Estreno

«Cuando nadie nos ve»: un thriller oscuro a la luz de Andalucía

Max estrena esta serie «a pleno sol» dirigida por Enrique Urbizu y protagonizada por Maribel Verdú

Maribel Verdú se pone en la piel de la sargento de la policía judicial de la Benemérita, Lucía Rodríguez, llena de claroscuros y contradicciones
Maribel Verdú se pone en la piel de la sargento de la policía judicial de la Benemérita, Lucía Rodríguez, llena de claroscuros y contradiccionesMax

Domingo de Ramos de 2024. Morón de la Frontera (Sevilla). Antonio Jiménez sale al patio de su casa ataviado con su keikogi de artes marciales y se deshace del uwagi mientras se arrodilla. Toma el tanto con ambas manos y ejecuta el ritual del seppuku (harakiri) gritando de dolor. Con esta espectacular imagen comienza «Cuando nadie nos ve», la serie de ocho episodios, producida por Zeta Studios para Warner Bros. Discovery, que estrena hoy Max, basada en la novela del mismo nombre de Sergio Sarria, dirigida por Enrique Urbizu y protagonizada por Maribel Verdú. La ficción es sin duda una de las mejores de lo que llevamos de este 2025, y reescribe el género del thriller apartándolo del gris plomizo y la oscuridad para sacarlo a la luz de Andalucía, a hombros de costaleros, militares estadounidenses y Guardia Civil.

«Eso que se llama ahora thriller y que es un cajón de sastre muy genérico en el que hay que matizar mucho para distinguir un tipo de thriller de otro», nos explica Urbizu, que prefiere usar la palabra «misterio», y que pretendía con la adaptación de la novela «el reto de construir una atmósfera con una base de lo cotidiano, Semana Santa, Morón, Andalucía, con una mezcla de códigos muy rígidos de comportamiento militares tanto en la Guardia Civil como en las Fuerzas Aéreas americanas». No es tan importante la trama, que se amplía con una desaparición, drogas y epifanías con figuras cofrades y corrupción política, como «el devenir de la gente común envuelta en esa trama». Así la serie nos presenta escenas de máxima tensión, acción y hasta persecuciones, pero también momentos íntimos de sus protagonistas, dulcificando momentos de soledad de los personajes: «Una mezcla de lo cotidiano sumergido en una atmósfera que va hacia la oscuridad, hacia lo enfermizo. La luz de la Andalucía más festiva, la luz maravillosa del campo y los pueblos blancos, envuelto en una atmósfera enrarecida que se va oscureciendo». El director nos hace partícipes de que el desarrollo de la serie tiene mucho que ver con el título: «Una cosa es el uniforme y la función y otra es la persona que va ahí dentro sin poderse expresar plenamente». El resto de personajes también tienen sus momentos, su importancia y por consiguiente sus momentos oscuros y ocultos.

Perfecta para el papel

Mariela Garriga interpreta a Magaly Castillo, enviada desde Estados Unidos para investigar la muerte del soldado Johnson, acompañada del siempre impertérrito jefe de la policía militar de la base, Andrew Taylor (Austin Amelio), a las órdenes del coronel Hoopen, casado con una española (Lucía Jiménez), y que pretende medrar gracias a la ayuda del político interpretado por Óscar Higares. Completan el reparto actores de la talla de Dani Rovira, Eloy Azorín, María Alfonsa Rosso, Abril Montilla y Lorca Prada, entre muchos otros.

Las escenas se desarrollan a lo largo de varios días que culminan en Viernes Santo, con escenas de pasos de Morón que emocionan e inquietan a partes iguales. «Fuimos al comienzo del desarrollo de los guiones y hubo gente del equipo, no precisamente muy devotos, que se emocionó. Tienes que estar para comprenderlo», nos dice Urbizu que asegura que «intentábamos transmitir eso con la mayor fidelidad y respeto». El director no se ha amilanado a la hora de componer e intentar resolver hasta cinco tramas distintas, sin parecerle demasiadas: «Cruzando tramas yo ya tengo callo; siempre me ha gustado la mezcla de tonos más o menos acertada. ‘‘Todo por la pasta’’ es una comedia violenta y es un thriller, y es política».

La serie está medida como un reloj, con las tramas agolpándose en la cabeza del espectador sin mezclarse hasta resolverse. Las interpretaciones son sobresalientes, destacando una pequeña línea cómica entre tanto thriller y con una actuación impecable de Maribel Verdú como a sargento de la Guardia Civil Lucía Gutiérrez, perfecta y contenida en un papel que le va como anillo al dedo. La madrileña consigue un rictus que mantiene durante todo el metraje e incorpora a su personaje experiencia personal y sus dotes para una interpretación convincente y eficaz. «De todo lo que he rodado no había un personaje que yo viera que era adecuado para Maribel, pero el primer día que me senté con los productores, que ya le había echado un vistazo a la propuesta dije inmediatamente Maribel Verdú. En cuanto leí a Lucía Gutiérrez, el carácter, encima sargento de la policía judicial de la Guardia Civil, que tienes que ir como un palo, sabía que la quería a ella».

El espectador podrá seguir los ocho episodios como si de una película se tratara gracias al lenguaje cinematográfico que usa Urbizu en sus producciones, indistintamente de que se trate de una serie o de una película. El director vasco pone a su favor una localización única, unas fechas señaladas por su devoción y misterio, un elenco con lo mejor de dos mundos y una historia que entristece, reflexiona, sorprende, agrada y convence con una factura de superproducción. Una apuesta segura, luminosa y oscura al tiempo, para la primera ficción española destinada a Max.