Entrevista

David Bustamante: “Ahora, cuando vaya al karaoke con mis amigos, voy a hacer una exhibición”

El cántabro sorprendió cada semana, ya no solo por su voz, sino por su capacidad para asumir retos y transformarse

David Bustamante: “Ahora, cuando vaya al karaoke con mis amigos, voy a hacer una exhibición”
David Bustamante: “Ahora, cuando vaya al karaoke con mis amigos, voy a hacer una exhibición”Atresmedia

Si hay un concurso de talento televisivo del que España puede estar orgulloso, porque la idea se parió aquí para después proyectarse al mundo, ese es sin duda “Tu cara me suena”. Ya son once ediciones y cada una de ellas supera la anterior, tanto en calidad como en audiencias, algo muy difícil de conseguir en los tiempos modernos, con tantas opciones de entretenimiento. Y, precisamente, el último flamante ganador de este formato ha sido un deslumbrante David Bustamante, quién se mereció el 45% de los votos del público. Ahí es nada. Lo cierto es que se lo ganó a pulso, de tan implicado y comprometido que estuvo con el programa. Hablamos con él para LA RAZÓN, sobre su experiencia y otros detalles.

David, enhorabuena. Se le vio emocionado.

Muchas gracias. Es que es para estarlo. Por todo, por lo que significó esa última gala para mí y para mi familia, por la experiencia, por el trabajo, por mis compañeros… por todo, ya te digo.

¿Lo celebró?

¡Que no te quepa la menor duda! Después de cuatro meses portándonos como niños buenos, nos fuimos todos a una casa rural y nos lo pasamos increíble. Ha sido una experiencia brutal, compartiendo, aprendiendo los unos de los otros, viviendo cosas muy bonitas.

Eso es algo que se notó desde el comienzo. Parecía que no se traba de ganar una gala, sino de hacerlo, cada uno, lo mejor posible para que el grupo destacara.

Totalmente, así fue. Creo que fue Miguel Lago quien nos describió desde el comienzo como una “Troupe”, cada uno jugando un papel dentro del grupo y dando todo por hacerlo bien para que el programa fuera el mejor y la gente lo disfrutara. Ese siempre fue el espíritu. Luego, quién ganaba la gala era un poco lo de menos, no lo veíamos como una competencia.

Se le vio disfrutar, pero también muy comprometido. ¿Se lo toma todo tan en serio?

¡Siempre! Soy perfeccionista, amo y respeto muchísimo mi profesión, me gusta la tele, me gusta salir de mi zona de confort, seguir aprendiendo, evolucionando como artista, como persona. Entonces, claro, yo tengo mucha responsabilidad por la carrera que tengo a mis espaldas, no puedo ir ahí a hacerlo mal, puedo divertirme, pero siempre desde la responsabilidad y hay mucho, mucho trabajo de antes de cada gala y de cada personaje no que me tocó imitar. SI no es así, no salen las cosas bien.

¿Sufrió al principio?

Y después también, mucho, porque es complicado. Es cierto que mi profesión me da unas herramientas, tengo una manera de cantar y de defenderme en un escenario que he ido adquiriendo y perfeccionando a lo largo de los años, pero tener que olvidarme totalmente de eso y rehacerlo era difícil, muy complicado para mí, incluso para no lesionarme. Tuve que hacer unas voces rotas con las que sufrí, me dolía cantar así, pero me ha servido para aprender. Ha sido, fíjate tú, una gran escuela vocal con la que, seguro, voy a enriquecer futuras producciones.

¿Es posible que antes no usara algunas técnicas vocales por temor a dañar su voz?

No sé si sea temor, al final cuando yo canto, es mi voz, mi estilo, lo que me sale y trabajo para hacerlo mejor dentro de lo que soy. Pero ahora, ya no sé si a nivel profesional, pero créeme, que cuando yo iba a los karaokes con mis amigos y cantaba las canciones con mi voz, ahora es que ya voy a hacer una exhibición [risas]. Yo no sabía que era capaz de hacer Sabina. Es muy, muy diferente su voz a la mía o la de David Muñoz de Estopa, que son las que más se pueden alejar. U otras más veladas, como la de Turizo, como la de Prince Royce, o incluso la de Alan, de Magneto. Por eso, aunque la gente piense que por ser cantante lo tenía más fácil, no lo era tanto, porque igualmente, al tener una voz que es tan reconocible, tienes que trabajar más para esconderla, que se olviden de ti y vean al artista que imitas.

La final fue muy emotiva y tuvo un punto importante de atrevimiento por su parte.

Eso es así. ¿Sabes qué? Sentí que merecía darme ese regalo por todo el trabajo anterior ya estaba todo hecho. Además, hacer a Antonio Molina no dejaba de ser un reto muy difícil, pero fue muy emocionante, imagínate para mi familia, que cuando llamé estaba todo el mundo llorando porque sabían que era el ídolo de mi abuelo y aquello significaba mucho para nosotros. Él, mi abuelo, fue una persona muy importante en mi vida, que sufrió mucho, que trabajó muy duro, una generación a la que le debemos todo, y me enseñó esa canción cuando era pequeño para que yo se la cantara después, cuando estaba viejecito… Y bueno, ha sido un regalo que nos merecíamos.

Para terminar. ¿Juanra pudo ganar?

[Risas] Juanra debería de haber ganado. No veas cómo se esforzaba, él y todos, qué pesado de equipo, de profesionales, de personas y artistas maravillosos. Incluso Valeria que, de tan poco ritmo, tuvo hasta dos arritmias en los ensayos. He pillado dos pasos suyos para mis conciertos. Voy a echar mucho de menos no verlos todos los días.