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La NASA prepara la llegada a la órbita de Ceres con nuevas imágenes

La nave espacial Dawn de la NASA llegará este viernes a la órbita alrededor del planeta enano Ceres, el mayor objeto en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter. Ese día podría resolverse uno de los principales misterios que han surgido a medida que la nave se ha ido acercando al mundo enano: qué son los extraños puntos de luz sobre su superficie.

La nave ya ha comenzado las maniobras de acercamiento y, lo que más ansían los espectadores, nuevas fotos del pequeño mundo, serán imposibles "durante un mes"debido a que Dawn pasará este tiempo en la cara no iluminada de este planeta. Así lo ha explicado la responsable de la misión, Caroline Raymond, durante una rueda de prensa convocada por la NASA este lunes para explicar los detalles de esta misión.

Ceres es un cuerpo relativamente cálido y húmedo que merece ser mencionado en la misma categoría que la luna Europa de Júpiter y el satélite Encelado de Saturno, los cuales pueden ser capaces de acoger vida tal como se conoce, según han explicado los investigadores. La vida como se conoce requiere tres ingredientes principales: agua líquida, una fuente de energía y ciertos componentes químicos básicos (es decir, carbono, hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, fósforo y azufre).

Se cree que el planeta enano Ceres -con un diámetro de 950 kilómetros- tiene una gran cantidad de agua, debido a su baja densidad global (2,09 gramos por centímetro cúbico; en comparación con los 5,5 de la Tierra). Ceres es probablemente un cuerpo diferenciado con un núcleo rocoso y un manto compuestos de hielo de agua y se ha detectado en la superficie minerales que contienen agua, según han apuntado los expertos. De hecho, los estudios realizados apuntan a que el agua parece representar alrededor del 40 por ciento del volumen de Ceres.

En lo que se refiere a energía, Ceres tiene acceso a una cantidad destacable a través del calentamiento solar, ya que el planeta enano se encuentra a sólo 2,8 unidades astronómicas (UA) del Sol --una UA es la distancia entre la Tierra y el sol-- unos 150 millones de kilómetros. Europa y Encelado están mucho más lejos de la estrella, 5,2 y 9 UA, respectivamente. Tanto Europa como Encelado poseen fuentes de calor interno, que se genera por las fuerzas de marea. Este calor mantiene océanos bajo la superficie cubierta de hielo de agua líquida y también impulsa la erupción de géiseres de vapor de agua en Encelado, y probablemente de Europa.

Curiosamente, los científicos anunciaron el descubrimiento de una emisión de vapor de agua en Ceres --que también tendría un océano helado bajo la superficie-- a principios de este año.

Los géiseres pueden o no ser evidencia de un calor interno, han indicado desde la NASA. Por ejemplo, pueden resultar que el hielo de agua cerca de la superficie de Ceres sea calentado por la luz solar lo suficiente para sublimarse en el espacio.

El misterio de las luces

Dawn debería esclarecer las condiciones potenciales de Ceres la próxima primavera, pero también otro gran enigma que se ha ido creando en las últimas semanas. A medida que la nave se ha ido acercando a su destino, el equipo en Tierra ha ido descubriendo extraños puntos de luz existentes en su superficie y que no tienen, de momento, explicación. Raymond ha adelantado durante su intervención que estos puntos, que "no han registrado variaciones desde que fueron observados por primera vez", podrían estar relacionados con un impacto de otro cuerpo sobre Ceres que habría dejado al descubierto la segunda capa de su superficie formada por hielo.

La nave, que orbitó el enorme asteroide Vesta desde julio de 2011 hasta septiembre de 2012, trazará un mapa detallado de la superficie de Ceres y recogerá una gran cantidad de información acerca de la geología del cuerpo y las condiciones térmicas, antes del final programado de su misión principal en julio de 2015.