Vista
La nebulosa de los mil nombres
Bautizar los objetos celestes es una costumbre inmemorial, influida por el ego, la imaginación o el captricho de sus descubridores. También que al nombre científico se le haya superpuesto otra acepción más romántica y cercana al corazón de los aficionados a la astronomía. Pero pocos tienen tantos nombres como la nebulosa de la imagen.
Oficialmente conocida como Messier 17, ha recibido a lo largo de los años los apodos de nebulosa Omega, la nebulosa del Cisne, la nebulosa de la marca de verificación (Checkmark en inglés), la nebulosa de la Herradura y — para aquellos más aficionados a los temas marinos — la nebulosa de la Langosta.
En cualquiera de sus nombres, esta nebulosa, de la que el Observatorio Europeo Austral (ESO) ofrece ahora esta espectacular vista, sigue cautivando a los astrónomos.
Messier 17 se encuentra a unos 5.500 años luz de la Tierra, cerca del plano de la Vía Láctea, en la constelación de Sagitario (el arquero). El objeto abarca una sección grande del cielo, y sus nubes de gas y polvo miden cerca de 15 años luz de extensión. Este material sirve de combustible para el nacimiento de nuevas estrellas y el amplio campo de visión de la nueva imagen revela muchas estrellas que se encuentran tanto en el interior, como detrás o entre nosotros y Messier 17, según informa el ESO en un comunicado.
La nebulosa aparece como una compleja estructura roja con cierta graduación que tiende al color rosa. Su coloración es una firma del brillante gas de hidrógeno. Las estrellas azules de vida breve, formadas recientemente en Messier 17, emiten suficiente luz ultravioleta como para calentar el gas de los alrededores, que comienza a brillar de un modo intenso. En la región central los colores son más claros y algunas partes aparecen blancas. Este color blanco es real, surge como resultado de la mezcla de la luz del gas más caliente con la luz de las estrellas reflejada por el polvo.
Se estima que el gas de la nebulosa es más de 30.000 veces la masa del Sol. También contiene un cúmulo abierto de 35 estrellas, conocido como NGC 6618 Sin embargo, el número total de estrellas en la nebulosa es mucho mayor — hay casi 800 estrellas en el centro, y hay aún más estrellas en formación en sus regiones externas.
A lo largo de este resplandor color de rosa, la nebulosa muestra una red de regiones de polvo más oscuras que, a su vez, oscurecen la luz. Este material oscurecedor también es brillante y — aunque esas zonas son oscuras en esta imagen de luz visible —, parecen brillantes cuando se observan con cámaras infrarrojas.
La nebulosa debe su nombre oficial al cazador de cometas francés Charles Messier, que incluyó a la nebulosa como el objeto número diecisiete de su famoso catálogo astronómico en 1764 Pero incluso con un nombre tan anodino como Messier 17, esta floreada nebulosa sigue siendo deslumbrante.
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