Esta es la alarmante cantidad de agua que Chat GPT consume para responder una pregunta

El uso de inteligencia artificial (IA) está transformando nuestra vida cotidiana, desde asistentes virtuales hasta herramientas avanzadas de aprendizaje automático. Sin embargo, esta revolución tecnológica tiene un costo ambiental importante, particularmente en términos de agua.

El consumo de agua de ChatGPT está vinculado con los centros de datos donde operan. Estos gigantes tecnológicos, que procesan enormes volúmenes de información, generan una cantidad considerable de calor, lo que exige sistemas de refrigeración intensivos para mantener los servidores en óptimas condiciones.

Sin embargo, el problema se genera cuando la mayoría de estos sistemas deben utilizar agua potable, ya que las impurezas del agua no tratada o la sal y otros componentes pueden dañar los sistemas electrónicos sensibles de los servidores. Además, muchos centros emplean métodos de refrigeración por evaporación, donde el agua no se reutiliza, aumentando aún más el impacto.

¿Cuánta agua consume Chat GPT?

Según un grupo de investigadores de la Universidad de Riverside (California) y la Universidad de Arlington (Texas), realizar entre 10 y 50 preguntas a ChatGPT-3 puede requerir hasta dos litros de agua. Es decir, lo que debe beber un ser humano al día para mantenerse saludable. No solo eso, las investigaciones también han comprobado que la cantidad varia en relación a la complejidad de las consultas y con la llegada de modelos más avanzados, como GPT-4 los cálculos necesarios para proporcionar respuestas más precisas también aumentaron.

Un informe de The Washington Post detalla que GPT-4 consume aproximadamente 519 ml de agua para generar un correo electrónico de 100 palabras, lo que equivale a una pequeña botella. Asimismo, el Instituto de la Ingeniería de España reveló que una consulta en ChatGPT requiere tres veces más energía que una búsqueda en Google. Este nivel de consumo, multiplicado por millones de usuarios, genera un impacto acumulativo alarmante en el suministro global de agua.

Medidas para mitigar la huella hídrica

A pesar del panorama, algunas empresas tecnológicas están tomando medidas para reducir la huella hídrica de sus operaciones. Google, por ejemplo, ha implementado sistemas de inteligencia artificial para optimizar la refrigeración de sus centros de datos, logrando una reducción del 40% en el consumo energético. Otras compañías, como Digital Realty, han comenzado a usar agua no potable, como agua de lluvia, para enfriar sus instalaciones.

Además, se están desarrollando tecnologías innovadoras, como la "refrigeración líquida de precisión" de Iceotope, que elimina por completo la necesidad de agua en el enfriamiento de servidores. Estas iniciativas representan grandes pasos hacia una mayor sostenibilidad en el sector tecnológico, aunque todavía queda un largo camino por recorrer.