Fármacos

Muere una enfermera en Reino Unido después de usar un conocido medicamento inyectable para adelgazar

"Nunca se deben administrar estos fármacos sin tener una analítica y una ecografía abdominal previas del paciente", señala un experto

Mounjaro
Mounjaro, medicamento contra la obesidadLa Razón

La muerte de Susan McGowan, una enfermera de 58 años de North Lanarkshire ha generado una gran conmoción Reino Unido tras ser vinculada al uso de tirzepatida (Mounjaro), un medicamento inyectable para bajar de peso. Susan, que trabajó en el Hospital Universitario Monklands, en Escocia durante más de 30 años, recibió dos inyecciones de tirzepatida y falleció el pasado 4 de septiembre.

La causa de su muerte incluye "insuficiencia orgánica múltiple, shock séptico y pancreatitis", con el uso de Mounjaro listado como factor contribuyente en el certificado de defunción.

La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios en el país también anunció que controla estrictamente los medicamentos nuevos como Mounjaro, utilizando su sistema de tarjeta amarilla para registrar cualquier efecto secundario sospechoso. Entre enero y mayo de 2024, hubo 208 informes relacionados con tirzepatida en este esquema, incluidos casos graves y una presunta muerte.

La tirzepatida, comercializada en España como Mounjaro, es un agonista del receptor de GIP (polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa) y del receptor de GLP-1 (péptido similar al glucagón-1) de administración semanal. Se trata de una molécula única que activa los receptores de GIP y GLP-1, que son hormonas incretinas. Tanto los receptores GIP como GLP-1 se encuentran en áreas del cerebro humano importantes para la regulación del apetito. En nuestro país, el medicamento está indicado para tratar la diabetes y provocar la pérdida de peso en personas con obesidad.

Preocupación por su uso generalizado

Aunque sus beneficios son indudables en casos controlados, los expertos están preocupados por su creciente popularidad entre el público general para perder peso.

"Es crucial recordar que este tipo de tratamientos están diseñados para perfiles específicos de pacientes que padecen obesidad y que, en muchos casos, ya han intentado otros métodos de control de peso sin éxito", declara el jefe del Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo del Hospital Universitario del Sureste de Madrid y cirujano en el Hospital Quirón San Camilo de Madrid, Alfredo Alonso, según recoge Ep.

Además, advierte que "no están indicados para un uso generalizado sin la supervisión de un especialista, ya que los riesgos pueden superar los beneficios si no se emplean de forma correcta".

Así, Alonso hace hincapié en que el uso indebido de estos tratamientos puede tener efectos adversos graves para la salud. "Las indicaciones deben ser precisas y siempre bajo la monitorización de un equipo médico cualificado, que pueda evaluar no sólo los beneficios, sino también los riesgos individuales para cada paciente", enfatiza.

¿En qué casos están contraindicados?

El experto asegura que este tipo de medicación "no se debe administrar a pacientes que han tenido una pancreatitis previa y ni piedras en la vesícula". "Son inyecciones que se están popularizando para la obesidad y es evidente que no se pueden inyectar de forma alegre y no controlada. Nunca se deben administrar estos fármacos sin tener una analítica y una ecografía abdominal previa", incide.

Alonso insiste tambiñen en que este tipo de medicamentos no son una "solución rápida". "Es fundamental realizar un seguimiento médico constante para ajustar dosis y evaluar efectos secundarios; solo así se minimizan los riesgos de reacciones adversas", ha recalcado.