La violencia en el cine

Calculo, sin riesgo de equivocarme, que somos muchos los consumidores de series y películas porque cada vez las tenemos más al alcance de nuestra mano, si bien para el cine de estreno hemos de esperar unos meses hasta tenerlo en los televisores de nuestras casas. Si no hay prisa, vamos tirando con lo que se nos ofrece, que es mucho. Hay series para todos los gustos y también para todas las edades, aunque hay que ir con tiento para que los de menos edad no se conviertan en espectadores de escenas de violencia brutal, sexo desatado, consumo de drogas, de alcohol, de torturas inimaginables y de todo tipo de manifestaciones brutales que hasta a los más mayores nos cuesta en ocasiones digerir.

No podemos dejar de señalar que ya se nos advierte al comenzar, en el margen izquierdo de la pantalla, los contenidos desagradables de las imágenes que van a proyectar porque no hay horarios ni momentos del día o de la noche restringidos para proteger a los más pequeños de estas visiones brutales y agresivas que pueden dejar marcado su infantil cerebro. El cine es una forma de arte que refleja la complejidad de la sociedad, y en su contenido se pueden encontrar temas variados que atraen a diferentes audiencias.

Las películas que incluyen crueldad, sexo y drogas a menudo generan un gran interés y, en muchos casos, recaudan más en taquilla. Esto puede deberse a la naturaleza provocadora de estos temas, que capturan la atención del público y generan polémica. Las historias desagradables despiertan emociones fuertes, lo que puede traducirse en un mayor éxito comercial. El éxito de una película depende de múltiples factores: el guion debe ser creíble y estar bien armado; la dirección debe ser impecable; la interpretación debe ser coherente y, en fin, es difícil que toda esa conjunción de factores se dé en una sola cinta. Pero lo que sí es cierto es que es imprescindible que el contenido atraiga a un público numeroso y lo que se deduce de lo que vemos en la actualidad es que el morbo triunfa. Será que nuestras mentes andan un poco distorsionadas.