Confort y ahorro: La razón para cerrar las cortinas a las 19:45 en marzo

Con la llegada de la primavera, las temperaturas comienzan a subir, pero las noches aún pueden ser frías. En este periodo, que es de transición, encontrar el equilibrio adecuado en la temperatura del hogar puede ser complicado, lo que lleva a muchas familias a buscar formas de mantener el calor sin disparar el consumo energético. Afortunadamente, existen métodos sencillos y efectivos para conservar la temperatura interior y reducir los costos en la factura de la luz.

Uno de los consejos más destacados proviene de expertos en economía doméstica que aseguran que algo tan básico como el uso adecuado de las cortinas puede marcar una gran diferencia en la eficiencia térmica de una vivienda. Las cortinas desempeñan un papel fundamental en la retención del calor, especialmente durante la primavera, cuando el sol aún tiene el potencial de calentar las habitaciones durante el día.

El método de las cortinas: una estrategia simple pero efectiva

El principio es simple: aprovechar la luz solar durante el día y evitar que el calor se escape por la noche. Los expertos recomiendan mantener las cortinas abiertas mientras el sol brilla para permitir que los rayos solares calienten naturalmente las habitaciones. Sin embargo, en cuanto cae la noche, lo ideal es cerrarlas para evitar la pérdida de calor. Esta práctica, fácil de implementar, ayuda a conservar una temperatura estable sin necesidad de recurrir constantemente a la calefacción.

La clave está en identificar el momento adecuado para cerrar las cortinas. A partir de mediados de marzo, los días son más largos y la luz solar se mantiene hasta aproximadamente las 19:45 horas, lo que significa que esa es la hora ideal para cerrar las cortinas y conservar el calor acumulado. Si bien esta estrategia puede parecer sencilla, su impacto en la reducción del consumo energético puede ser significativo.

El método de las cortinas no solo es evidentemente accesible para todos los hogares, sino que también es una estrategia sostenible que contribuye a reducir el consumo energético. A través de pequeños hábitos diarios, como cerrar las cortinas en el momento adecuado y elegir materiales térmicos, es posible optimizar la eficiencia térmica de la vivienda y generar ahorros significativos en la factura de la luz.

Cortinas térmicas como solución

Si bien cualquier cortina puede ayudar a retener algo de calor, existen algunas más gruesas o con forro térmico. Estas son aún más efectivas para mantener el calor en el interior, pues están diseñadas específicamente para reducir la pérdida de calor a través de las ventanas, lo que contribuye a mejorar el aislamiento de la vivienda.

Diferentes estudios han demostrado que las habitaciones equipadas con cortinas térmicas mantienen temperaturas más altas que aquellas sin este tipo de protección. Esto se debe a que el material de las cortinas forradas con vellón o tejidos térmicos actúa como una barrera contra la pérdida de calor, lo que permite un ambiente más cálido y confortable sin necesidad de aumentar el uso de calefacción.