Bacteria Mycoplasma pneumoniae
La epidemia de neumonía pone de nuevo a China en alerta
Francia, Dinamarca, Suecia o Suiza, algunos países europeos con fuerte aumento de casos
China parece estar viviendo un «déjà vu», con sus redes sociales inundándose de publicaciones con imágenes de niños pequeños conectados a vías intravenosas en abarrotadas salas de espera de centros hospitalarios, o soportando largas horas en puertas de las principales clínicas pediátricas. En un mundo que aún se recupera de la reciente pandemia de coronavirus, las noticias procedentes del país asiático sobre un repentino aumento de las enfermedades respiratorias en menores han causado una enorme preocupación internacional. La neumonía provoca la inflamación de los alvéolos pulmonares. Pueden llenarse de líquido o pus y provocar síntomas como tos o dificultad para respirar, entre otros.
La alarmante oleada de infecciones infantiles ha puesto en guardia a los científicos de Europa, Estados Unidos y, en especial, a los países asiáticos vecinos de China. Territorios como India, Taiwán, Singapur, Tailandia o Nepal permanecen en vilo, y han intensificado los niveles de vigilancia y las medidas preventivas para que sus sistemas sanitarios estén debidamente preparados. Los expertos apuntan a que es lógico que exista preocupación por la posibilidad de otra pandemia, a raíz de la filtración de noticias sobre una «enfermedad misteriosa», que podría recordarnos a los temidos comienzos de la covid.
Por su parte, la Comisión Nacional de Salud de China atribuyó el aumento de las enfermedades respiratorias a infecciones víricas y bacterianas endémicas, y afirmó el pasado sábado que hasta el momento no se han detectado nuevas patologías infecciosas, al tiempo que el país se dispone a afrontar su primer invierno liberado de su estricta política de «Cero Covid». De hecho, los medios de comunicación estatales achacan este estallido al Mycoplasma pneumoniae, una causa frecuente de «neumonía ambulante». Se trata de una forma de la enfermedad que suele ser relativamente leve y que no requiere reposo en cama ni hospitalización, pero que este año está impactando con dureza a la población infantil. De momento las autoridades no han divulgado cifras de infecciones a nivel nacional, aunque centros como el Primer Hospital Afiliado de la Universidad de Medicina China de Henan (centro) han informado de 2.000 visitas diarias a su departamento de pediatría, de las cuales el 70% tienen que ver con infecciones respiratorias, según un representante del hospital citado por el rotativo local «Global Times».
Sin embargo, un preocupante informe del Programa de Vigilancia de Enfermedades Emergentes (ProMed) señaló recientemente que un gran número de niños chinos no presentaba tos ni otros síntomas, aparte de fiebre alta. Otros, en cambio, sí desarrollaron nódulos pulmonares. Esto ha llevado a los especialistas a preguntarse si estos nuevos conglomerados podrían ser evidencia de una neumonía no diagnosticada causada por un nuevo patógeno.
Según Benjamin Cowling, médico británico que actualmente ejerce como catedrático de Epidemiología y jefe de la División de Epidemiología y Bioestadística de la Universidad de Hong Kong, «la falta de oleadas invernales en años anteriores podría haber reducido la inmunidad a los virus respiratorios, lo que ha dado más oportunidades a que estos se propaguen este año». Sin embargo, «no hay razones para sospechar de la aparición de un nuevo patógeno», declaró con contundencia Cowling en una entrevista concedida a LA RAZÓN.
El especialista expresó a este medio la esperanza de que las autoridades de Pekín «consideren la posibilidad de aplicar algunas medidas para frenar la propagación de los brotes de infecciones por virus respiratorios y aplanar pronto la curva de esta oleada invernal».
