Numismática
La belleza y la elegancia del Centén de Felipe III, una joya numismática de dos millones de euros
Esta pieza numismática se distingue por su meticuloso proceso de acuñación, su impresionante tamaño, su sólida composición, su valor histórico y su notable rareza
En un artículo que publicamos ayer, exploramos las monedas más preciadas y valoradas dentro del vasto y riquísimo panorama de la numismática española. Entre todas las piezas consideradas, sobresalió una en particular: el Centén de Felipe III. Esta extraordinaria moneda es, sin lugar a dudas, la pieza numismática más apreciada de nuestro país, reconocida tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Se le considera, de hecho, la moneda de oro más grande jamás acuñada a lo largo de la historia. ya que tiene 70 milímetros de diámetro y pesa 340 gramos. Otro elemento importante del centén de Centén de Felipe III es su proceso de acuñación, que se llevaba a cabo mediante una técnica de presión.
Dicho proceso comenzaba con la introducción del metal entre dos grandes moldes o cuños. Posteriormente, se eliminaba el exceso de metal, conocido como cospel, con el objetivo de ajustar su peso. Para culminar, los detalles finales de la moneda eran meticulosamente trabajados a mano, transformando cada pieza en una auténtica obra maestra de la orfebrería.
El Centén de Felipe III sirve como un auténtico testimonio de la magnificencia y esplendor del Imperio español durante el reinado de este monarca, que tuvo lugar entre 1598 y 1621. Este periodo, conocido como el "Siglo de Oro", marcó una época de expansión y dominio del imperio español en América, Asia y Europa, cuya influencia y poder no tenían precedentes.
El valor nominal o facial de esta moneda es de 100 escudos, un monto extraordinariamente alto para su época. Sin embargo, la moneda se acuñó más como símbolo de prestigio y como una forma tangible de demostrar la riqueza y opulencia de la corte española, que como una moneda de cambio en las transacciones comerciales.
En el anverso de esta pieza, se encuentra el retrato del rey, ilustrado con la autoridad y el poder que solo pueden ser conferidos por la corona y la armadura del monarca. En el reverso de la moneda, se incluye el escudo de armas de la Monarquía Hispánica, rodeado de la leyenda “PHILLIPUS III DEI GRATIA” (Felipe III por la gracia de Dios), así como el año en el que fue acuñada en los talleres del Real Ingenio de Segovia.
Si bien es cierto que su gran tamaño y su acuñación en oro son indicativos de su majestuosidad y magnificencia, la característica por la que realmente destaca el Centén de Felipe III, también conocido como "centén segoviano", es su escasez. Felipe III acuñó solo dos series de centenes, una en 1609 y otra en 1618. Y de acuerdo al catálogo de Numismática Española, se acuñaron únicamente cuatro ejemplares en cada serie y solo se ha localizado uno de ellos.
Este ejemplar de la serie de 1609, testigo y recuerdo de un momento crucial en la historia cultural y política de España y del mundo, se subastó en Áureo y Calicó por 800.000 euros, siendo adquirido finalmente por un suizo por 944.000 euros. Hoy en día, su valor sigue creciendo, cotizándose a alrededor de los dos millones de euros.
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