Audiencia con el G7

El Papa Francisco denuncia "la cultura del descarte" de las personas con discapacidad

"No hay verdadero desarrollo humano sin la contribución de los más vulnerables"

XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en el Vaticano
XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en el VaticanoANGELO CARCONIAgencia EFE

El Papa Francisco condenó este jueves lo que llamó "la cultura del descarte", señalando cómo las personas con discapacidad son marginadas o, en el peor de los casos, se "las envía lejos antes de que nazcan". Estas declaraciones las hizo durante una audiencia con los ministros del G7 centrada en inclusión y discapacidad.

Francisco lamentó que las personas mayores también sufran esta exclusión, siendo desechados como si "fueran zapatos viejos" cuando, en realidad, representan una fuente de sabiduría. Además, agradeció a los países del G7 su compromiso por un mundo más justo e inclusivo, destacando la importancia de que cada persona pueda aportar a la sociedad, independientemente de sus capacidades.

El pontífice recibió "La Carta de Solfagnano", documento elaborado en el encuentro del G7 en Perugia, que aborda cuestiones clave como la inclusión, la accesibilidad y el respeto a las personas con discapacidad. Durante su discurso, Francisco insistió en que la inclusión debe ser una prioridad global y expresó su preferencia por el término "habilidades diferentes" en lugar de "discapacidad", subrayando que todos tienen algo que ofrecer.

Asimismo, pidió un mayor esfuerzo para garantizar la integración laboral y el acceso a oportunidades dignas, ya que la exclusión en el trabajo es una forma grave de discriminación. También destacó la necesidad de garantizar que las personas con discapacidad "puedan elegir su propio camino en la vida, liberándolas de las cadenas del prejuicio".

"Hacer que el mundo sea inclusivo significa no solo adaptar las estructuras, sino también cambiar la mentalidad para que las personas con discapacidad sean consideradas como participantes de pleno derecho en la vida social" ya que "no hay verdadero desarrollo humano sin la contribución de los más vulnerables", remarcó Francisco.

El Papa abogó por eliminar todas las barreras -físicas, sociales, culturales y religiosas- "permitiendo a cada uno de nosotros poner en práctica nuestros talentos y contribuir al bien común". Además, hizo un llamamiento para que se les tenga en cuenta en situaciones de emergencia, como crisis climáticas y conflictos, que suelen afectar de manera más desproporcionada a los más vulnerables.