Según el Informe 2018 del Observatorio Proyecto Hombre, ellos consumen un 15% más de cocaína que ellas.

“El alcohol es la droga de las mujeres”, ha alertado Elena Presencio, directora general de Proyecto Hombre en la presentación del Informe 2018 de esta ONG esta mañana en el CaixaForum de Madrid.

El 27,8% de las usuarias que accede a tratamiento lo hace por consumo de alcohol en grandes cantidades, frente al 15,4% de hombres. Ellos, cuando piden ayuda a Proyecto Hombre lo hacen en su mayoría por consumo de cocaína (un 37,1% , frente al 22% en ellas).

Además, desde el Observatorio constantan que “las chicas tardan más tiempo en pedir ayuda y cuando lo hacen presentan un nivel más elevado de exclusión social. El deterioro es mucho más importante en el género femenino”, sentenció María Ángeles Fernández, experta de la Comisión de Evaluación de la entidad. Según los datos, “detrás de un hombre con problema de adicción siempre hay una madre para apoyarle o una mujer, pero en el caso de ellas no ocurre lo mismo”, detalló Fernández. Algo que se ve atendiendo a la forma de convivencia de las personas con adicciones: el 23,6% de los hombres lo hace con los padres frente al 17% de las mujeres. En el caso de las familias monoparentales, ellas son las que se hacen en su mayoría cargo de los hijos.

Otras de las diferencias significativas entre géneros, es que el femenino presenta más trastornos psicológicos y emocionales con una diferencia de 15 puntos porcentuales respecto a los hombres, a excepción de las conductas violentas y alucinaciones, donde ellos puntúan más. En concreto, el 77,3% de las mujeres con problemas de adicción ha sufrido ansiedad severa, un 70% ansiedad severa y hasta un 71% toma medicación psiquiátrica.

Alcohol, problema de salud pública

El presidente de la Asociación Proyectó Hombre, Luis Bononato, incide en que “en el ámbito de las adicciones en España, el mayor problema de salud pública es el alcohol” y que esto se debe “a la normalización de su consumo en la sociedad”.

Según el último informe, a nivel global la demanda de tratamiento más elevada corresponde al alcohol en su conjunto (solo o asociado a otras sustancias), con un 37,3%, seguida de cerca de la cocaína (34,9%). Y en tercer lugar se encuentra el cannabis, con un 8,9%.

Otra de las conclusiones, es que el consumo problemático de alcohol se presenta a edades cada vez más tempranas (entre los 15 y los 16 años).