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Ni ropa amarilla ni chicles: estos son los objetos cotidianos españoles que están prohibidos en otros países

En algunos lugares, los objetos y la ropa que solemos llevar con normalidad aquí están totalmente prohibidos, incluso llegando a considerarse delito

Ni ropa ni objetos: estos son los artículos cotidianos que están prohibidos llevar a otros países
Ni ropa ni objetos: estos son los artículos cotidianos que están prohibidos llevar a otros países Pixabay

Hay quienes, cuando llega el verano, optan por destinos exóticos y alejados para salir de su zona de confort y descubrir nuevas formas de vida, culturas, gastronomías, etc. Sin embargo, cada destino tiene sus particularidades. Por eso, es fundamental informarse acerca del destino antes de viajar, especialmente porque se puede 'meter la pata' muy fácilmente y las consecuencias pueden ser bastante serias. En algunos lugares, los objetos y la ropa que solemos llevar con normalidad aquí están totalmente prohibidos, incluso llegando a considerarse delito.

Objetos y prendas prohibidas en otros lugares

En Francia, llevar, importar o exportar productos falsificados es un delito grave que puede ser castigado con multas o incluso con prisión. Las autoridades francesas realizan controles exhaustivos en los aeropuertos, confiscando falsificaciones y sancionando a quienes intenten ingresar al país con ellas. Esta lucha contra la falsificación es tan rigurosa que incluso el equipaje de pasajeros en tránsito es revisado.

En Singapur, la importación y el consumo de chicles están prohibidos desde 1992, lo que contrasta con su uso común en España. Por otro lado, en Escocia, las navajas multiusos y cuchillos están estrictamente prohibidos en los aeropuertos, y quienes intenten ingresarlas podrían ser arrestados.

En Barbados, está prohibido usar ropa de camuflaje, reservada exclusivamente para militares. Cualquier artículo con este estampado puede ser confiscado, y la persona puede ser multada. Mientras tanto, en Capri, se valora mucho la tranquilidad, y desde 1960, está prohibido caminar por las calles con zuecos de madera, aunque sí están permitidos en las playas y establecimientos costeros.

Ninguna Persona, Zuecos

En Malasia, el uso de ropa amarilla está vetado por su asociación con la oposición política, y la canción "Despacito" de Luis Fonsi también fue prohibida por considerarse contraria a los valores islámicos. En Tailandia, los fumadores solo pueden introducir un cartón de tabaco por persona; exceder este límite puede resultar en multas o incluso detención si no se paga la sanción.

Finalmente, en Sri Lanka, es crucial respetar las costumbres locales, especialmente en lo relacionado con tatuajes y símbolos religiosos. Exhibir tatuajes con imágenes religiosas o fotografiar símbolos budistas puede ser ofensivo y podría llevar incluso a la detención del visitante.

Productos prohibidos en España que se pueden encontrar en otros lugares

A la inversa también sucede. Un ejemplo es el de los cigarrillos de chocolate, un producto que ya no se encuentra en España, desde que fueron prohibidos en 2005 por la Ley Antitabaco. Estos dulces eran muy populares entre los jóvenes y niños de la época; algunos los consumían para sentirse más adultos y otros simplemente por gusto.ç

Considerados atractivos para los menores, la ley publicada en el Boletín Oficial del Estado en aquel entonces establecía la prohibición de vender o entregar a menores de dieciocho años cualquier producto del tabaco o que imitara su forma, así como dulces, juguetes u otros objetos que pudieran parecerse a cigarrillos y resultar atractivos para los menores. Con esta ley, el gobierno buscaba concienciar a la población sobre los efectos perjudiciales del tabaco y evitar que otros productos se asociaran con el acto de fumar.

A pesar de que Finlandia también ha mantenido una estricta política antitabaco durante décadas, allí aún es posible comprar cigarrillos de chocolate junto a otros productos de confitería. Sin embargo, como todo en este país nórdico, su precio es elevado: una caja de estos cigarrillos de chocolate puede costar hasta 6 euros.