Psicología

Desarrollan un modelo para predecir el riesgo de psicosis en la adolescencia

Problemas psicológicos comunes como la depresión o la ansiedad y el uso de estrategias inadecuadas de regulación emocional constituyen los factores de riesgo más determinantes para padecerla

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Una investigación liderada por la Universidad de Oviedo ha desarrollado un modelo predictivo que permite detectar el riesgo de desarrollar psicosis en la adolescencia, una herramienta clave para optimizar las intervenciones psicológicas preventivas en las primeras etapas de la vida.

El estudio, realizado por el grupo de investigación P3-Programa de Prevención de Psicosis de esta universidad en colaboración con el Servicio Cántabro de Salud, fue publicado en el Journal of Clinical Psychology. En él, los autores buscan responder a la pregunta: ¿hacia dónde hay que mirar para detectar el riesgo de psicosis en la adolescencia?

La catedrática del Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo, Mercedes Paino, explicó que no existe una respuesta única al respecto. La identificación del llamado "estado de alto riesgo clínico de psicosis" (CHRp) se caracteriza por la gran variedad de síntomas, que son evaluados desde distintos enfoques de riesgo y dificultad. Paino destacó que resulta complejo detectar los estadios clínicos más tempranos, antes de que se inicie el cuadro clínico completo de la psicosis.

Los investigadores señalan que la mayoría de los estudios se centraron en la detección de los llamados síntomas pseudopsicóticos o síntomas psicóticos subclínicos, tales como experiencias perceptivas anómalas (por ejemplo, “escuchar como si alguien me hablase”), suspicacia (como creer que “alguien me la tiene jurada”), o pensamiento mágico (creer en la telepatía, o la clarividencia). A pesar de lo que se podría pensar, estos síntomas son relativamente comunes en la población general, con una prevalencia aproximada del 5%, según los estudios más recientes citados por la Universidad de Oviedo.

Los autores de este trabajo apuntan además que la revisión de otras investigaciones, también recientes, parecen indicar que las muestras de alto riesgo clínico de psicosis podrían ser bastante heterogéneas: incluyen a jóvenes con patologías mentales comunes como depresión, ansiedad o consumo de cannabis, así como aquellos expuestos a factores de riesgo ambiental, como haber experimentado traumas o un bajo estatus socioeconómico, que pueden convivir con experiencias más de tipo psicótico

Una muestra de más de 1.800 adolescentes

Los investigadores han creado un modelo predictivo del riesgo de psicosis en la adolescencia basado en el estudio de una muestra representativa de 1.824 adolescentes de la población general, seleccionados mediante un muestreo probabilístico por aulas facilitado por la Consejería de Educación del Gobierno del Principado de Asturias.

Los participantes tenían edades comprendidas entre los 14 y los 19 años y la distribución por sexos era de cerca de un 46% chicos y 54% chicas. La nacionalidad se utilizó como indicador indirecto del estatus migratorio, tomado como base en estudios previos.

Para llevar a cabo la identificación temprana del riesgo de psicosis, los investigadores diferentes test y escalas, todos ellos breves y validados. Estas herramientas fueron diseñadas para realizar un screening de experiencias y fenómenos psicóticos tempranos, así como para evaluar las condiciones ambientales de riesgo y otros síntomas psicopatológicos.

En cuanto a la identificación de los casos de alto riesgo clínico de psicosis, se utilizó un algoritmo de detección previamente desarrollado por el mismo equipo de investigación. Este algoritmo combina síntomas de las principales aproximaciones al riesgo clínico de psicosis, permitiendo clasificar a los adolescentes en tres posibles vías de riesgo según la gravedad de los síntomas prepsicóticos.

La Vía 1 corresponde a síntomas psicóticos o de ultra-alto riesgo; la Vía 2 incluye dificultades sutiles para organizar ideas, concentrarse o comprender; y la Vía 3 se refiere a alteraciones en la percepción de la propia identidad. Gracias a esta herramienta, se identificaron 68 casos de alto riesgo clínico de psicosis, lo que representa casi el 4% de la muestra, mientras que alrededor del 25% de los adolescentes mostró algún tipo de síntoma de riesgo.

Riesgos ambientales y psicopatológicos

Además de los síntomas psicóticos, el estudio también reveló factores adicionales de riesgo en la población adolescente. Aproximadamente el 39% de los participantes refirió experimentar malestar asociado a alguna experiencia traumática, mientras que un 5% mostró bajo rendimiento académico. En torno al 3% de las familias de los adolescentes estudiados presentaron problemas socioeconómicos. Los datos también indicaron que un 17,6% de los participantes manifestaron síntomas depresivos, mientras que cerca del 25% mostró síntomas de ansiedad. Además, un 10% de los adolescentes había consumido cannabis en el último mes.

Los investigadores también analizaron la relación entre los riesgos ambientales y psicopatológicos con el desarrollo de psicosis. Según Ana González, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo, los resultados mostraron correlaciones estadísticamente significativas entre el riesgo de psicosis y los factores de riesgo ambiental evaluados, destacando el trauma temprano como el factor con la correlación más fuerte. Asimismo, el bajo rendimiento académico y las dificultades socioeconómicas también se relacionaron con un mayor riesgo de psicosis. En términos de patología común, los síntomas y procesos afectivos, como la depresión y la ansiedad, también mostraron asociación con el estado de alto riesgo clínico de psicosis.