Cómo hacer una limpieza general en tu hogar utilizando el “método de los montones”

El cambio de año tiene un impacto psicológico más profundo de lo que se podría pensar a primera vista. Al destacar de forma artificial entre el resto de los días del calendario, se percibe como un punto de inflexión, una oportunidad única para reinventarnos y establecer metas. Pero, claro, para lograr este renacimiento personal, es esencial deshacernos de todo lo viejo y superfluo en nuestra vida, abriendo espacio para lo nuevo y positivo que seguramente llegará con el nuevo año.

Y en realidad, este proceso de limpieza debería ser literal. Porque si realmente queremos conseguir nuestros propósitos y hacer un cambio más o menos radical, debemos transformar la forma en la que vivimos nuestro día a día. Y para eso, es necesario hacer una evaluación sincera de dónde estamos, ordenando y limpiando nuestro entorno, eliminando cualquier cosa que pueda representar un obstáculo o una molestia en nuestro camino.

Pero, ¿Cómo podemos hacerlo? Un buen primer paso es hacer una limpieza general, utilizando un método de organización eficiente y práctico que nos permita identificar, clasificar y eliminar lo innecesario. Desde el periódico La Razón te contamos cómo aplicar una estrategia a la que hemos denominado "método de los montones":

¿En qué consiste el método de los montones?

• Identificar el desorden: Antes de empezar a ordenar, es fundamental detectar las áreas de nuestro hogar y de nuestra vida que requieren atención. Podría ser tu escritorio, tu habitación, o cualquier espacio que te parezca desordenado. No tengas miedo de enfrentarte al caos inicial, es el primer paso para lograr el orden.
• Crear una pila general: Recolecta todos los objetos desordenados y colócalos en una pila grande en una habitación diferente. Este acto simple te permitirá sentir que estás avanzando y reducirá la sensación de agobio inicial.
• Limpia los espacios que han quedado libres: Una vez que hayas retirado los objetos, aprovecha para limpiar a fondo los espacios que han quedado libres. Aspira, limpia el polvo, lava si es necesario. Este es un paso te ayudará después a devolver las cosas a su nuevo lugar.
• Clasificar la pila general en pilas más pequeñas: Una vez que tienes una pila general, comienza a dividirla en pilas más pequeñas basándote en el lugar al que pertenecen las cosas. Por ejemplo, puedes tener una pila para la ropa que necesita ser lavada, otra para los libros que deben volver a la estantería, etc.
• Deshacerte de lo innecesario: Mientras clasificas tus cosas, es probable que encuentres objetos que ya no necesitas o quieres. Crea una pila separada para estos objetos y considera deshacerte de ellos. Puedes inspeccionar y limpiar esas partes de la casa que suelen ser ignoradas, determinar qué objetos de tu casa merecen quedarse y cuáles no, eliminar objetos que ya no cumplen una función o están rotos. Considera la posibilidad de donar objetos que aún pueden ser útiles para otros.
• Poner : Cuando hayas clasificado todo, empieza a organizar tus pilas más pequeñas, colocándolas en el sitio que deberán ocupar a partir de ese momento. Por ejemplo, mete la ropa en la lavadora, coloca los libros en la estantería, etc. Un buen truco para decidir qué objetos se dejan a la vista y cuáles no, consiste en preguntarse cuándo fue la última vez que le dimos un uso. Si esta respuesta excede el mes, es posible que queramos almacenar en una caja, en la despensa o en un armario, en lugar de dejar en una mesa o en una estantería

Recuerda que el método de los montones es solo una estrategia más, pero no es la única. Lo importante es que encuentres un método que funcione para ti y te ayude a mantener el orden y la organización a largo plazo. El objetivo final no es solo tener un hogar limpio, sino también una vida despejada y libre de estrés.

Mantener el orden

Una vez que hayas terminado de ordenar, llega la parte más complicada: mantener el orden en el día a día. A continuación, te damos unas reglas o recomendaciones que puedes seguir para conseguirlo:

• La primera regla es siempre devolver las cosas a su lugar después de usarlas.
• Puedes programar un tiempo cada semana o cada mes para hacer una limpieza más o menos exhaustiva. Esto te ayudará a mantener el desorden a raya.
• Si tienes espacio limitado, considera soluciones de almacenamiento creativas, como estanterías flotantes o cajas debajo de la cama.
• Cuantas más cosas tengas, más difícil será mantener el orden. Intenta comprar solo lo que necesitas.
• Mantén una lista de tareas que necesitas hacer para mantener el orden, como lavar la ropa o limpiar la cocina… o las posibles reparaciones que sean necesarias en la vivienda.

El método de los montones es una herramienta efectiva que te permitirá simplificar y organizar tu hogar de una manera eficiente. No esperes más, toma la decisión de empezar a transformar tu hogar hoy. La satisfacción que sentirás al ver tu hogar ordenado y limpio es inigualable. Pero recuerda, el orden y la limpieza no son una tarea de un solo día, son un hábito que se debe cultivar.