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Este fue el fallo que tumbó Facebook e Instagram
Durante varias horas, casi todo el grupo Meta (excepto WhatsApp) experimentó caída de servicios a nivel global. Estos son los motivos.
Ayer por la tarde, millones de personas en todo el mundo, principalmente en Europa y Asia, vieron que su acceso a redes sociales como Facebook, Instagram, Facebook Messenger o YouTube, era vedado por un problema interno de las compañías. El portal Downdetector, mostraba al menos medio millón de denuncias para cada una de estas redes. Y, aunque los motivos aún se desconocen, son varias las causas que pueden estar detrás de este problema, uno que se produce al menos una vez por año.
Hay muchas causas detrás de las interrupciones en las redes sociales, pero el problema se debe principalmente a errores técnicos. Por ejemplo, cambios de configuración en los enrutadores de la compañía, los equipos que mantienen la coordinación entre el tráfico de la red y los centros de datos, pueden provocar estas caídas. En 2021, una caída de Facebook que duró apenas 6 horas, generó enromes pérdidas. Y el problema fue provocado por una persona.Durante el mantenimiento de rutina, un ingeniero ejecutó un comando que accidentalmente desconectó todos los centros de datos de Facebook. Desafortunadamente, este error tuvo un gran impacto en los 10 millones de marcas que utilizan las plataformas del gigante tecnológico para anunciar sus productos y servicios.
Otra razón detrás de tales interrupciones son los ataques cibernéticos y la interferencia maliciosa. A esto hay que sumarle problemas en el nombre de dominio de la empresa, algo que puede provocar una interrupción de las redes sociales. Navegar por internet nos parece sencillo, simplemente escribimos el nombre de la web que queremos visitar y allí vamos. Pero la realidad es un poco más compleja y un ejemplo de ello son las direcciones “postales” o IPs de las webs o las redes sociales. Nosotros escribimos un nombre, pero el protocolo DNS es el que “traduce” el nombre a la dirección IP para que podamos acceder a ella. Si hay problemas en este protocolo, la web se cae.Y esto puede durar apenas unos minutos, como ocurre habitualmente, o llegar a un día, como ocurrió en 2019, con la caída de Facebook más prolongada hasta la fecha.
La interrupción de las redes sociales no solo afecta al factor de comunicación, el hedonismo o el capricho de millones. También tiene un gran impacto en la economía. Más de 3.500 millones de personas en todo el mundo utilizan redes sociales, lo que ya nos da una idea del impacto. El primero de ellos es que se recurre a la competencia, tanto que los propios responsables de Instagram fueron a Twitter a señalar el problema.
Para las pequeñas empresas que dependen de Instagram y Facebook para publicitar y vender sus productos y servicios, el golpe es enorme. Cada vez que se produce un corte, las pequeñas empresas se ven obligadas a cerrar temporalmente, lo que genera una pérdida de ingresos.Se estima que, durante el apagón provocado por el ingeniero tres años atrás, las empresas que utilizan los servicios publicitarios de Meta vieron caer sus ventas entre un 30% y un 70%, en comparación con el mismo período de la semana previa.
Sin embargo, el impacto más profundo de tales interrupciones es en las propias redes sociales. Por ejemplo, en 2021, la caída de Facebook provocó que sus acciones cayeran un 5,4%. Los informes también indican una pérdida adicional de casi 100 millones de euros en ingresos. Esta es una pérdida significativa y los inversores no suelen ignorarla.
Las cifras no solo hablan de economía, también de la dependencia que tenemos en las redes sociales y el enorme espacio que ocupan en nuestra vida social, económica y política. Uno que solamente percibimos cuando no contamos con ellas. Y cuyo efecto se mide, también, en lo más profundo de nuestra personalidad.
Dos años después de la caída de Facebook de 2021, un equipo de científicos publicó un artículo en Computers in Human Behaviour titulado “¿Sin redes sociales durante seis horas? La experiencia emocional de la interrupción global de Meta". Los resultados mostraron que la interrupción global “tuvo un impacto significativo en el estado de ánimo y en el estrés que experimentaron las personas durante un evento global real que duró 6 h sin ningún acceso a las redes sociales”.
Los hallazgos se suman a un gran conjunto de investigaciones que investigan las relaciones entre una patología psicológica nacida con las redes sociales, FOMO (siglas de Temor a perderse algo, en inglés) y el bienestar psicológico. Los resultados mostraron un incremento en los niveles de estrés, irritabilidad, frustración e impaciencia. Pero también demostró que la edad, el estado civil y las horas frente a la pantalla eran marcadores del nivel de estrés. La juventud, el estar soltero y más tiempo de navegación, eran compatibles con más estrés.
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