Tercera Edad
El vídeo viral que muestra de qué nos arrepentimos más cuando nos hacemos mayores
Un usuario de X ha realizado entrevistas a varias personas ancianas para conocer su punto de vista sobre las decisiones que habrían querido rectificar, y sus consejos hacia los jóvenes
Todos los días, cada persona toma de media en torno a 35.000 decisiones. De ellas, más del 99% las escoge el cerebro de manera automática, sin que seamos prácticamente conscientes de ellas. Tomar partido entre por una opción u otra, o por una de las muchas posibles es un acto que realiza cada ser humano todos los días de su vida, influyendo las de ayer en las de hoy y las de hoy en las de mañana, y así hasta el final de nuestros días.
Acumulación de las malas decisiones
En muchas ocasiones, el ser humano no es capaz de discernir si una decisión fue buena o mala hasta que pasan los años y puede contemplar con perspectiva dónde le llevó esa decisión, y todas las consiguientes decisiones que tuvo que tomar a raíz de la primera como si fueran una especie de fichas de dominó o de "efecto mariposa".
Y es que, aunque la mayoría de los juicios que se toman se hagan sin ser plenamente conscientes de ello, a muchas personas las consecuencia de las mismas les despiertan malestar y arrepentimiento, incluso culpabilidad. Con el paso de los años, y por la tendencia humana basada en la supervivencia de fijarse más en lo malo que en lo positivo, las decisiones de las que las personas no se sienten orgullosas se acumulan.
De todas maneras, y desde una mirada racionalista, se debe señalar que nadie tiene una capacidad absoluta de premonición. No existe persona capaz de predecir con exactitud el alcance y la repercusión de todos los caminos que se toman, sino que con cada decisión se van abriendo nuevos y múltiples senderos. El mapa de la trayectoria vital de cada uno queda como un árbol con billones de ramas, y nuestra capacidad mental y visión de la inmediatez resultan insuficientes para hacer juicios acerca de lo que escogemos hasta que han pasado muchos años y se posibilita una perspectiva temporal.
Los arrepentimientos más comunes
En Estados Unidos, un usuario de la red social X ha realizado entrevistas a ancianos de entre 70 y 100 años para conocer sus opiniones acerca de cuáles eran los motivos de mayor arrepentimiento en sus vidas, así como las decisiones de las que estaban más orgullosos de haber tomado, lo que recomiendan a los más jóvenes, etc.
El internauta compartió un hilo en el que seleccionaba sus respuestas favoritas dadas por las personas de la tercera edad a las que entrevistó. Curiosamente, tal y como expresó, "la mayoría de sus respuestas son las mismas". Con una perspectiva más dilatada en el tiempo, pareciese que los temas más mundanos se hacen más intrascendentes, y las grandes preocupaciones del ser humano pasan a un primer plano.
Una pareja de ancianos a los que entrevistó aseguraba que vendieron "prácticamente todo" y se fueron a vivir juntos a un barco. Se adolecían de "haberle concedido demasiada importancia a las cosas materiales", y afirmaban que cuando se mudaron a su propio navío, pensaban que "extrañaríamos muchas cosas, que echaríamos muchas comodidades de menos", pero que "en absoluto, todo lo contrario". Este matrimonio condensa prácticamente todas las opiniones del resto de entrevistados.
El hombre contaba cómo cree que "derrochamos nuestra juventud tratando de conseguir casas más grandes, mejores coches... todo este tipo de objetos", pero que "la mayoría de esos bienes ahora son irrelevantes". Lo que ambos valoran como fundamental en la vida, ahora que están al final del recorrido, son "las relaciones sociales, los amigos, la salud y amar cada momento".
Cuando el entrevistador les preguntó sobre sus errores, respondieron relajadamente que "son muchos y, obviamente, al ser tantos, no aprendimos de todos", pero que uno de los principales era "no habernos ido a vivir a un bote antes, no haber seguido antes nuestro sueño". Como consejo para la versión más joven de ellos mismos, se dijeron "todo estará bien, estate tranquila" y "vive alguna aventura más".
Prácticamente todos los entrevistados de la tercera edad coincidieron en haber sobreestimado las posesiones materiales, por encima de otros valores incuantificables como el cuidado de la familia, de la tranquilidad y del bienestar con uno mismo.
Las preocupaciones de los españoles
A finales del año pasado, la cuenta de X (antes Twitter) "Vive con propósito" daba una lista de los 25 mayores arrepentimientos en la vejez en nuestro país. La mayoría se alinean bastante con las preocupaciones de los estadounidenses mencionados anteriormente, demostrando así que los temas más trascendentes de la vida humana son universales. Este es un resumen del listado:
- No hacer más por los demás.
- No ser tu yo auténtico.
- Ignorar tu propia felicidad.
- Dejar morir tu pasión.
- Ignorar tu instinto.
- No pasar más tiempo con tus hijos.
- No cultivar buenas relaciones.
- Dejar de cuidar de tu salud.
- No expresar tus sentimientos.
- No tomarse más tiempo libre para estar con los amigos.
- No empezar un negocio.
- No ahorrar para la jubilación.
- Permanecer casado solo por los hijos.
- Guardar rencores.
- Tratar de complacer las expectativas de otros sobre ti.
- No ser más romántico.
- No tomar riesgos.
- No tomar vacaciones.
- No ser más aventurero.
- Perderse los pequeños momentos.
- Preocuparse por la opinión de los demás.
- No defenderte.
- Tomarse la vida demasiado en serio.
- No ver a un ser querido antes de morir.
- No dejar un legado.
Se debe tener en cuenta que, aunque estos consejos los hayan expresado personas mayores con mucha más experiencia acumulada en la vida que los más jóvenes, cada momento en la trayectoria vital conlleva una serie de sesgos y de preocupaciones distintas. Aunque, sin lugar a dudas, como "sabe más el diablo por viejo que por diablo", no haríamos mal como sociedad en escuchar más a nuestros ancianos.
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