María, ganadora de la tercera edición de «Masterchef Junior», se define a sí misma como «muy artista» y dice que la interpretación es otra de sus aficiones

Tiene tan sólo 11 años, pero unas manos en los fogones que bien podrían ser las de una adulta. La afición a la cocina le viene de familia: «al principio ayudaba a mi madre a pelar las zanahorias y las verduras, pero hace dos años empecé a cocinar más en serio, primero con ella y luego sola» comenta. También su tío Jorge ha influido, «mi madre es más de cocina tradicional y él, de moderna». A ellos les ha dedicado el premio emulando como ella misma dice a «las actrices cuando reciben un óscar». La interpretación es otra de sus aficiones, aunque tras haberse alzado con el premio del «talent-show» culinario confiesa que «ahora pesa más lo de ser chef». María atendió a los medios un día después de proclamarse ganadora de la tercera edición de «Masterchef Junior». En la rueda de prensa estuvo acompañada por uno de los miembros del jurado, Pepe Rodríguez, para quien el triunfo de la madrileña es fruto de la constancia: «Esa fe en sí misma, esa evolución y ese saber controlar los nervios ha sido lo que ha hecho proclamarse vencedora».

- Prandes valores

Se define a sí misma como «muy artista» y esa cualidad la ha hecho brillar desde el primer programa, cuando se convirtió en capitana gracias a la hamburguesa isla. Otros platos que dejaron al jurado con la boca abierta fueron el burrito sabanero, la pata Barberie con castañas y nube de patata y la reproducción del menú degustación de David Muñoz. El chef es uno de los ídolos de la pequeña: «David es diferente, creativo e increíble». Gracias al concurso tuvo la oportunidad de asistir a una masterclass en su restaurante DiverXO, reconocido con tres estrellas Michelin.

«María es expresiva, simpática y está siempre de buen humor» dice Eva González, presentadora del programa. Ha demostrado también un gran compañerismo, y el peor recuerdo que se lleva es el de «ver cómo eran eliminados mis compañeros».

Lukas fue el primer finalista de la noche al crear un roscón de Reyes perfecto y un batido con una gran cantidad de frutas que hizo las delicias del jurado. Para poder llegar al duelo final, María tuvo que dejar atrás a otras dos aspirantes, Covadonga y Martina. Las tres niñas tuvieron que reproducir un menú degustación servido en la residencia del embajador de Estados Unidos en España y Andorra, James Costos.

De su contrincante en la final, Lukas, asegura que «lo hizo super bien» y que lo que les diferenció fue que «el menú que había preparado fue muy arriesgado». María preparó un milhojas descontruido de verduras y carabinero que a Dani García –invitado especial junto a Quique Dacosta– dejó asombrado. «Me parece absolutamente mágico que una persona de tu edad sea capaz de hacer un plato así», confesó el chef. La sorpresa la tenía reservada para el plato principal, atún en tres cocciones. Para la primera cocción usó la tecnica del trampantojo –ilusión óptica– , utilizando sandía en vez de pescado, para completar el plato con atún envasado al vacío y otro macerado, envuelto en alga nori y luego con tempura. Dacosta valoró positivamente el riesgo de la concursante: «Me parece de una valentía tremenda enfrentarte en una final de ‘‘MasterChef Junior’’con un producto tan singular y tan difícil de cocinar como es el atún. Si no hubieras dicho que habría un trampantojo, yo me habría tirado a él pensando que era el centro del atún rojo». Por último, presentó un falso huevo frito de coco en homenaje a Jordi Roca compuesto por una clara de huevo de leche de coco y nata con una esterificación de yema, que, a ojos de Jordi Roca, miembro del jurado, «estéticamente está muy bien ejecutado». La pequeña tuvo que hacer frente a un inesperado inconveniente, un fuerte dolor de estómago que la obligó a «sacar fuerza de donde no las tenía para que salieran los platos impecables».

Además del trofeo, el premio incluye 12.000 euros para su formación y un curso de cocina en la Facultad de Ciencias Gastronómicas Basque Culinary Center. A los niños, que como ella quieran dedicarse a la cocina, les anima a

Récord histórico de audiencia

A pesar de no tener el inicio de temporada esperado, el programa despidió su tercera edición con números de récord, logrando su mejor cifra histórica con un 22,6% de cuota y más de 3,3 millones de espectadores. Hasta 8.380.000 personas vieron en algún momento la final, logrando obtener el minuto más visto del día a las 00:06 horas con 3.966.000 espectadores y el 26,7% de cuota. Esta tercera entrega ha conseguido una media de 2.361.000 y un 18,8% de cuota. El 44% de la población –más de 19,5 millones– ha seguido algún momento de los seis programas del concurso infantil.