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Una policía y un atracador muertos en el atraco a un banco en Vigo
La agente fallecida, de 36 años, se acababa de reincorporar a su puesto de trabajo tras una baja de maternidad y había manifestado su intención de salir de esta Unidad. El otro policía, un subinspector que estuvo en los GEO, está estable dentro de la gravedad.
El desenlace del atraco a una sucursal bancaria de la entidad Abanca en Vigo se cobró la vida de la agente de Policía Vanesa Lage, que acudió junto a otros compañeros a la llamada de alerta de un robo en un banco. Un disparo certero en el cuello terminó con la vida de la agente, mientras el subinspector que iba junto a ella, Vicente A. B., de 40 años, recibía cinco disparos del atracador, que también resultó muerto. Aunque se llegó a informar de la muerte de este último, sigue con vida y fue operado de urgencia a causa de la gravedad de las heridas que sufrió. Ninguno de los dos policías llevaba chaleco antibalas en el momento del tiroteo.
El delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, y el jefe superior de Policía en la Comunidad, Eusebio Fraguas, señalaron que la hipótesis que se maneja en el caso del atraco mortal de Vigo es que el asaltante actuó solo y salió de la sucursal con la empleada herida, su rehén.
El atracador ha sido identificado como el ciudadano español Enrique Lago, de 50 años, alias «el escayolista», vecino de Vigo, con numerosos antecedentes penales y que había salido de prisión recientemente. Había entrado en la sucursal con una barba postiza y se dirigió hasta el mostrador simulando que era un cliente.
El relato de los hechos
Los dos agentes de la Policía Nacional que intervinieron tras recibir el aviso desde la sucursal a las 14.30 horas, uno ahora gravemente herido y su compañera fallecida, acudieron al número 47 de la calle Doctor Carracido, en el barrio del Calvario.
Vieron desde el exterior a un individuo sospechoso en la oficina de Abanca, donde no llegaron a entrar, sino que se echaron a un lado, y fue el propio asaltante quien salió, portando el botín que había sustraído y parapetado tras la subdirectora a la que había cogido de rehén, y se inició el tiroteo.
En una rueda de prensa convocada de urgencia, se informó de que ninguno de los agentes llevaba chaleco antibala y se investiga si los mismos estaban en el coche patrulla. Sobre el atracador, finalmente fue identificado como el «escayolista», el español Enrique Lago, que en el momento del asalto portaba una parabellum de calibre 9 milímetros y llevaba dos cargadores adicionales.
Durante la rueda de prensa no se llegó a aclarar si los dos agentes que intervinieron inicialmente llegaron a disparar sus armas reglamentarias ni si en el momento del atraco, a las 14:30 horas, cuando la oficina aún estaba abierta al público, había más personas aparte de la subdirectora, M.G.R., cuya vida no corre peligro.
Acaba de ser madre
La agente fallecida, Vanesa L.C., que el pasado miércoles había cumplido 36 años y era natural de Pontevedra, se acababa de reincorporar de una baja por maternidad y había comunicado a sus más allegados la intención de abandonar precisamente la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) a la que pertenecía. Aunque en un principio los efectivos sanitarios lograron estabilizarla, nada se pudo hacer por su vida.
El subinspector herido, Vicente A.B., de 40 años, al que se llegó a dar por muerto, está en la UCI y se encuentra estable, pese a que recibió cuatro disparos en el hombro y uno en el pulmón, por lo que su salud dependerá de cómo evolucionen estas heridas. Fuentes policiales informaban anoche de que se encontraba en planta, acompañado por su mujer.