La familia canaria planificó con antelación sus vacaciones en Malta a través de Airbnb, una plataforma conocida por ofrecer alojamientos en todo el mundo.

La pesadilla comenzó cuando, al llegar a Malta, la familia tuvo dificultades para comunicarse con la anfitriona del apartamento que habían reservado. A medida que se acercaba la fecha de su estancia, las respuestas de la anfitriona se volvieron cada vez más escasas y, finalmente, desaparecieron por completo.

Esta situación preocupó a la familia, pero los comentarios positivos de huéspedes anteriores les dieron cierta tranquilidad. Sin embargo, cuando llegaron al apartamento, se encontraron con una escena que nunca imaginaron: la dueña había fallecido en el interior del inmueble.

La tragedia no terminó ahí, ya que Airbnb no ofreció a la familia ninguna alternativa habitacional, dejándolos literalmente en la calle. Los viajeros, que incluían a personas mayores con problemas de salud, tuvieron que buscar un hotel de emergencia para evitar la deshidratación debido a las altas temperaturas.

La falta de respuesta por parte de Airbnb llevó a la familia a enfrentar una situación desesperada, sin alojamiento en Malta y sin poder disfrutar de sus vacaciones. Eventualmente, después de días de incertidumbre, Airbnb acordó reembolsarles el dinero de su reserva, aunque con retraso.

La familia canaria pudo superar esta difícil situación gracias a la solidaridad de una inmobiliaria local que les proporcionó un lugar donde alojarse en Malta.