Bruselas
Bélgica aprueba la eutanasia infantil
La polémica ley permitirá al menor tomar la decisión de morir: sólo debe contar con el visto bueno de sus padres. El año pasado registró 1.432 casos en adultos
En contra de algunos pediatras, de la Iglesia católica y de los democristianos de la CDH y CD&V, el Congreso belga dio ayer luz verde a la posibilidad de aplicar la eutanasia a menores afectados de una enfermedad incurable
En contra de algunos pediatras, de la Iglesia católica y de los democristianos de la CDH y CD&V, el Congreso belga dio ayer luz verde a la posibilidad de aplicar la eutanasia a menores afectados de una enfermedad incurable. La ley, que fue aprobada por una mayoría de 86 votos a favor, 44 encontra y 12 abstenciones, entrará en vigor en las próximas semanas.
En Europa, la eutanasia activa (con asistencia médica) está despenalizada también en Holanda, Luxemburgo y Suiza, pero para los menores de edad sólo Países Bajos permite la posibilidad para aquellos de más de 12 años. El nuevo derecho a una muerte digna, que ya se aplica en Bélgica desde 2002 para los adultos, no fija una edad mínima, sino que tiene en cuenta la capacidad de discernimiento del menor, en el sentido de que éste debe ser capaz de comprender su situación y fundar su decisión solo, sin influencias de familiares o amigos.
Esta capacidad de comprender lo que ocurre debe ser evaluada por varios expertos y los padres tienen que dar su visto bueno final, puesto que tienen que pronunciarse respecto a su no oposición a la decisión de su hijo. La propuesta, que proviene de los flamencos independentistas del NV-A, cuenta sin embargo con un amplio apoyo popular, pues según un sondeo hecho en octubre un 75 por ciento de la población apoyaba ampliar la eutanasia a los niños. Para ello, se han llevado a cabo largas audiciones en el Senado, donde también pasó el trámite a finales de 2013 donde se ha escuchado a 34 médicos, especialistas, juristas y asociaciones de todo tipo que, al final, han decidido eliminar el sufrimiento psíquico como uno de los criterios.
En cambio, uno de los criterios será tener un «sufrimiento físico constante e insoportable que no puede ser paliado y que resulte de una afección accidental o patológica grave e incurable». Esta condición es común con los adultos, quienes también deben solicitarlo expresamente de manera lúcida y repetidamente. En este sentido, la eutanasia es reconocida como un derecho de todas las personas a elegir poner fin a su vida siempre que se cumplan las condiciones establecidas por la ley. Para ello es preciso firmar una declaración anticipada de voluntades, un documento en el que la persona establece sus deseos con respecto a la atención médica que quiere o no quiere recibir si pierde la capacidad de hablar o si se encuentra en un estado en el que es incapaz de tomar una decisión. El formulario es fácilmente descargable por internet a través de la página del ayuntamiento de turno. No obstante, se solicita una confirmación en los cinco años anteriores a la incapacidad del paciente para expresar su voluntad y que se haya firmado en presencia de dos testigos, de los que por lo menos uno de los dos no tenga ningún interés material en caso de muerte.
La mayor oposición al proyecto de ley ha provenido de la Iglesia católica, encabezada por el arzobispo de Bruselas, monseñor André-Joseph Leonard, para quien esta norma llevará a una banalización de la eutanasia, «una situación en la que personas adultas, menores o en cierto tiempo dementes, discapacitados o ancianas serán puestas en situaciones en las que es casi normal pedir la eutanasia».El mayor golpe de efecto en contra de la ley se produjo esta misma semana, cuando varias decenas de pediatras entregaron al presidente de la cámara una carta en la que aseveran que «no hay necesidad urgente de adoptar tan deprisa esta ley» y ponen el acento en la dificultad de discernir la capacidad de juicio de los menores. Sin embargo, lo cierto es que la mayoría de los facultativos belgas defienden precisamente esta ley para ofrecerles una seguridad jurídica que la situación actual no les ofrece pues, en la práctica, «la eutanasia ya se practica sobre menores con discreción», afirma la televisión pública belga francófona. La cifra de eutanasias practicadas en Bélgica alcanzó un récord histórico en 2012, con un total de 1.432 casos, un 25% más que en el año precedente, según datos de la Comisión Federal de Control y de Evaluación de la Eutanasia. Dicho órgano recuerda que la cifra es relativamente baja, pues cada año 20.000 personas mueren con sufrimiento o bajo los efectos de opiáceos.
Según el último informe, que data de 2010-2011, el 86% de las eutanasias se refieren a enfermos de cáncer terminales y afecciones neuromusculares (esclerosis en placas, esclerosis lateral amiotrófica, etc. Sólo 30 casos de 1.205 sufrían patologías múltiples.
Aunque el caso belga va más allá del holandés en el sentido de que elimina la edad mínima, Países Bajos sigue contando con una de las prácticas más polémicas en relación a la interrupción de la vida, pues aplica lo que denominan el protocolo de Groningen, que establece las pautas a seguir para aplicar la eutanasia a recién nacidos que padecen una grave enfermedad.
Contra la convención de la ONU
La aprobación ayer de la eutanasia infantil en Bélgica viola la Convención de Derechos del Niño de Naciones Unidas (ONU). Y es que este documento recoge el derecho de un niño a una atención sanitaria adecuada que incluye los cuidados paliativos. El Congreso Mundial Internacional de Cuidados Paliativos Pediátricos, que representa a 250 especialistas, y que se está celebrando estos días en la India, afirmó que todos los niños tienen derecho a la mejor calidad de vida. Cuando tienen enfermedades que condicionan su vida tienen derecho a unos cuidados paliativos de alta calidad. «La eutanasia no es parte de los cuidados paliativos del niño y no es una alternativa a ellos». Piden al Gobierno belga que reconsidere su reciente decisión. «La respuesta al sufrimiento de un niño son más y mejores servicios de cuidados paliativos, y no el fin de la vida del niño». En España, la portavoz de Derecho a Vivir (DAV), Gádor Joya, afirmó ayer que la eutanasia infantil es consecuencia del «desprecio a la vida humana desde su fase más incipiente». Critica que se asuma que un menor «va a ser capaz de decidir sobre algo tan delicado e importante como es si quiere seguir viviendo o no».
El detalle
El debate se aviva en Francia
Vincent Lambert, de 38 años, postrado en un hospital desde que hace cinco sufrió un accidente de moto, ha puesto de relieve los límites y contradicciones de la ley francesa sobre el final de vida y ha reabierto el debate sobre la eutanasia, que el presidente francés, François Hollande, se comprometió a regular. El representante público en el Consejo de Estado francés pidió ayer que se vuelva a examinar su estado. Los 17 magistrados del Consejo de Estado, máxima instancia administrativa del país, escucharon a las dos partes que se enfrentan en el caso, la esposa de Lambert, que pide que se detenga la alimentación artificial, y sus padres, que consideran que no debe dejársele morir.
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