El motivo por el que ya no hay huevos blancos en los supermercados

Si recuerdas haber visto huevos blancos en los supermercados en el pasado y ahora te resulta difícil encontrarlos, no es casualidad. Su desaparición está directamente relacionada con los cambios en la producción avícola y las preferencias de los consumidores. Aunque en la época de nuestros padres y abuelos los huevos blancos eran comunes, hoy en día prácticamente han desaparecido de los estantes. ¿Por qué?

Durante años, los huevos blancos se vendieron en grandes cantidades, especialmente cuando la mayoría de las gallinas ponedoras eran criadas en jaulas. Sin embargo, con el aumento de la conciencia sobre el bienestar animal, muchas cadenas de supermercados han decidido dejar de vender huevos provenientes de sistemas de jaula. A medida que los consumidores comenzaron a optar por huevos camperos, ecológicos o de suelo, la demanda de los huevos blancos cayó drásticamente.

Las gallinas que ponen huevos blancos suelen ser de razas más pequeñas y livianas, como la Leghorn, que tradicionalmente han sido criadas en jaulas debido a su eficiencia en la producción. En contraste, los huevos marrones provienen de razas como la Rhode Island Red o la Sussex, que se han adaptado mejor a los sistemas de cría al aire libre. A medida que el mercado ha evolucionado hacia prácticas más sostenibles, los productores han priorizado las razas que ponen huevos marrones, desplazando a las gallinas que producen huevos blancos.

La transición a métodos de cría más éticos

Actualmente, los consumidores pueden elegir entre huevos de jaula, de suelo, camperos o ecológicos. Estos sistemas están regulados por códigos numéricos que aparecen en la cáscara del huevo:

• 0: Ecológicos, procedentes de gallinas criadas en libertad y alimentadas con pienso ecológico.
• 1: Camperos, de gallinas que tienen acceso al aire libre.
• 2: De suelo, provenientes de gallinas que se crían en gallineros sin acceso al exterior.
• 3: De jaula, que se espera que sean eliminados progresivamente.

Dado que muchas cadenas de supermercados han optado por no vender huevos de gallinas enjauladas, y estos eran mayoritariamente blancos, su presencia en el mercado se ha reducido notablemente.

Otro aspecto clave en la desaparición de los huevos blancos es la percepción del consumidor. En muchos países europeos, los huevos marrones han sido considerados de mayor calidad o más “naturales”, mientras que los blancos se han asociado con métodos de producción más intensivos. Aunque en realidad no hay diferencias significativas en términos de sabor o valor nutricional entre huevos blancos y marrones, la preferencia del mercado ha influido en la oferta.

Además, las decenas han reemplazado a las docenas en algunos mercados europeos, afectando aún más la comercialización de ciertos tipos de huevos. En algunos casos, esto ha llevado a confusiones en los precios y presentaciones de los productos, haciendo que los consumidores opten por opciones que les parezcan más económicas o familiares.

¿Podrán volver los huevos blancos a los supermercados?

A pesar de su escasez en los estantes, los huevos blancos no han desaparecido por completo. Se pueden encontrar en mercados especializados o directamente en granjas que los producen. Sin embargo, mientras las tendencias de consumo continúen favoreciendo los huevos camperos y ecológicos, es poco probable que los huevos blancos recuperen su antigua presencia en los supermercados.

En definitiva, la desaparición de los huevos blancos es el resultado de un cambio en la producción y en las preferencias de los consumidores. Aunque su color no influye en la calidad ni en el valor nutricional, los factores éticos y comerciales han marcado la diferencia en la elección de los compradores y en la oferta de los supermercados. Así que si alguna vez te preguntas por qué ya no ves huevos blancos en los estantes, la respuesta está en la evolución del mercado y la demanda de productos más sostenibles.