Desde mediados de octubre de 2023, la Organización Mundial de la Salud ha supervisado los datos de los sistemas de vigilancia chinos que muestran este preocupante aumento de las infecciones respiratorias. De hecho, el 22 de noviembre la agencia de salud de las Naciones Unidas pidió a Pekín, a través de su mecanismo del Reglamento Sanitario Internacional, que proporcionara más información epidemiológica y clínica, y resultados de laboratorio de estos casos notificados, así como datos sobre las tendencias recientes de los patógenos respiratorios circulantes.
En un comunicado, la OMS señaló que las autoridades sanitarias chinas han atribuido el aumento de las hospitalizaciones desde octubre a patógenos conocidos, como los adenovirus, el virus de la gripe y el VSR, que suele causar sólo síntomas leves similares a los del resfriado. Sin embargo, el aumento de niños hospitalizados desde mayo, sobre todo en ciudades del norte como Pekín, se debe principalmente al Mycoplasma pneumoniae, la citada bacteria que infecta los pulmones.
Parece que el sistema mundial de vigilancia y respuesta en esta ocasión está funcionando a todas luces mucho más eficazmente que antes de la pandemia, que a su vez ya supuso una gran mejora en comparación con el brote de síndrome respiratorio agudo severo de 2003. No sólo en términos de capacidad técnica –se determinó rápidamente la causa de las infecciones respiratorias en Pekín y Liaoning–, sino también de transparencia y cooperación internacional.
Entre tanto, el Gobierno chino ha exigido a las autoridades locales competentes que «agoten todos los medios» para aumentar la capacidad de los servicios pediátricos y abastecerse de medicamentos y material pertinente para hacer frente al incremento de este brote.
El funcionario de la Comisión Nacional de Sanidad de China Mi Feng declaró que se abrirán más ambulatorios pediátricos, se vacunará a más ancianos y niños contra la gripe y se alentará también a los ciudadanos a que utilicen mascarillas.
La OMS señaló previamente que la situación en China es un reflejo de lo que ocurrió en otros países hace uno o dos años. En estos países la relajación de las precauciones contra la covid provocó un aumento de otros patógenos respiratorios como la gripe y el virus respiratorio sincitial (VRS).
A pesar de todo, parece que el secretismo y los retrasos de China a la hora de facilitar información durante los primeros días de la pandemia de covid, que alimentaron aún más el controvertido debate sobre la «filtración del laboratorio de Wuhan» o el origen animal del SARS-CoV-2, seguirán influyendo en la percepción de la transparencia del país durante algún tiempo.
Varios países europeos han notificado este año un aumento de los casos de neumonía en niños, similar al de las infecciones en China, recoge Euronews. Y también por Micoplasma pneumoniae. Es una causa frecuente de neumonía en niños en edad escolar y, según Salud Pública de Francia, puede representar entre el 30% y el 50% de las infecciones por neumonía adquirida en la comunidad en niños.
Seis países de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo han notificado hasta ahora aumentos de las infecciones. Algunos, entre ellos Dinamarca y Francia, han calificado el aumento de casos de «epidemia». Hanne-Dorthe Emborg, investigadora principal del Statens Serum Institute de Dinamarca, declaró a Euronews Next que cuando más del 10% de las pruebas realizadas por los médicos dan positivo por Micoplasma se considera una epidemia.
No es una enfermedad que se desarrolle muy rápidamente. Suele ser más lenta y se puede tener tos, cansancio y dolor de cabeza, y si dura mucho tiempo, puede ser neumonía por Micoplasma
Hanne-Dorthe Emborg cree que «serán síntomas parecidos a los de la gripe, pero normalmente se tose mucho». Es una de las principales causas de la «neumonía ambulante», una forma leve de infección en la que la persona puede continuar con sus actividades normales. En conjunto, al analizar los datos de vigilancia de 24 países entre abril y septiembre de 2023 descubrieron que las incidencias eran mayores en Europa y Asia. Las detecciones más frecuentes en Europa se produjeron en Dinamarca, Suecia, Suiza y Gales, añadieron en un artículo publicado en la revista «The Lancet» el mes pasado.