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El lanzamiento del cohete gigante Starship se retrasa a finales de noviembre: estos son los motivos

El quinto vuelo de prueba del cohete de SpaceX prevé, por primera vez, el aterrizaje en tierra del propulsor Super Heavy

El lanzamiento del cohete gigante Starship se retrasa a finales de noviembre: estos son los motivos.
El lanzamiento del cohete gigante Starship se retrasa a finales de noviembre: estos son los motivos.SpaceX.

SpaceX esperaba poder llevar a cabo el quinto vuelo de prueba de Starship, el cohete más grande jamás construido y con el que la compañía espera llegar a la Luna y Marte, este mismo mes de septiembre, pero va a tener que esperar y bastante. Según ha indicado la compañía de Elon Musk en un comunicado, la Administración Federal de Aviación, FAA por sus siglas en inglés, no aprobará la licencia de vuelo que autorice el lanzamiento hasta, al menos, finales de noviembre. Más de dos meses después de la fecha que la FAA había establecido previamente.

Según SpaceX, Starship está lista para despegar de nuevo desde la primera semana de agosto. Este quinto vuelo de prueba se producirá tras lograr en el último que tanto el propulsor Super Heavy como la nave Starship realizaran un aterrizaje suave en el océano, por primera vez. En los anteriores, la nave estalló tras despegar en los dos primeros y en el tercero no sobrevivió a la reentrada en la atmósfera.

SpaceX ha señalado sobre el retraso de la licencia de vuelo que ‘las regulaciones y mitigaciones ambientales cumplen un propósito noble, basándose en salvaguardas de sentido común para permitir el progreso mientras se previene un impacto indebido en el medio ambiente. Sin embargo, con el proceso de licenciamiento prolongado para el Vuelo 5, nos encontramos retrasados por razones irrazonables y exasperantes’.

El principal hito que espera alcanzar SpaceX con el próximo vuelo de prueba es la recuperación del propulsor Super Heavy que deberá aterrizar en el sitio de lanzamiento. SpaceX ha actualizado la estructura de la plataforma para que cuando Super Heavy descienda, reduciendo progresivamente la velocidad hasta casi flotar, dos enormes brazos mecánicos lo atrapen. Tanto la primera etapa del cohete como la segunda, que juntos alcanzan una altura de 124 metros, están diseñadas para ser recuperables, pero esta será la primera vez que se intente un aterrizaje de Super Heavy en el sitio de lanzamiento.

‘Es comprensible que una operación tan única requiera más tiempo de análisis desde una perspectiva de licenciamiento. Desafortunadamente, en lugar de enfocar recursos en análisis críticos de seguridad y colaborar en salvaguardas racionales para proteger tanto al público como al medio ambiente, el proceso de licenciamiento ha sido repetidamente desviado por problemas que van desde lo frívolo hasta lo patentemente absurdo’, ha señalado SpaceX.

Para la compañía de Elon Musk, los retrasos en las aprobaciones regulatorias para el próximo vuelo de prueba de Starship han sido impulsados por ‘informes falsos y engañosos, basados en mala fe por parte de detractores en línea o grupos de interés especial que han presentado ciencia mal construida como hechos’.

En un comunicado dirigido al subcomité de espacio y aeronáutica de la Cámara, SpaceX ha señalado que el obstáculo para lanzar el próximo vuelo de prueba de Starship no es la preparación técnica de SpaceX ni la escasez de personal de la FAA para gestionar una industria de lanzamientos comerciales en rápido crecimiento, sino la lentitud burocrática, la falta de transparencia, metodologías deficientes e ineficiencia y duplicación regulatoria.

Los 120 metros de altura del Starship en la rampa de lanzamiento de 146 de Starbase.
Los 120 metros de altura del Starship en la rampa de lanzamiento de 146 de Starbase.SpaceX.

Los problemas ambientales de Starship

‘Este retraso no se basó en una nueva preocupación de seguridad, sino que fue impulsado por análisis ambientales superfluos. Los problemas ambientales abiertos son ilustrativos de las dificultades que enfrentan las compañías de lanzamiento en el entorno regulatorio actual para el licenciamiento de lanzamiento y reingreso’, ha afirmado SpaceX sobre las dificultades para obtener la autorización para Starship.

Uno de estos problemas ambientales tiene que ver con la descarga de agua que se realiza en el sitio de lanzamiento para enfriar el deflector de llamas de acero sobre el que se sitúa el cohete para su despegue. SpaceX afirma que las multas impuestas este año por la Comisión de Calidad Ambiental de Texas y la Agencia de Protección Ambiental se debieron ‘completamente a desacuerdos sobre el papeleo’ y no a ningún vertido de contaminantes en el agua desde la plataforma de lanzamiento hacia el entorno alrededor del sitio de lanzamiento de Starship.

Otro problema es que, al seguir una trayectoria diferente en el próximo vuelo, el anillo de acero inoxidable que se desprende de Super Heavy al realizar la maniobra de separación de Starship, caerá en una ubicación diferente del Golfo de México, frente al sitio de lanzamiento y aterrizaje del cohete. Este cambio, que SpaceX llama ‘marginal’, llevó a la FAA a aprobar una consulta de 60 días con el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas para reevaluar el impacto del anillo en la vida marina.

Por otro lado, al aterrizar en tierra en lugar de en el Golfo de México, una mayor área se verá expuesta al estampido sónico del cohete. Esto ha llevado a la FAA a aprobar otra consulta de 60 días con el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. para examinar el efecto del estampido sónico en los animales.

Los retrasos de Starship podrían terminar afectando a la NASA y su programa Artemis. La agencia espacial estadounidense seleccionó Starship como el módulo de aterrizaje que utilizarán sus astronautas para llegar a la superficie de la Luna, algo que se espera que tenga lugar en esta década.