Declaraciones
El nieto de Julián Muñoz rompe su silencio en "Vamos a ver" y habla sobre su delicado estado de salud
Fran Redondo se emociona al hablar de su abuelo, asegura que la familia lo ha perdonado y esquiva preguntas sobre Isabel Pantoja
El programa "Vamos a ver" contó con la presencia el martes de Fran Redondo, nieto de Julián Muñoz y Maite Zaldívar. A solo cuatro días de la entrevista que sus abuelos concedieron a "De Viernes", el joven acudió al plató de Telecinco para hablar sobre el delicado estado de salud de su abuelo, el exalcalde de Marbella. Redondo fue claro al explicar la situación: "Está bastante regular", admitió, señalando que Muñoz sigue luchando por mantenerse junto a su familia, aunque "ha pasado una noche mala".
Durante la conversación, Fran no ocultó sus sentimientos hacia su abuelo, afirmando que, a pesar de los errores del pasado, la familia ha perdonado a Julián Muñoz. "Él pide perdón todos los días, se siente culpable de muchas cosas, pero nosotros ya lo hemos perdonado", explicó emocionado. El joven aseguró que siempre lo querrá y que, pase lo que pase, Muñoz se irá "en paz". "Estoy superorgulloso de él, y siempre voy a estar con él", añadió con firmeza.
El nombre de Isabel Pantoja no tardó en salir durante la entrevista, pero Redondo evitó entrar en polémicas. "No merece la pena meterse ahí de nuevo", respondió cuando el presentador Joaquín Prat y los tertulianos intentaron tocar el tema. Redondo fue tajante al afirmar que ni él ni sus hermanos sienten curiosidad por la cantante, recordando que su abuela, Maite Zaldívar, lo pasó mal durante esa etapa. Con esta respuesta, dejó claro que no estaba dispuesto a reavivar viejas historias.
Finalmente, el joven habló sobre una foto en la que Pantoja aparece sosteniéndolo en brazos cuando era un niño, una imagen que ha circulado con frecuencia en los medios. "Entiendo que a mi abuela le duela", comentó, pero aclaró que en ese momento solo tenía tres años, restando importancia al tema. Con sus respuestas, Redondo logró esquivar con elegancia las preguntas más delicadas, centrándose en lo que realmente le importa: su familia y el bienestar de su abuelo.