Singapur
Los alumnos todoterreno, en extinción
La «vuelta al cole» se acerca. Y aunque todavía quedan meses para que los alumnos reciban sus ansiadas o temidas notas, los países ya han percibido un notorio suspenso. Sólo el 4,1 por ciento de los estudiantes de 15 años de los estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es, de promedio, un alumno todoterreno, según un estudio publicado ayer por PISA.
Las asignaturas a analizar fueron: Lectura, Matemáticas y Ciencia. Aunque el 16,3 por ciento de los alumnos de los países de la OCDE sobresale en al menos una de las áreas, cuando se analizan las tres herramientas la media baja de forma preocupante, lo que refleja que los sistemas educativos no son capaces de lograr un elevado rendimiento en todas las materias. Y sorprende que entre los países con puntuaciones medias similares existan notables diferencias en el porcentaje de alumnos todoterreno. Por ejemplo, aunque Corea y Singapur tienen una puntuación prácticamente igual en cada área sujeta a estudio, cuando se analiza de forma conjunta, sólo el 7 por ciento de los estudiantes son todoterreno, frente al 12 por ciento de los alumnos de Singapur.
Pero ejemplos aparte, es España precisamente uno de los países que soterran la media, con tan sólo un 1,3 por ciento de estudiantes brillantes en las tres materias.
«De los 34 países de la OCDE, 28 obtuvieron unos niveles superiores a España. De los 65 total analizados (miembros o no de la OCDE), 38 están por delante», precisan los analistas del equipo de PISA que han hecho el estudio.
Es decir, que sólo están peor que nosotros seis países de la OCDE. La explicación es que en el caso de España, aunque el 8 por ciento de los alumnos rinde bien únicamente en Matemáticas (frente al 12,7% de la OCDE), un 3,4 por ciento en Lectura (frente al 8,5%) y un 3,9 por ciento en Ciencia, no tenemos tantos alumnos «multi-herramienta». De ahí ese 1,3 por ciento antes citado. De hecho, «los alumnos con óptimo nivel en Matemáticas y Lectura sólo representan el 0,9 por ciento», añaden.
Suspenso
Por comunidades autónomas, «Castilla y León y La Rioja superan la media española, con un 3,3 por ciento de alumnos con habilidades óptimas en Lectura, Matemáticas y Ciencia», precisa el analista. En el otro lado de la balanza se encuentran «Andalucía y Baleares, ambas con un 0,5 por ciento, así como Ceuta y Canarias, con tan sólo un 0,3 y un 0,2 respectivamente», según los datos facilitados por los analistas.
Muy diferente es la situación de Shanghái (China), que, con un 14,6 por ciento, tiene el mayor número de estudiantes brillantes en las áreas citadas. Le sigue Singapur, con un 12,3 por ciento. A éstos hay que sumar Australia, Finlandia, Hong Kong (China), Japón y Nueva Zelanda.
«La diferencia de puntuación de España con el resto de países denota el mayor o menor fracaso escolar de los distintos sistemas educativos. E indica que nuestros alumnos se van descolgando aunque pasen de curso, ya que no entienden lo que el profesor explica», analiza Emilio López Barajas, catedrático emérito de Educación a Distancia.
La campana de alerta
«Este estudio –prosigue López Barajas– es un fracaso que no es de este Gobierno, sino que se acumula de años anteriores. Y hay un hecho claro: cuando un alumno de 7 a 11 años va mal en Matemáticas o Lengua hay que tocar la campana de alerta, porque estas materias son la base para las demás y el estudiante, de no poner remedio, cada vez va a ir a peor».
«Y este fracaso va a ir aumentado mientras el profesorado no esté motivado y no tenga las herramientas necesarias para establecer un clima adecuado. Además, los alumnos que no entienden las materias empiezan a no estar a gusto en el aula y acaban incomodando y molestando», añade Barajas, que prefiere no entrar a valorar las diferencias por comunidades autónomas, ya que «las causas pueden ser muy diversas. Lo que es significativo y evidente es que esas regiones en las que estas materias tan cruciales obtienen mejores resultados es funcionan mejor que las otras, y viceversa. Luego habría que ver las causas de ese fracaso, presupuesto, personal...».
Además, «que países como Japón o Singapur estén por encima de la media refleja que el clima en el aula de estos países permite trabajar. Lo que se está perdiendo aquí es el ritmo de clase. Es difícil trabajar en un aula con un alto índice de fracaso», concluye López Barajas.
Para Santiago Ortigosa, profesor titular de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el problema está «en que estamos igualando por debajo. Las universidades están teniendo que dar cursos previos de Matemáticas a los que van a acceder. Yo fui profesor de instituto, y le aseguro que los estudiantes que me llegan ahora a primero de carrera tienen el nivel de los estudiantes de cuarto de la ESO».
Además, «desde el 90 hasta nuestros días tenemos en España una educación sustentada en los pilares del mínimo esfuerzo. De modo que no me sorprenden estos datos», añade Ortigosa.
Para llegar a estos datos del infome PISA se sometió a los alumnos a una prueba de dos horas en las que se preguntó a los estudiantes por las tres materias a tratar. En cada país se examinó a 1.500 alumnos, siendo más en España, para intentar analizar el éxito de estudiantes todoterreno por comunidades autonómas. Los logros o fracasos de las pruebas se analizaron según los exigentes niveles de PISA.
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