ha sentido molesto con algún comentario mío, pido perdón, como pido siempre», acertó a decir el cocinero.

Lo cierto es que Karlos daba paso así a las vacaciones, más que merecido descanso después de sumar una temporada histórica.

«Es un programa que tiene los ingredientes con los que en Atresmedia intentamos cocinar nuestro entretenimiento. Es familiar, divertido… lo puede ver desde el niño que sale del cole hasta sus padres o sus abuelos. Es un espacio de calidad y vistoso, que cuida su imagen y que se va renovando periódicamente para que el espectador encuentre novedades, siempre manteniendo su esencia. También es un programa que conecta con el público de una manera especial y que se ha convertido en una cita diaria ineludible. Y, por supuesto, al frente de él tenemos un rostro querido y reconocido por el público, como es Karlos, un profesional de gran trayectoria. Como digo, ‘Cocina Abierta’ posee los atributos que buscamos en cualquier formato del entretenimiento de Atresmedia; atributos que nos diferencian y que, por suerte, han hecho que el público convierta nuestro entretenimiento en el más visto de la televisión», recalcó Carmen Ferreiro, y a la vista está que funciona.

La cuenta atrás ya ha comenzado para el regreso tras las vacaciones de Karlos Arguiñano a la parrilla. ¿Con qué nos sorprenderá esta temporada? Guisos y más guisos para todos los públicos, pero si algo saben los fieles es que Karlos es mucho más que un programa de cocina.