
Análisis
El fenómeno San Remo. ¿Por qué sigue siendo el mejor festival?
Olly conquistó el festival italiano con su emotiva canción titulada “Balorda Nostalgia”

La Rai ha anunciado que la presente edición del Festival de San Remo ha batido todos sus récords en redes sociales. Lo hemos podido seguir este fin de semana a través de RAIPLAY e incluso la final RTVEPLAY. Comenzó su andadura en 1951 y aún somos muchos quienes recordamos la canción ganadora, «Grazie dei fior» con Nilla Pizzi. Incontables melodías surcaron los océanos desde entonces, pero quizá «Nel blu dipinto di blu» de Modugno (1958) fue el primer gran éxito. Él y Claudio Villa rivalizaron durante años, alternándose en los primeros premios, hasta que lograron compartirlo con «Addio, addio» en 1962. En 1964 se incorporan figuras internacionales como Frankie Laine, Ben E. King, Frankie Avalon, Paul Anka o Gene Pitney. La lista incluiría más tarde a Louis Armstrong, Dionne Warwick, Udo Jurgens, Petula Clark, Les Surf, Dusty Sprinfield, Pat Boone, Francoise Hardy, Bobby Vinton, Dalida (triste año el del suicidio de Luigi Tenco en pleno festival), Sonny and Cher, The Hollies, Los Bravos, Wilson Picket, Stevie Wonder, Sandie Shaw, José Feliciano, Ray Coniff... Todos arriesgaban su nombre por conseguir una difusión mundial que jamás ha proporcionado otro festival. Tanta era su fama, que hasta Giuseppe di Stefano participó en 1966 y su «Per questo vogio te» fue eliminada a la primera. Perdonen este inciso, pero yo debo mi amor y dedicación a la música a San Remo desde que Gigliola Cinquetti venció con “No tengo edad” y lo vengo siguiendo, año tras año, desde 1965. La canción ganadora se suele llevar al festival de Eurovisión.
Son muchas las reflexiones que surgen ante una manifestación de esta importancia. Lo primero, una organización impecable que jamás hemos visto en España en un acontecimiento similar; en el enorme Teatro Ariston -antes de efectuaba en el Casino- con impresionantes escenografías e iluminaciones, conexiones con plazas en el exterior o incluso actuaciones en un transatlántico de crucero que parecía una ciudad. ¡Cuántos ensayos de orquesta, iluminación y presentación para las 29 canciones finalistas! Duración interminable, la final desde las 20,40 hasta las 02º de la madrugada. La RAI volcada con el festival, dejando sólo para las noticias del día algo más de dos minutos. En las pausas unos anuncios cuya belleza no vemos en España. Carlo Conti, ayudado por Alessandro Cattelan y una pizpireta Alessia Marcuzzi que recordaba a Ana Obregón de joven, sólo tuvieron problemas cuando casi la totalidad del público que llenaba el Ariston mostró ostentosamente su desacuerdo con el resultado. Ganó el joven Olly con su canción “Balorda Nostalgia”, que habla de un sentimiento fuerte y que duele, pero hubieran preferido a Achille Lauro o Georgia. La mayoría de las canciones seguían un mismo patrón (a-b-a-b) empezando por un rap o un medio rap para seguir con otro tema más cantado y potente para repetir ambos y, por ello, sonaban muy parecidas. Lo curioso ha sido la preocupación por temas sociales en las letras. Así la canción “Quando sarai piccola” presentaba una realidad tan cotidiana y dura como el Alzheimer y ganó el premio a la mejor composición en opinión de la formidable orquesta del festival. La de la citada Georgia –“La cura per me”- versaba sobre el amor como cura para el miedo y la soledad y el horrible tema de Lucio Corsi con “Volevo essere un duro” de querer ser eso y ser un mierda… Emocionó a muchos la larga entrevista con el joven futbolista de la Fiorentina Edoardo Bove, que se desplomó en un partido de liga con un paro cardiorespiratorio y que le impedirá seguir a los 22 años. Pero, qué decir de las vestimentas, a cada cual más horrible en la pretensión de originalidad, tatuajes pequeños en las cantantes y muchos de ellos con sus cuerpos totalmente marcados hasta las cejas. ¿Qué pensarán cuando lleguen a los 50? Esa juventud quesólo piensa en el hoy y nunca en el más allá. También hubo ocasión de comprobar lo difícil que les resulta retirarse a las viejas glorias. Massimo Ranieri aún sigue con voz, pero no Iva Zanicchi y muy penoso Antonio Venditi, ambos con premiod especiales a sus carreras. Afortunadamente Mina sigue encerrada en su casa-estudio de Lugano grabando un cd al año. Un grandísimo espectáculo, con canciones para casi todos los gustos, desde la ya antigua de Ranieri a lo más moderno de Kolors. Quizá demasiadas canciones. Uno prefería los años ’60 cuando eran 10 pero con dos cantantes cada una, normalmente un italiano y un extranjero. Así triunfaron en todo el mundo “Volare”, ““You Don’t Have to Say You Love Me” (“Io che non vivo senza te”) y tantas otras. Eurovisión nunca llegó a esto.
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