La inmersión lingüística provoca desigualdad educativa en Cataluña

Esta es una de las principales conclusiones del análisis del informe PISA realizado por Convivencia Cívica Catalana, que lamenta la falta de transparencia de la administración catalana al ocultar en sus informes sobre PISA los resultados de los alumnos castellanohablantes en la comunidad.

Así, PISA muestra la gran disparidad de los ratios entre los castellanohablantes y los catalanohablantes en Cataluña. En todas las materias analizadas los escolares cuya lengua materna es el castellano fracasan más que los que aprendieron a hablar en catalán. Así, el 23,2 por ciento de los castellanohablantes no consiguieron superar el nivel mínimo de PISA, mientras que sólo el 10,9 por ciento de los catalanohablantes, menos de la mitad, no consiguieron rebasar dicho nivel. Esta diferencia se puede apreciar en todas las materias analizadas. En competencia lectora, el 16,6 por ciento de los castellanohablantes quedaron por debajo del nivel mínimo, cifra que cae al 7,8 por ciento en el caso de los castellanohablantes. En competencia científica las diferencias son aún mayores, con un 17,3 por ciento de fracaso para los primeros, por un 7,9 por ciento de los segundos.

En comparación con otras comunidades con similar renta per cápita, desarrollo social y nivel de población urbana que la catalana, el ratio de fracaso de los castellanohablantes en Cataluña es un 40 por ciento superior a los de País Vasco y Madrid. En porcentaje, El fracaso en País Vasco fue del 14,6 por ciento, 1,2 puntos menos que la Comunidad de Madrid (15,8), mientras que en Cataluña la cifra se dispara hasta el 23,2 por ciento.

Para Convivencia Cívica Catalana, la inmersión lingüística n es ajena a los malos resultados de los alumnos que cuya lengua materna es el castellano. "En un sistema donde la única lengua vehicular admitida es el catalán, los alumnos catalanohablantes juegan con ventaja: la enseñanza es en su propia lengua, en aquella que más dominan, mientras que los niños castellanohablantes deben sumar en el proceso de aprendizaje a la dificultad propia de las materias una dificultado lingüística añadida".

El informe recuerda que en pedagogía está ampliamente aceptado que una persona aprende mejor cuando recibe la enseñanza en su lengua propia o materna, en aquella en la que piensa, razona y se expresa de forma automática". Por ello, recuerda que "así lo demuestran numerosos estudios de prestigiosos organismos internacionales como UNESCO y UNICEF. Y así lo defendía el nacionalismo catalán en los años 70 en el Congreso de los Diputados".

El informe de Convivencia Cívica Catalana aclara que estos resultados no se han dado de manera puntual y quedan confirmados si se observan los informes PISA de 2009, 2006 y 2003. De hecho, si se comparan los resultados de 2012 con los de 2009, son aún más preocupantes porque el fracaso de los castellano hablantes ha pasado ha aumentado en matemáticas (de 22,45 a 23,17 por ciento) y lectura (de 14,83 a 16,56 por ciento), aunque en ciencias experimenta un descenso (de 18,07 a 17,31). En cambio, los resultados de los catalanohablantes mejora en todas las áreas: matemáticas (de 13,49 a 10,86 por ciento), lectura (de 9,23 a 7,84 por ciento) y en ciencias (de 11,65 a 7,92 por ciento).

Es cierto que los catellanohablantes han mejorado los niveles de fracaso desde 2003 ( más de dos puntos en matemáticas y ciencias y seis puntos en lectura), pero las diferencias con los castellano hablantes siguen siendo abismales.