Hisense King Kong, una bestialidad de teléfono

Se le pueden hacer perrerías a un teléfono móvil y luego están las salvajadas a las que Hisense ha sometido a su King Kong G610. La compañía china ha querido demostrar que su terminal es más duro que una piedra (y más bestia que un gorila de más de 15 metros de altura) a través de tres vídeos que herirán la sensibilidad de quienes hayan entablado una relación de cierto cariño con su smartphone.

En estos vídeos, el King Kong recibe el impacto de una bola de billar capaz de partir en mil pedazos un trozo de cristal, es lanzado escaleras abajo y utilizado como un martillo con el que destrozar una sandía. Y todas las pruebas las supera sin daños aparentes, porque la resistencia es la principal característica de este teléfono, que trae sistema operativo Android KitKat 4.4.

La extrema fortaleza del terminal es consecuencia de una pantalla de 5 pulgadas tipo Gorilla Glass 3 (de ahí el nombre del modelo), que resulta inmune a las inmersiones en agua, el polvo o los arañazos e incluye un marco metálico lateral con las esquinas reforzadas. La parte trasera, también muy resistente, está fabricada con un plástico duro al que se ha dotado de una apariencia bastante elegante, que simula un bordado de cuero.

Por lo demás, el Hisense King Kong es una muy buena alternativa para quien busque un teléfono barato (199 euros en The Phone House), todoterreno, con una batería de 3.000 mAh bastante duradera (en torno a los dos días con un uso normal) y una interesante fluidez en lo que a la navegación y el funcionamiento de las aplicaciones respecta. Es decir, para quien ande detrás de una gama media con rendimiento premium y precio low cost.

Porque en muchos aspectos, este modelo no tiene demasiado que envidiar a los que, teóricamente, se encuentran un peldaño por encima: 16 GB de almacenamiento interno y 2 GB de memoria RAM, un procesador Qualcomm con 1,2 GHz de cuatro núcleos que asegura un buen funcionamiento, un tamaño y peso adecuados, una pantalla HD que presume de una más que decente resolución (1280 x 720), y dos cámaras que no garantizan milagros pero tampoco grandes chapuzas (la trasera es de 8 megapíxeles y la delantera, de 2 MP).

Al igual que sucede con los teléfonos Android de otras compañías asiáticas como Samsung o Huawei, Hisense también ha incluido una capa que modifica el aspecto tradicional de KitKat. El resultado no es malo e incorpora como novedad un software de seguridad preinstalado con una aplicación para borrar la caché, un asistente de ahorro de energía y un firewall. Herramientas que cumplen perfectamente su función y evitan tener que recurrir a aplicaciones externas, como CCleaner o algún antivirus.

En el apartado puramente técnico, el King Kong está preparado para conexiones 3G LTE y WiFi. Además, permite ampliar la capacidad de almacenamiento con una tarjeta microSD e incluye una ranura microSIM (ambas tarjetas se introducen en la parte lateral izquierda del teléfono). En el extremo superior encontramos la ranura para introducir el cable de los auriculares y en la inferior, la ranura microUSB para conectar el teléfono al ordenador y al cargador.